Wislawa Szymborska (Polonia)
Wislawa Szymborska (Polonia)
Traducción de Gerardo Beltrán y Abel A. Murcia
LAS TRES PALABRAS MAS EXTRAÑAS
Cuando pronuncio la palabra futuro,
la primera sílaba pertenece ya al pasado.
Cuando pronuncio la palabra Silencio,
lo destruyo.
Cuando pronuncio la palabra Nada,
creo algo que no cabe en ninguna no-existencia.
A ALGUNOS LES GUSTA LA POESÍA
A algunos,
es decir, no a todos.
Ni siquiera a los más, sino a los menos.
Sin contar las escuelas, donde es obligatorio,
y a los mismos poetas,
serán dos de cada mil personas.
Les gusta,
como también les gusta la sopa de fideos,
como les gustan los cumplidos y el color azul,
como les gusta la vieja bufanda,
como les gusta salirse con la suya,
como les gusta acariciar al perro.
La poesía,
pero qué es la poesía.
Más de una insegura respuesta
se ha dado a esta pregunta.
Y yo no sé, y sigo sin saber, y a esto me aferró
como a un oportuno pasamanos.
ROPA
Te quitas, nos quitamos, se quitan
abrigos, chaquetas, sacos, blusas
de lana, de algodón, de satén,
faldas, pantalones, calcetines, braguitas,
poniendo, colgando, tendiendo sobre
respaldos de sillas, alas de biombos;
por ahora, dice el médico, no es nada grave,
vístase, por favor, descanse, cambie de aires,
tome en caso de, antes de dormir, después de comer,
vuelva dentro de tres meses, un año, un año y medio;
ya es hora de atar, de abrochar, con manos todavía temblorosas,
cordones, cierres, cremalleras, broches,
cinturones, botones, corbatas, cuellos,
y sacar de las mangas, de los bolsos, de los bolsillos
la arrugada bufanda de lunares, a rayas, con flores, de cuadritos,
con una repentinamente prolongada caducidad.
ELOGIO DE LA MALA CONCIENCIA DE UNO MISMO
El ratonero no tiene nada que reprocharse.
Los escrúpulos le son ajenos a la pantera negra.
No dudan de lo apropiado de sus actos las pirañas.
El crótalo se acepta sin complejos a sí mismo.
No existe un chacal autocrítico.
El tábano, la langosta, la tenia y el caimán
viven como viven y así están satisfechos.
Cien kilos pesa el corazón de la orca,
pero en otro sentido es ligero.
No hay nada más bestial
que una conciencia limpia
en el tercer planeta del Sol.
EL MANZANO
En el edén de mayo, bajo un bello manzano
que revienta de flores como risas,
bajo el que no sabe qué es bueno y qué es malo,
bajo el conmovedor, que ante eso se encoje de ramas,
bajo el de ninguno, aunque alguien diga es mío,
bajo el que no le pesa nada más que el presentir la fruta,
bajo el que no le importa qué año, qué país,
qué clase de planeta, a dónde gira,
bajo ese tan otro, tan poco cercano
que ni me da consuelo ni me causa espanto,
bajo el indiferente, pase lo que pase,
bajo el que tiembla de paciencia con sus hojas,
bajo el inconcebible, como si lo soñara,
o como si todo fuera un sueño, menos él,
demasiado comprensible y vanidosamente:
quiero quedarme un poco, no regresar a casa.
Volver a casa quieren sólo los presos.
RETRATO DE MUJER
Tiene que ser para elegir.
Cambiar para que no cambie nada.
Es fácil, imposible, difícil, vale la pena intentarlo.
Tiene ojos, si hace falta, a veces grises, otras azules,
negros, alegres, llenos de lágrimas sin motivo.
Se acuesta con él como primera de la fila, la única en el mundo.
Le da cuatro hijos, no le da hijos, le da uno.
Ingenua, pero da buenos consejos.
Débil, pero puede con la carga.
No tiene nada en la cabeza, pero lo va a tener.
Lee a Jaspers y revistas femeninas.
No sabe para qué es ese tornillo y construye un puente.
Joven, como de costumbre joven, constantemente joven.
Tiene en la mano un gorrión con el ala rota,
su propio dinero para un viaje largo y lejano,
un cuchillo, una compresa y un vaso de vodka.
A dónde va con tanta prisa, ¿no estará cansada?
Claro que no, sólo un poco, mucho, no importa.
O lo ama o está encaprichada.
En las buenas, en las malas y por el amor de Dios.
DISCURSO EN EL DEPÓSITO DE OBJETOS PERDIDOS
Perdí algunas diosas en el camino de sur a norte,
y también muchos dioses en el camino de este a oeste.
Se me apagaron para siempre un par de estrellas, ábrete cielo.
Se me hundió en el mar una isla, otra.
Ni siquiera sé exactamente dónde dejé las garras,
quién trae mi piel, quién vive en mi concha.
Mis hermanos murieron cuando me arrastré a la orilla
y sólo algún huesito celebra en mí ese aniversario.
Salté de mi pellejo, perdí vértebras y piernas,
me alejé de mis sentidos muchísimas veces.
Desde hace mucho cerré mi tercer ojo ante todo esto,
me despedí de todo con la aleta, me encogí de ramas.
Se esfumó, se perdió, se dispersó a los cuatro vientos.
Yo misma me sorprendo de mí misma, de lo poco que quedó de mí:
un individuo aislado, del género humano por ahora,
que sólo perdió su paraguas ayer en el tranvía.
Wislawa Szymborska nació en Kórnik, cerca de Poznan, el 2 de julio de 1923. Desde 1931 vive en Cracovia, donde estudió filología polaca y sociología en la Universidad Jagellónica. Su primer poema, «Szukam slowa» («Busco la palabra»), se publicó en el suplemento cultural del periódico Dziennik Polski en marzo de 1945. Entre 1953 y 1981, colaboró como editora de poesía en el semanario Zycie Literackie , donde empezó a publicar su serie de reseñas de libros bajo el título de Lecturas optativas (Lektury nadobowiazkowe), que continuó luego en las revistas Pismo , de Cracovia; Odra , de Wroclaw, y actualmente en el periódico Gazeta Wyborcza . De las Lecturas optativas se han publicado también varios volúmenes en Wydawnictwo Literackie de Cracovia (1973, 1981, 1992 y 1996). La poeta ha recibido una gran cantidad de premios, entre ellos el Ciudad de Cracovia (1954), el de la Fundación Jurzykowski (1964), el Zygmunt Kallenbach (1990), el Premio Goethe de la Ciudad de Frankfurt (1991), el Premio Herder (1995), el del pen Club polaco (1996) y el Nobel de Literatura (1996).
Abel Murcia. Poeta, traductor, especialista de español como lengua extranjera, fotógrafo. Licenciado de grado en Filología Hispánica por la Universidad de Barcelona. En los 80 miembro del col.lectiu literari de vilanova y del consejo editorial de la revista literaria celobert. Profesor de español en las universidades de Łódź y de Varsovia, en la Uimp de Santander, y en el Cervantes de Varsovia. Jefe de estudios del Instituto Cervantes de Varsovia, del que posteriormente sería director. Desde 2008 a 2014, director del instituto cervantes de Cracovia. Desde 2014, director del instituto cervantes de Moscú.
Gerardo Beltrán. Traductor mexicano (Ciudad de México, 1958). Es poeta, traductor y profesor de poesía latinoamericana y de teoría y práctica de la traducción literaria en el Instituto de Estudios Ibéricos e Iberoamericanos de la Universidad de Varsovia. Entre sus traducciones hay poemas de Zbigniew Herbert y Tadeusz Rozewicz (del polaco), de John Burns y Kerry Shawn Keys (del inglés), Johannes Bobrowski (del alemán), de Tomas Venclova, Kornelijus Platelis y otros (del lituano) y de los escritores polacos, ganadores del premio Nobel, Wislawa Szymborska y Czeslaw Milosz. Ha publicado cuatro libros de poesía: Romper los muros (Universidad Nacional Autónoma de México, Unam, 1987), La vida no pasa en vano por Moras (Prisma, 1988), Breve paisaje con sombras (Wydawnictwo Male, 1996) y Con imán de la memoria y otros poemas (Fondo de Cultura Económica, FCE, 2004). Sus poemas han sido traducidos a varios idiomas. Ha recibido, entre otros, el Premio Nacional de Poesía Efraín Huerta (México, 1991) y el premio de traducción de la Unión de Escritores Lituanos (Vilnius, 2000).