Poesía

Poesía indígena de América: Vanesa Gallardo Llancaqueo (Argentina). Selección de Melina Sánchez

 

 

 

Fotorafías: ©Marion Prieto

 

 

Las dos fotos son de la marcha del 24 de marzo, aniversario de la última dictadura militar. La marcha es en el Sur de Argentina

 

 

 

 

Vanesa Gallardo Llancaqueo pertenece al pueblo mapuche. Nació un 20 de enero, en Furilofche, provincia de Río Negro, al sur de Argentina -para los mapuche Puel Mapu- vive, enseña y escribe allí. Es madre, comunicadora, profesora de literatura, militante indígena, docente de lengua mapuche y poeta. Condujo junto a otros lamgen un programa en Radio Nacional LRA 30 llamado Mapuche wall pule zungun.  Formó parte del equipo de mujeres que realizó la columna Sin pedir permiso. Poéticas del Wallmapu, junto con Marion Prieto y Virginia Schuvab, que se emitió por LRA 53, actualmente los episodios se pueden escuchar en Spotify, son poemas de Liliana Ancalao, Viviana Ayilef, Daniela Catrileo, Maribel Mora Curriao, Adriana Paredes Pinda, Roxana Miranda Rupailaf, todas ellas autoras mapuche. Participa activamente de la escena cultural mapuche. Sus poemas pueden leerse en sus redes sociales y se escuchan en eventos en los que se encuentra con otros poetas de la Patagonia.

 

 

 

 

Poetas indígenas de América

                                                                     

Vanesa Gallardo Llancaqueo (Furilofche, Río Negro, Argentina)

Selección de Melina Sánchez

 

 

 

I

 

Ahora que no me recuerda,

que me confunde con otra persona;

el aroma del paico

suspende en el aire una imagen

Ñi chuchu quema azúcar con una brasita incandescente de la económica

y el agua hervida en la taza

emana este aroma que, ahora, crece al costado de la casa.

A veces, ñi chuchu amanece nublada.

Igual que ese día de otoño en La Aguada.

Todo el día fue gris, pero al atardecer

el sol alumbró allá adelante, en las bardas.

Al verlo, ñi chuchu dijo de repente:

“¡wiño koni antü!-Así sabía decir mi papá en mapuche- Miró pa' atrás el sol"

Un haz de luz de su memoria miró pa’atrás

y nos alumbró el futuro

con ese relato de infancia.

Wiño koni antü-

Aunque ñi chuchu algunos días permanece nublada,

aún conserva el aroma de los lawen del campo:

tomillo, pañil, paico, alfilerillo

 

(Chomügen 2021)

 

 

II

 

Mi padre hoy cumpliría 60.

Se fue intempestivamente

un domingo, puntual a las 18.30 hs, a los 41.

Se llamaba Jorge y le gustaba mucho cocinar.

De varias de sus comidas favoritas está hecha mi memoria.

El milcao que solo valía degustarlo, si se preparaba entre todos.

La lasaña cuando venía ñi kuku, a pasear.

La cazuela de piure, un largo viaje del mar a la cordillera.

El mürke con agua tibia y azúcar, en los desayunos de verano.

El mote con compotahumeante de manzanas, en invierno.

Cada tanto nos reencontramos en esos sabores.

Y hoy celebro esa memoria

cuidadosamente alineada.

 

 

III

 

Chem am ta Tropa Chüm?

Chem am ta Yanke Neu?

Esta lengua

no es mi madre.

Es lengua del apropiador

de la madre

de la madre

de la madre

de mi madre

Chem am ta Llancaqueo?

Chem am ta Cumilaf?

Chem am ta Llanquin?

Feyta püron

al pronunciarte

püron

taiñ txapumetew

püron

para volver.

püron

taiñ tükulpafiel

 

A la memoria de nuestras abuelas apropiadas por genocidas. Pewügen 2021

 

 

IV

 

EL CUERPO HABITO

 

Jamás estuve

en recuperación territorial.

“Cobarde”

 

Sí, me gusta leer y escribir.

“Ñañakona”

 

Apenas me he atrevido

a recuperar la soberanía

territorial del cuerpo.

 

Mi cuerpo.

 

Corté alambrados

para el kewün y el rakizuam.

Cultivo

el placer

en cada centímetro.

Defendí

la soberanía territorial

con todo el cuerpo,

para que nadie

nunca más

se atreva

a obligarme a parir

sin gozo.

 

Vencí.

 

Y fue lawen

para la mujer de mi ombligo.

 

Canté y sembré

placenta

Con el newen de las ñaña

y algún lamgen.

 

Y cuido los renovales.

 

Héctareas de memoria

a puro witxal y gütxamkan

 

recuperé

 

Felisinda y ñi chuchu

mongelekayay rumel

en la manta

que me acompaña

al lelfün.

 

Ñañakona sí,

pero

de tu patriarcado