Poesía joven en español: Jorge Martínez (Torreón, 1994). Selección de Maximiliano Cid del Prado
Jorge Martínez (Torreón, 1994)
Géminis
confieso:
nací humano en un país de humanos
me depositaron aquí
sobre este par de extremidades
en esta geografía inusual que no elegí
y que poco a poco comienza a
desintegrarse
soy yo: incluso me parezco
pero tengo los pies en la tierra
en esta Tierra
que caminé en un catalejo y también
pisé a simple vista
golpe de talón en esta tierra parda
donde pronto me apresuré a buscarte pero
no eras la última astronave de la Tierra
ni el desierto
todavía más árido
de mi hostil planeta natal
reconozco:
te vi por un telescopio
aunque pudo ser a tiro de ojo
porque el dedo galileo está ciego
enlatado para siempre en un frasco sideral
espiga inerte y pedazo de carne y semilla y un atajo
por qué no
de certezas: apunta eternamente para arriba
pequeñísimo cilindro de acero
aljibe secreto que no observa
sin embargo desde ahí te vi: empañada y dulce
engalanabas tu planeta incierto
y yo muy lejos del espejo que ahora miras
los pañales embarrados a mis corvas
con este instinto paternal que me hace falta
abrazo chupo engullo
un gigantesco telescopio que babea
afirmo:
el amor no se puede medir en nanómetros
ésa millonésima parte
de ambos milenios que habitamos
porque en este sitio hace tiempo
que los ríos no llevan agua
y apenas y se siente el frío
de este lado de la ecuación
quiero decir
[ciencia + ficción]
el resultado no es
[uno coma tres segundos de luz]
sino el trozo esencial de nuestra fábula
también un par de coordenadas
[tres. uno. cero. cinco. uno. doblenueve. cuatro]
que me dictan el día de tu cumpleaños
un acelerador de partículas
para escribirte por fin este poema que encabalgue
[la distancia exacta entre la Tierra y la Luna]
y te diga también que te quiero
[te quiero mucho]
y que pronto iré a buscarte a tu galaxia ajena
ecuación lejana,
Constelación Gemela
Jorge Martínez. Torreón, 1994. Estudió lengua y literaturas en la UNAM. Vive, escribe y lee, particularmente ciencia ficción, entre la Laguna y la Ciudad de México. Cree fundamentalmente en tres cosas: en el amor, en la literatura y en la vida extraterrestre. Ninguno es más importante que el otro.