Poesía joven latinoamericana: Elizabeth Reinosa Aliaga (Cuba, 1988)

 

 

Elizabeth Reinosa Aliaga (Cuba, 1988)

 

 

Mañana es ahora

 

Sin anunciarse

—como la lluvia que desconoce las estaciones—

viene a brindar por los muertos.

Es un mal día para calzarse las botas

o jugar a las cartas con la mesa.

Día sin pan bajo el brazo,

sin multiplicaciones que puedan salvarnos

del lento naufragar del pez entre las llamas.

No sirve una bandera

un grito

un espejo

para hacer notar la permanencia.

No es un día para circos funerarios

ni tentativas de equilibrio.

La gente sigue pasando y no regresa.

Tal vez sería aconsejable tomar el rumbo inverso,

que el agua avance: inoportuna.

Después de todo no tenemos una marca,

un montón de tierra seca.

Después de todo,

la muerte debería traicionarnos.

 

 

 

Todo era claro y firme

 

Han sembrado posturas para el silencio.

No quieren saber de mi arritmia,

signo de sangre desbocada,

de hipocondría,

visión minimalista del mundo.

Detrás del cristal aprieto los dedos que intentan ocultar el sol

o ponerse en cruz sobre los labios.

Todo era claro y firme en los inicios,

pero ese tiempo puede durar toda una vida.

Todo era callar y festejar el estiércol,

sujetar a la bestia,

mientras otros clavaban en su pecho la derrota.

 

 

 

Ojo de buey

 

Una abertura

desde adentro hacia el infinito

desde afuera hacia los estómagos

donde la desgracia se desborda

Células como puntos negros

oscurecen la utopía.

Un ojo en la carne

ciego para no reconocerse en sí mismo,

para no pestañear ante el polvo y las agujas.

Orificios para hundir las manos

y depositar la muerte.

 

 

 

Boca ciega

 

La mujer flota en el agua

parece tan creíble

pensar que hace unos minutos

atrapaba un pez de espuma,

que su mano soportó un cordel

que la hizo sangrar desde su origen.

Sobre la mujer no hay nubes

ni pájaros, ni moscas

solo signos que interrogan

el silencio.

 

 

 

El sisal no sostiene la cabeza

 

Es la energía de los brazos quienes construyen

el círculo de muerte alrededor del cuello.

Antes: el cuchillo entre los dientes

la caricia del metal jugando con la lengua.

Antes: las manos desfibrando

las entrañas de la hoja

el brote como una leche tibia

al interior,

deslinde que se teje con los dedos

el silencio y los dedos

la furia de un campo minado.

La longitud de una cuerda puede medirse

de la cabeza a la rama más alta del algodonero.

Todos desean amarrarse al árbol

y permanecer conexos

hasta la muda.

 

 

 

Real

 

Cuando era niña

jugaba con martillos

que golpeaban mis dedos.

Tenía una cuerda

para mi cabeza.

Tenía un árbol y una ventana

para saltar.

 

Pero la edad lo cambia todo

y ahora solo tengo

somníferos y espuma

solo agua

para purificarme

agua y pasiflora

y manzanilla

y tilo

plantas que crecen

en mi estómago

como un ojo

de huracán.

 

 

 

Fiesta

 

La familia con sus tortas de merengue

festeja nuestra júbilo

o simula que festeja

el gozo de tener la cabeza cortada

la lengua

y las piernas

nada de palabras

o zapatos que descubran las puertas para huir.

Una celebración con globos:

explosiones de sangre

que se activan con el filo del cuchillo.

Fiestas de la infancia

con bufones

y fotografías que ensayamos

hasta quedar

perfectos.

 

 

 

Maniobras

 

Avanzamos en fila

delante las mujeres

abriendo el camino con machetes

llevan los niños a la espalda

en medio de un sueño que puede ser

perpetuo.

Detrás los hombres

cargan piedras

para levantar nuevas paredes.

Avanzamos

y los pies retornan al inicio

Detrás de los árboles se adivina

el desierto.

Por eso huimos disfrazados

aquí nada es

lo que parece.

Elizabeth Reinosa Aliaga (Cuba, 1988). Poeta y narradora. Ingeniera en Ciencias Informáticas. Ha obtenido diversos premios, entre ellos el internacional de poesía Voces Nuevas (España, 2016) y los nacionales Francisco Riverón (2015) y Calendario (2019). Ha publicado los libros: Striptease de la memoria (Ediciones Montecallado, 2016), Formas de contener el vacío (Samarcanda, España, 2016), Las Seis en punto (Editorial Sed de Belleza, 2017), Brújulas (Ediciones La Luz, 2018) y Líneas de tiempo (Editora Abril, 2019). Cuentos y poemas suyos aparecen publicados en periódicos, revistas y antologías de España, Chile, Argentina, Honduras, Perú, México, Italia, Estados Unido y Cuba.

Un comentario en "Poesía joven latinoamericana: Elizabeth Reinosa Aliaga (Cuba, 1988)"

  • el abril 20, 2020 a las 1:41 pm
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    Realmente, deliciosa, vitalmente construye abiertos y profundos surcos poéticos. La palabra al verso, más que un espejo, es una herramienta.

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