Poesía joven en español: Adriana Vasíleva (Bulgaria)
Adriana Vasíleva (Bulgaria)
La muerte se casa
la muerte se casa
¿con quién se casará?
se ve bonita
con su vestido blanco
con la corona de flores
en la cabeza
se casa descalza
pisando sobre el suelo negro
del campo
un campo de amapolas
que florecieron después
del invierno
se ve bonita, pero su amante…
¿dónde estará?
tampoco vinieron los invitados
tampoco su madre
que no preparó su ajuar
pero la muerte
no está triste
su ajuar: miles de millones
de criaturas,
miles de millones de astros
y todos bajo su poder,
una fortuna que embriaga
a cualquier hombre,
y a cualquier ser,
pero, muerte,
tu amante se asustó,
¿acaso no lo suponías?
eres la más hermosa del mundo,
ya te lo confesé,
y la más rica, y la más tierna,
pero cuál es el precio
de todo esto…
tu amante se asustó porque
cualquier hombre quiere engendrar
y tú, ¿acaso tus muslos son buenos?
¿acaso tu útero no está seco?
todos tus hijos son adoptados
y cuidas de todos como si fueras
su madre,
pero, muerte bonita y tierna,
los hombres quieren ser padres,
quieren tener primogénitos
y tú, muerte, aunque te cases,
serán engañada,
con otra, que puede
cuidar mejor de sus hijos,
que puede engendrarlos
y parirlos
por eso te digo
que no esperes más
tu amante de ojos claros
se escapó con la vida
Los imaginé muertos
los imaginé muertos
a cada uno de ellos
muertos, paralizados,
débiles, sin esperanza
de volver a vivir como antes
porque a fin de cuentas
aunque a todos los quería
a ti te quiero más,
porque ellos no tienen
tus ojos de paloma
o tu donaire de princesa
ellos no saben
lo que es sufrir y callar
y volver a callar
cada sensación e inquietud
y tú eres fiel como nadie más
al final todos nos entregamos
a tu delicadeza
a tu ternura y piedad,
porque incluso tú,
muerte, nacida del amor,
eres compasiva y de buen corazón
se lo devuelves todo
al quien le pertenece
Carta a la muerte
querida muerte:
no sé de dónde llegarás,
pero te lo explico:
mi calle es la “Anna Ajmátova”,
lleva el nombre de la poeta
con la que te reuniste hace
algunos años,
mi apartamento queda justo
enfrente del jardín
donde los pajaritos cantan
y construyen sus nidos,
y donde los niños juegan
y enojan a sus madres…
mi balcón es grande,
lo reconocerás:
los geranios se mecen
en la barandilla
todos teñidos de rojo,
todos orgullosos
de ser mejores que las rosas…
suelo estar en la sala,
pero, ¿quién sabe?,
podría estar en la cama de mi cuarto,
queda justo al lado del balcón…
si la puerta está cerrada,
no te enfades,
solo golpea y te abriré,
te invitaré a tomar un cafecito
porque en los últimos 20 años
te he extrañado,
hablaré contigo
como lo hacen las amigas viejas,
te contaré los nuevos chismes
y estrenaré mi nuevo vestido,
fumaré un cigarrillo
o dos
o tres
o más
y pediré a que te quedes
a dormir en mi casa una noche
o dos
o tres
o más
porque sé que tú también
me has extrañado,
pero yo a ti más,
nadie tiene tus ojos de paloma
y tu donaire de princesa,
pero… si decides irte
lo entenderé
secaré mis ojos
con un pañuelo,
expulsaré la nostalgia
y buscaré otro camino…
pero tú,
tú no te quedes sola,
busca por alguien
que te hable en las tardes
de otoño
como yo te hablaba,
dejando mi corazón
en tus manos,
viéndote en los ojos
con mi más honesta cara,
busca por alguien
que te haga feliz
y que comparta
los últimos sorbos de café
contigo,
porque es cada vez más fácil
que te engañen,
así que ten cuidado…
de noche ponte
la manta que te regalé
e intenta acordarte de mí
aunque sea de vez en cuando
yo buscaré otro camino
otro destino sin ti….
querida muerte:
y si quiero encontrarte,
¿dónde busco tu casa?
Adriana Vasíleva. Nació en Sofía, Bulgaria. A los 10 años empezó a estudiar español y a partir de entonces su vida está estrechamente relacionada con la lengua, la literatura y la cultura del mundo hispanohablante. Como estudiante de secundaria en el Instituto Bilingüe de Bachillerato “Miguel de Cervantes” empezó a asistir a las clases de Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Sofía “San Clemente de Ohrid”: aventura a la que le inspiró la lectura de “Pedro Páramo” a los 13 años y de “Cien años de soledad” a los 15. Se graduó en el 2016 e ingresó como laureada de la Olimpiada Nacional de Español en la misma universidad, donde estudia Filología Hispánica. Fiel amante de la escritura y los idiomas, considera que el mágico don de la palabra es el mejor don con el que el hombre fue dotado. Sus temas predilectos son la muerte, la locura, los sueños, los recuerdos y el amor. Además de poesía, compone relatos cortos tanto en español como en búlgaro y actualmente está escribiendo su primera novela “Anamnesis”.