Poesía bengalí: Razu Alauddin (Shariatpur, Bangladesh, 1965). Traducción: María Helena Barrera-Agarwal

 

 

 

La presente selección realizada por Fernando Salazar Torres pertenece al libro Secretamente he dibujado el mapa del deseo (Título original en bengalí: Akangkhar Manchitra Gopaney Enkechhi). La traductora al español por María Helena Barrera-Agarwal.

 

 

Bangladesh es un país particularmente apasionado por la poesía. Son tantos y tan notables sus poetas que todo antologista debe, por fuerza, resignarse a lo imposible de su trabajo: jamás será posible compendiar de modo legítimo una muestra razonable del talento multifacético de una nación tal.

La pasión por el lenguaje se halla al origen del misterio que es la lírica bengalí. Cuando, luego de la Partición del subcontinente indio, Paquistán del Oeste quiso imponer el urdú como idioma oficial y único, los bengalíes se negaron rotundamente a tal imposición. La resistencia terminaría por suscitar la guerra de liberación de Paquistán del Este  y el nacimiento de Bangladesh como país independiente.

Es dentro del contexto así originado que los poemas de Razu Alauddin deben leerse. Periodista profesional, estudioso del legado de autores como Kazi Nazrul Islam y Rabindranath Tagore, por un lado, y de Octavio Paz y Jorge Luis Borges, por el otro, es un autor en el que la visión lírica se conjuga con un conocimiento profundo de la realidad social y de la tradición poética mundial. Tales rasgos se manifiestan en sus versos con sobria maestría.

La presente colección posee como característica esencial la profundidad de un oficio poético trabajado desde múltiples puntos de vista. En ella encontramos meditaciones universales sobre la situación de los inmigrantes, exploraciones sobre el afecto, cuestionamientos sobre la opresión y la tragedia. El universo poético de Alauddin es amplio y está marcado por una sinceridad que trae a la mente aquella de otros, muy celebrados vates. Séame permitido compartir con el lector de habla hispana una obra que merece explorarse y compartirse.

María Helena Barrera-Agarwal

Brooklyn, octubre de 2016

 

 

Razu Alauddin (Shariatpur, Bangladesh, 1965)

 

Loa a la noche

 

Ven, noche, patria mía

Entra a la cueva de mi vida casi exhausta

No he salido aún de tu matriz

Mi hogar es la extensión brillante

Sé que la Fuente de ésta luz es

Esa cruel y oscura roca

Apretada aún, continuamente

Por las manos de violentos asesinos.

 

Ven Hajr–e-Aswad[1]

Saquéame

Antes de que haya sido totalmente destruido por la luz homicida.

 

Ven, noche, madre mía

Tómame en el borde de tu sari

Y empléame como un punto de luz en tu bandera cósmica.

 

 

 

La tercera voz

(Para Anwar y Lata)

 

El alto cielo fluye en caída

Murmurando en mi oído

Como si la suave melodía

Quisiera despertar la vida

Con una sed de fuego.

 

Empero, para reconciliación

Digo, escondiendo mi rudo corazón,

Escuchando lo que debo saber

Y tú continúas hablando:

 

¿Mediante? Mi dama, escucha

Con el corazón lo que debo decirte

Tu señor está bien en el extranjero

Aún si no he recibido

Ninguna carta suya aún.

¡Hola! ¿Quién habla en el medio?

 

¿Me escuchas?

Ultimamente qué mal está el teléfono.

El intermediario ha emprendido el saqueo

(La estatua de nubes en el cielo)

Comunicación entre dos islas.

 

De todos modos, ¿por qué ese día al teléfono

Expandiste una soledad terriblemente?

¿Por qué sacudiste mi espacio mental

Con la atracción de lo lejano?

 

¿Estoy solo aquí entonces?

Como tu empleo el día entero

En la matriz de la casa,

Penando como un embrión

¡Pero tú no lo ves, abandonado!

 

Como tú, soy también un gusano del dinero

Creciendo en la matriz de la economía de mercado

Cuánto más habrá de crecer la soledad

¿Es periferia todo lo que nos rodea?

 

¡Ah! ¡Cómo desearía destrozar

La estructura que nos rodea!

He de venir a ti

A través de la matriz de la civilización

Entre un terror amplio y apocalíptico.

 

 

 

Progreso

 

Y después de todo,

cada cosa que hacemos

es progreso. – C. Cavafy

 

En el humo que emerge de la ciclópea chimenea de la fábrica

En el orín químico, la explosión nuclear y la radiación

En el condón abandonado y en el embrión en la basura

En la impotente depresión de la aislada juventud

En la sorpresiva eyaculación del sueño depresivo y sin sentido

Alrededor de nuestro enorme hotel-pene

En el olor de pequeñas chabolas

En el avasallador vómito después de la borrachera

En la secreción del semen del joven fuera de los genitales de la sirvienta

En la corrupción de los burócratas y de las élites

En el sueño expulsado flotando en la sangre de un activista político

En el flujo sanguíneo de la muchacha violada y acuchillada

En la saliva de los líderes políticos durante sus discursos

En la construcción del túnel secreto de la economía

Efectuada por los altos funcionarios del gobierno, en la explosión terrorista,

Absorbiendo, drogas, cocaína, heroína, cannabis, tabaco

Nuestros días de ropa de gala se ensucian, centímetro a centímetro

Ningún tratado de paz o de control de armas

Los vínculos secretos del General con el terrorismo o con la mujer

No pueden evitarse ahora

A pesar de ello, un silencioso y aislado Sísifo

Limpia nuestros feos días con el jabón de la luna

Y los tiende a secar en la hierba de la tierra

Empero, antes de usarlos

Los habremos manchado de idéntico modo

En que fueron entregados.

 

Mientras los demonios se visten de belleza

Seguimos arrastrando su maldita impureza.

 

 

 

Poesía nano

 

De sol a sol

 

Mira el embrión rojo

Del día lejano en la lluvia

He aquí el cuerpo sangrante

Diseccionado por un tren

 

 

Sucesión

 

Mi pasión esencial perece en verde

La sucesión de vidas parpadea como una luciérnaga.

 

 

Similar

 

Te recuerdo cuando voy a cualquier bosque

Te recuerdo cuando me baño en cualquier pozo.

 

 

 

Identidad

 

¿Dónde está mi país?

¿Es México o Bangladesh?

¿Nació mi patria

Mucho antes de que yo

En Bangladesh como en México?

 

Todos los océanos del mundo cantan mi himno nacional

Mi bandera está impregnada de todos los pastos y de todos los desiertos

Los poemas inmortales del mundo son mi lengua materna.

 

 

 

Igual. Diferente.

 

Delta extraño y ajeno, dime,

¿Quién eres y de dónde vienes?

He venido de lo profundo del océano

Por años, he estado en esta orilla

Soñando en el suave fuego de innumerables estrellas

En el arco azul del cielo.

 

En un lado, amigables, China, Nepal y Burma

Del otro, el abrazo de India

Más lejos, en Asia, Europa o América Latina

¿Acaso no están cerca de mí?

Sueño en ellos igual que ellos sueñan en mí.

 

No la América de Obama, Reagan o Bush,

Sino aquella de Whitman en mi sueño

En la música de otros en su propia entidad

Soy el sueño de Emerson en los himnos de Brahma,

Soy el sueño del dolorido corazón de

Ibn Batuta, Al Beruni y Marco Polo.[2]

Vi mis sueños ardiendo como fragmentos de diamante.

Los mercadores europeos vinieron

A por mis riquezas y por mi belleza.

Borges disipó su vida

Con el sueño de mis rosas y mis tigres.

¿No soy acaso como las estrellas lejanas?

Mi masa se condensa en infinita densidad.

Soy el espejo de lo inmenso.

No hay otro país, excepto yo

Que puedas llamar grande.

Si hay otros grandes, yo también lo soy.

 

Mi poesía, música y sabiduría

Son este mar salado, lenguaje querido.

 

 

 

Traducción de un sueño

 

Cuando la camilla del sueño me abandona en la remota morgue en secreto, mis mejores poemas comienzan a murmurar como un río turbulento. Alzan sus cabezas apoyadas en la erecta columna de su postura distintiva. Sus cuerpos están cubiertos de pantalones de oculta soledad. Cada uno de sus cuidados y limpios cuerpos de familia son tocados por la cúspide de la afección. Han nacido de mi semen y, sin embargo, no son mis hijos. Me abrazan en el fango de la mezquindad y se marchan. A veces se quedan, esperando en el arco de un cielo infinito, transformándose en pequeñas estrellas, como si la furia del desarraigo corriera por sus venas. Están tan aislados, atrapando en su interior el solitario y profundo sonido del sedimento del tiempo, desligados de cualquier comodidad de progreso en su estado.

 

Cada día muero en un abrazo profundo del sueño. Y ellos se elevan, como si fuesen el equipo que compite contra mí en mis juegos de niño. Me inmolo en el violento fuego de la aflicción como un fénix. Y ellos nacen de mis cenizas y roban la transformación más pura de mi nacimiento. ¡Y volando se marchan!

Ellos son como Tiresias el maldecido, puesto que han visto a través de mí la escena más cruel y prohibida; una aristocrática dama ateniense bañándose en sangre humana. ¿O acaso observaron la economía? Son Tiresias de la sátira y de la ironía, porque revelaron cómo Edipo tornó impía la madre patria a través de continua copulación.

Cuando me levanto y dejo el mezquino abrazo de la muerte, luego de escuchar el traqueteo de los poemas, ellos se marchan rápidamente, como una persona declarada non grata, como un niño que se marcha a hurtadillas, avergonzado de haber sorprendido a una pareja haciendo el amor en una casa.

De tal modo mis mejores poemas me evaden todos los días. Canto siempre como un devoto pescador, con todo mi deseo ardiente en la piel del mundo. Ellos nunca vienen a mí en su forma complete y grácil. Tan solo el rojizo desplazamiento del espectro que emiten me afecta en ocasiones indebidamente.

… Y me mantiene sojuzgado día a día.

[1] Hajr-e-Aswad, en árabe  الحجر الأسود‎‎, es la piedra considerada como una reliquia sagrada de la religión musulmana, que se encuentra en la esquina oriental de la Kaaba. (Nota de la traductora.)

[2] Los tres nombres evocan figuras de grandes viajeros de diversas épocas. (Nota de la traductora.)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Razu Alauddin. Aunque ha publicado más de veinticinco libros de ensayos, traducción y poemas hasta el momento, solo tiene una antología de poemas en su haber, porque ha optado por la calidad en lugar de la cantidad tal como lo hicieron Baudelaire, Rimbaud y Whitman. Por lo tanto, esta antología ha resultado ser una bomba de profundidad capaz de explotar astillas de sutiles pensamientos y estética. En muchos de sus poemas de amor en esta colección, ha transformado la expresión mundana de un amante estereotipado en discursos blasfemos. Por otro lado, en sus poemas patrióticos se ha vuelto global y abrazado al violar deliberadamente las fronteras del parroquialismo. Con la ayuda de una única antología de poemas, ha podido tocar melodías multitudinarias. En el mundo contemporáneo de la poesía bengalí, es un ejemplo único de coexistencia de sutileza y protesta, como si se hubiera elaborado un mapeo secreto de la aspiración para el futuro.

Conocido como el padre de la poética nano, Razu Alauddin nació el 6 de mayo de 1965 en Shariatpur, Bangladesh. Su búsqueda académica y de crecimiento tuvo lugar en Dhaka. Razu comenzó su carrera como periodista, pero tomó una profesión diferente cuando vivió en México durante diez años. Él vive en Dhaka ahora. Ha traducido profusamente tanto del inglés como del español, y también ha escrito ensayos sobre literatura vernácula y extranjera. Hasta ahora ha traducido poemas seleccionados de George Trakl, C P Cafavy y Ted Hughes y editado cinco volúmenes de obras de Jorge Luis Borges en bengalí. Recientemente ha publicado un trabajo de investigación sobre Rabindranath Tagore en América Latina, cuyo segundo volumen saldrá pronto. Razu Alauddin se ha convertido en una personalidad aclamada por sus escritos sobre literatura extranjera, así como por su traducción del español original al bengalí.

Ha participado en numerosas conferencias organizadas por universidades y organizaciones literarias.

1, conferencia literaria sobre literatura latinoamericana organizada por la Universidad Jahangirnagar en 2009.

  1. Conferencia internacional sobre magia y literatura: 27-28 de mayo de 2016, ULAB
  2. Lectura de poemas de Razu Alauddin en español y bengalí, 8 de agosto de 2018, en Casa de poesía Silva, Bogota , Colombia.
  3. On Translation organizado por la Universidad BRAC.
  4. Perticipa en Festival Internacional de Poesía de Guayaquil Ileana Espinel Cedeño 2019, Ecuador.

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