Poesía

Poemas inéditos de Luis Luna (Madrid, 1975): Enser

 

 

 

Presentamos una selección de poemas inéditos, como primicia, que forman parte del nuevo libro Enser.

 

 

 

Luis Luna (Madrid, 1975)

 

 

 

 

Acaso no pueda irse quien sabe que la ceniza permanece, quien sabe que la sangre permanece, que el rastro de las heridas permanece hasta que todos lo olvidan. Y aunque sabes que la herida es finalmente un camino de la luz al interior no puedes irte y olvidar. En ti, como en los árboles, deben pender los inviernos y los nombres, su consistencia de sal y de aguacero.

 

 

 

 

 

*

 

Una mujer de negro recorre los caminos, intenta buscar las patatas plantadas en la muerte, con el abono caliente de los cuerpos en descomposición. Una mujer de negro que a veces vuelve y a veces no. Canta canciones, se encorva, se recrea en las cocinas de la escasez, donde la tierra es negra como los ojos de los cuervos. Canta ahí en la memoria de quienes lo saben, todavía canta aquí tras los cristales del tiempo de las ruinas.

 

 

 

 

 

*

 

Hay una canción, tú la sabes, que duerme a las niñas que hay en ti. Una canción que comienza en el último recodo del camino, que no es camino, antes de las alambradas y las puertas de madera. Una canción que continúa en el silencio de la tierra mojada y que se canta con los pies, con los zapatos de madera y con las vendas y los papeles de periódico con noticias perdidas en el desaguadero de la nieve. Una canción que se extiende por la lluvia y el hielo de las cocinas, por las ramas de los árboles que ves siempre, por sus hojas que caen en el suelo de la memoria y se alzan hacia el cielo donde la ceniza se hace nube y sigue lloviendo aunque los años pasen, aunque todos los cadáveres se hayan ya descompuesto en los barrancos del olvido. Una canción que sigue cantándose, tú lo sabes, en los ojos de los mirlos que llegan ahora a la casa donde habitas y cantas.

 

 

 

 

 

*

 

Hay un libro en tus ojos, hay un libro que enseña a coger las ortigas y frotarlas por el cuerpo para conseguir el calor que falta en los rincones. Un libro donde hay hombres de pie que recitan sus versos del sábado. Hay páginas de libro que se desprenden en ellos, en las mujeres parturientas como pájaros tristes, como mies segada antes de la cosecha. Hay páginas del libro en los trenes donde el cielo no existe y la luz es una sílaba rota en las manos de un anciano tocado con sombrero. Hay páginas del libro que se caen por los edificios abandonados, que se leen en las hogueras antes de ser quemadas. Hay páginas del libro que habitan en los chalecos rotos de los bailarines de la desolación. Hay muchas páginas que se quedan en blanco antes de ser escritas, como nombres que son arrancados de los buzones de una casa de vecinos. Hay páginas del libro en los ojos de una niña que corre entre los árboles, antes de ser un campo de amapolas cercado por el hielo. Hay páginas del libro entre las manos de un linotipista que trabaja en la imprenta de las esperanzas donde se come el acebo amargo de las desapariciones. Hay páginas del libro en las voces de quienes se despiertan entre púas y gritos. Hay páginas, muchas páginas que describen el modo en que la oscuridad de los tejidos debe ser impuesta. Hay páginas en tus ojos. En las calles de sitios que ya no existen.

 

 

 

 

 

*

 

Tus manos son urnas funerarias. Acogen toda la ceniza que queda en suspenso en las noches de los lirios y los crisantemos. Recoges con ellas las pequeñas piedras que amontonas en una esquina donde nadie mira. Son piedras escondidas, como los animales a los que se da caza. Son piedras idénticas a las que los niños arrojan todavía en algunos rincones a quienes consideran distintos como flores raras o piedras desiguales. La piedra que se arroja, la piedra que muestra el respeto a los que mueren es la misma, dices. Solo cambian las manos.

 

 

 

 

 

*

 

Dices que hay una manera de serse en la lluvia, de caer como ella de las nubes blanquísimas y entrar en la tierra para permanecer, para ser la tierra. Esta manera de ser se descubre de pronto, como sabes que ya no te cuentas entre los vivos pero tampoco entre los muertos. Esto sabes, dices, mientras miras los cristales fragmentados de un espejo, mientras acicalas las blancas madejas de tu cabello que vuelven a crecer de ti.

 

 

 

 

 

*

 

Es largo el invierno, es larga su pezuña de frío, su huella sobre los cuerpos todos. En la tierra batida de los pabellones los pasos del invierno avanzan sobre las mantas y las cubren, como si fuesen un camino de carne que se abre a la metralla del hielo. El hielo, como un punzón, como un clavo insistente se abre paso y desvencija las maderas, los cuerpos. Cavas en el hielo una sutura con tus manos, cavas en el largo invierno los nombres de los familiares, de los desconocidos, de los que alguna vez te hablan.

 

 

 

 

 

 

Luis Luna (Madrid, 1975). Doctor en Filología Románica y Licenciado en Filología Hispánica. Es especialista en el estudio del desplazamiento, la frontera y el exilio en la poesía contemporánea. Docente en Escuela de Escritores. Dirige la colección de poesía “Fragmentaria” de Amargord Ediciones. Ha publicado los poemarios Cuaderno del Guardabosque, Al Rihla (El viaje), Territorio en penumbra, Almendra, libro-disco en colaboración con Lourdes de Abajo, con grabados de Juan Carlos Mestre y palabras preliminares de Antonio Gamoneda, Umbilical, la plaquette Helor, con grabados de Miguel Ángel Curiel e Intemperie. Actualmente se ha reeditado su obra Cuaderno del Guardabosque, con la adenda de 64 variaciones sobre paisaje. Su obra reunida ha sido publicada por Artepoética Press en EEUU bajo el título Language rooms. Poesía reunida, siendo portada de la International poetry review por esta obra.

Antologías de su obra han sido publicadas en Francia, Ecuador, Brasil, Italia, Eslovaquia entre otros países. Su obra ha sido traducida al rumano, inglés, portugués, catalán, gallego, eslovaco, francés o chino entre otras lenguas. Participa asiduamente en encuentros nacionales e internacionales, destacándose el Festival de poesía de N. York, el Festival de poesía de Bari, el Festival de poesía de Lisboa o el Festival de poesía de Guayaquil .

 

 

 

 

 

2 comentarios en "Poemas inéditos de Luis Luna (Madrid, 1975): Enser"

  • Buenos días,

    quería saber cuándo se publicará Enser, y en qué editorial. Gracias.

  • Siempre me siento afortunada por haber sido alumna suya. Aprendí ver el negro del blanco y el blanco del negro. Agradecida siempre a Luis Luna

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