Poesía italiana medieval: Bartolomea da Matugliano. Traducción de María Rosal Nadales
A continuación presentamos una serie de poetas italianas, realizada por nuestro editor de contenidos Carlos Sánchez Ramírez. La muestra se toma del estudio Poetas italianas de los siglos XIII y XIV en la Querella de las mujeres (ArCiBel Editores, Sevilla 2012), escrito por las autoras Mercedes Arriaga Flórez, Daniele Cerrato y María Rosal Nadales.
Bartolomea da Matugliano
Traducción de María Rosal Nadales
(Selección de Carlos Sánchez Ramírez)
Ínclito, generoso, claro Duce
Carlo Cavalcabue, auténtico Marqués
de Viadana, donde gran fama luce.
Magnánimo, benigno, alto, cortés,
de Cremona dignísimo Señor,
de Lombardía el más alto interés.
A ti Bartolomea, por su honor
se brinda y te desea gran salud,
la que mereces en tu dignidad.
Tengo en mis manos las cartas doradas
llenas de cumplidos, que me ofreces
más que dignos de mí, de tu virtud.
Que tu acento valioso me acrecienta
mucho más de lo que yo me valoro
en los asuntos de la fama incierta.
Ni el amor de Citerea con desdoro.
ni saeta dorada punzó mi corazón,
sino Diana, que por diosa adoro.
Sus sublimes virtudes, mi bastión,
no como Aracne, en las telas mías
siempre la represento con pasión.
Pues gozo relatando en toda hora
los hechos de Lucrecia, cuya muerte
es vida para quien su muerte llora.
Inclito, generoso, e chiaro duce
Carlo Cavalcabue, vero Marchese
di Viadana, in cui gran fama luce.
Magnanimo, benigno, alto e cortese,
di Cremona dignissimo Signore,
antico onor del Lombardo Paese;
Bartolamea con riverente core
a te sì raccomanda, a te salute
manda, qual si conviene al tuo valor.
Io ho nelle mie man le carte aure
piene delle gran lodi, che mi dai
degne più, che di me di tua virtute.
Che il tuo suon valoroso mi fà certa
d’esser assai più, ch’io non mi credea
nelle cose di fama ornata, e sperta.
Ne fuor d’onesto amor mai Citerea
non punse il cor col vago stral dell’oro
ma Diana tenuta ho per mia Dea.
Le sublimi virtù di questa adoro,
e nelle tele mie, non come Aragne,
le figuro sovente, e le coloro.
Godo esprimendo ancor l’opere magne
di Lucrezia famosa, il cui morire
é vita a chi di tal morte non piagne.
Bartolomea Mattujani: Los biógrafos de Bartolomea Mattujani, o Mattugliani la definen “bella, savia, erudita”. Dolfi sostiene que pertenece a una noble familia boloñesa. En la poesía de Bartolomea figuran amazonas, reinas y vírgenes famosas, pero también algunas mujeres relacionadas con las letras, como Cornelia, Sulpizia, lo que demuestra su conocimiento de estas autoras, aunque fuera indirecto. La novedad en la tradición fue esa: Bartolomea acude a una genealogía femenina, construyendo una galería de mujeres reales ilustres, pero también personajes mitológicos, que apoyan su elección de mantenerse célibe, sin ataduras amorosas.[1]
[1] Semblanza construida a partir de los estudios de Mercedes Arriaga Flórez