Poesía argentina: Amelia Biagioni (1916-2000)
La poeta Marta Cwielong (Argentina) prepara una selección de poesía argentina. Nos acerca a sus tradiciones, una de las más destacas de nuestra lengua del siglo XX hispanoamericano.
Amelia Biagioni (1916-2000)
Selección de Marta Cwielong
Tuvo una vida solitaria. Hay poco sobre su biografía, en todos lados repiten, “amó y fue amada”.
Manifiesto
Yo me resisto,
en la calle de los ahorcados,
a acatar la orden
de ser tibia y cautelosa,
de asirme a la seguridad,
de acomodarme en la costumbre,
de usar reloj y placidez,
aventura a cuerda,
palabra pálida y mortal
y ojos con límites.
Yo me resisto,
entre las muelas del fracaso,
a cumplir la ley de cansarme,
de resignarme,
de sentarme en lo fofo del mundo
mortecina de una espada lánguida,
esperando el marasmo.
Yo me resisto,
acosada por silbatos atroces,
a la fatalidad
de encerrarme y perder la llave
o de arrojarme al pozo.
Con toda la médula
levanto, llevo, soy el miedo enorme,
y avanzo,
sin causa, cantando entre ausentes.
CADA DÍA, CADA NOCHE
Cada día
me levanto sin nombre,
y en la nuca
una sombra
tenaz, ajena, a filo,
me acusa desde siempre;
y la culpa
total, indescifrable,
entera, me usurpa,
no sé quién soy, me oculto, huyo,
y me pierdo extranjera.
Hasta sentir,
cada noche,
una luz
fiel, entrañable, mansa,
que vuelca desde siempre
río, libélulas, sol, trébol
en mi cabeza más lejana,
y le apoya
alguna, aquella mano;
y cuando empiezo a recordarme,
un ruido sucio, espeso,
de sombra,
se interpone en la nuca
y despierto
sin nombre.
Decir
3.
Cuando recibo una palabra inesperada
la retengo y vigilo sus diferentes porvenires
hasta que alguno de ellos
de pronto se recuerda se incorpora
y no hay palabra ya
sino un gran viento que me empuña.
5.
Persiguiéndome por los ríos
espero alcanzarme en el mar
y encontrar en mi infancia
un dios irresistible
un sonido que abra y cierre a los otros
como un nocturno barco surcando un arpa.