(Poesía breve anónima de China): Los deseos del corazón. Traducción de José Vicente Anaya
Los primeros poemas que se conocen (como los del Shih King) estuvieron compuestos por versos (o líneas) de cuatro palabras (recordemos que el idioma chino es básicamente monosilábico, aunque en su evolución ha llegado a las palabras compuestas, y no utiliza pronombres, artículos ni otras partículas de las lenguas occidentales). Más o menos a partir del año 200 a. C. los poemas se escribieron con versos de cinco o siete palabras, clasificados por los estudiosos como ku-shih (poesía antigua) o ku t'i (estilo antiguos); éstos no tenían límite en el número de versos. Tiempo después, a partir del año 600 aproximadamente, se estableció la norma de que los poemas debían tener el límite de sólo ocho versos (los cuales seguían siendo de siete o cinco palabras --esta combinación de 5 y 7 palabras influiría la medida japonesa del tanka y el haiku--) y fueron clasificados como lü-shih (poesía regulada) o kin t'i (estilo moderno).
José Vicente Anaya
(Poesía breve anónima de China)
Los deseos del corazón
Traducción de José Vicente Anaya
VERDE, VERDE...
Verde, verde se extiende el pasto
junto al río.
Frondosos, frondosos los sauces
en el jardín.
Anónimo
RÁPIDO SE SECÓ...
Rápido se secó el rocío,
aunque mañana volverá.
Sólo el que cae en la tumba
no vuelve.
Anónimo
MI AMADO...
Mi amado se iba a Yangchow
y decidí irme con él.
En cuanto me abrazó, sentí
que el río dejaba de fluir.
Anónimo
HOY DORMIRÉ...
Hoy dormiré junto a la ventana.
Ven a jugar. Entrepiernados y
entre besos ¡nada le importará
el tiempo a nuestro amor!
Anónimo
A MI ESPOSO
En mis sueños te veo regresar.
Si estoy despìerta no te encuentro.
Te envío mi retrato, así
día y noche estaré contigo.
Anónima (c. 618)
PERLAS DE ROCÍO
Las perlas de rocío sobre el loto
se escapan de mi mano. Al agua
la cambia hasta el suave viento.
Así eres tú, mi cruel amada.
Anónimo (dinastía Ming, c. 1650)
CIRUELO FLORECIENTE
Busqué la primavera y no la encontraba.
Mis sandalias caminaron por montañas
tupidas de nubes. A mi regreso percibí
el olor del ciruelo floreciente. ¡En el
extremo de una rama hallé la primavera!
Anónimo
José Vicente Anaya (Villa Coronado, Chihuahua, México, 1947-2020). Poeta, ensayista, traductor y periodista cultural. Fundador del movimiento infrarrealista. Ha publicado más de 30 libros, entre ellos: Avándaro (1971), Los valles solitarios nemorosos (1976), Morgue (1981), Punto negro (1981), Largueza del cuento corto chino (7 ediciones), Híkuri (4 ediciones), Poetas en la noche del mundo (1977), Breve destello intenso. El haiku clásico del Japón (1992), Los poetas que cayeron del cielo. La generación beat comentada y en su propia voz (3 ediciones), Peregrino (2002 y 2007), Diótima. Diosa viva del amor (2020), Mater Amatisima/Pater Noster (2020) y Material de Lectura (poesía Moderna, UNAM, 2020), entre otros. Ha traducido libros (publicados) de Henry Miller, Allen Ginsberg, Marge Piercy, Gregory Corso, Carl Sandburg y Jim Morrison. Ha traducido a más de 30 poetas de los Estados Unidos. Ha recibido varios premios por su obra poética. Es miembro del Sistema Nacional de Creadores CONACULTA-FONCA. Formó parte de la Sociedad de Escritores de México y Japón (SEMEJA). En 1977, funda alforja. REVISTA DE POESÍA. Desde 1995 ha impartido seminarios-talleres de poesía en diferentes ciudades de México. Ha asistido a encuentros internacionales de poesía y dado conferencias en varios países como Italia, Estados Unidos, Colombia y Costa Rica. Colaboró en la revista Proceso.