Poemas de Víctor Coral (Barranco, Lima, 1968)

 

 

Víctor Coral (Barranco, Lima, 1968)

 

 

Otro poema de amor y van seis

 

Nobody, not even the rain, Has such small hands

 e.e. cummings

 

La belleza detenida en tus cabellos

Turba la verdad de mis sentidos

Abre mundos idos o perfectos

músicas sabias afiladas

un claro en el pensar

en el sentir aún de tu mano

–tan pero tan real –

tocando este cuerpo perdido

volado de imágenes reales.

No sé bien si voy al sosiego

no sé bien si este diáfano

miserable estado será eterno

pero observo tus ojos de cielo de celo

y soy cien mil colgando

de cada uno de tus cabellos y estoy

ciego y resbalo

liso liso hasta el vacío

donde me espera blanca tu mano.

—De Luz de Limbo (2001).

 

 

 

Uchuraccay, un sobreviviente

 

Desde el fondo del valle de la matanza,

una vez idos los turbios invasores,

mi padre recuerda en voz alta:

 

Hace muy poco aquí florecían la retama y la rosa;

la cantuta y el amaranto se peleaban nuestras miradas.

Hace apenas un año en este valle abrevaban los gamos en el puquio

y los halcones buscaban huevos tiernos entre los pinos y robles del bosquecillo.

 

Pero a mí me parece todo eso locura.

Nunca existió tal valle de la vida.

Esto es polvo muerto y desolación;

chirriar de vientos moribundos,

heder de carnes despavoridas. Misterio:

lo oscuro nos marca más fuerte que la vida.

—De Parabellum (2008).

 

 

 

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Poesía:

 

estuve buscando un camino y me encontré contigo

No me ayudaste en nada

es más

me diste siempre problemas

Me dirás: ¿y el reconocimiento?

Y yo te diré:

(con miedo a que me dejes)

te detesto, y cuando no lo hago, vivo.

—De tvpr (2014).

 

 

 

Noche oferente

 

Los animales de la noche no salen

 

                                                                        ya están allí

                                                                        los que no están son tus ojos

 

¿Cómo puede haber tanta gente

andando día y noche sin ojos por la ciudad?

 

Noche de astros que ruedan sobre mi cabeza

 

                                                                                             inútiles

 

porque los astros los llevo cabeza adentro desde siempre

porque aluciné siempre cosas apagadas y tristes

 

Pero una alegría pequeñita ha vuelto

y esa pavesa no la dejaré morir

 

                                                             hasta morir

—De tvpr (2014).

 

 

 

PIERROT LUNAR

 

Cuando saliste de Bérgamo, querido Pierrot,

dejaste la materia, los cuerpos, los ambientes,

pero trajiste contigo una mochila louis vuitton

llenecita de tu mustio y desesperante pasado.

 

Cuando saliste de aquella tu tierra incomparable,

tu semblante viró levemente hacia el semioscuro;

toda partida esconde una secreta transformación,

metamorfósis anímica asentada en ti de por vida.

 

¿Dónde fuiste a dar, Pierrot, con todas tus penas y

años desventurados? ¿Adónde no habrás llegado

a trocar tus pesares por acidulantes vistas del mundo?

¡Tanta filosofía y no saber modular la hybris interna!

 

 

*

 

 

Triste, triste intento el retornar a la Città Alta luego de tantos años.

Triste, querido Pierrot, el no mirar cómo tu alma bella hegeliana

ha sido agriada como una naranja vieja por los anhelos y los años.

¿Qué harás sino bambolear de bar en bar con tus magras burlas

en el viejo Bérgamo que ya no es más viejo como en tu infancia,

que ya ni siquiera es tu infancia pues tu memoria la ha remendado

como si de un muñeco desbaratado y abandonado se tratara, qué?

 

Perdidos están los días, Pierrot, cuando reías sin parar de tus amigos

y con tus amigos, camino al río Morlana, donde intentaban pescar

salmones y terminaban cogiendo gamberetti entre las viejas rocas…

 

Perdida también aquella linda muchacha que te dio su amor limpio

como el cielo de marzo estival de tu tierra y tú, ¡loco!, solo burlaste

su corazón ese verano y ya nadie te amo como aquella bella chica

que ahora descansa bajo una grama verde muy viva y una piedra así

grabada: “Aquí está la chica que amó y siguió amando, y eso valió”.

—Inédito

 

 

 

velocísimo Atoq

 

exhausto yace sobre el cadáver de la madrugada

larga jornada incursiones furtivas fantasmales huidas

llamarada de brumas su figura vulnerando el kaypacha

recintos del hombre donde es ridiculizado temido

 

pero ahora su corazón se aquieta

ha sobrevivido a la noche

 

solitario y sin familia como yo persistes

wajcho inculto dios miserable heraldo nefasto

de la pérfida thojilla un día te sacamos asustado

desollamos tu cuerpo desgajamos tu pelambre

con grasa y sangre tuyas untamos nuestro ganado mientras

como pupila muerta la luna era cubierta por turbias nubes

 

sigiloso sutil incansable se esconde el Atoq

del cielo huye de la tierra huye maquinando patrañas acaso

no sabe no tiene tiempo para saber

que nuestros peores sueños

nuestros deseos tristísimos

veloces también se esconden junto con él

y por siempre recordamos sus sagaces afanes

—Inédito

Víctor Coral (Barranco, Lima, 1968). Estudió Ciencias Administrativas y Literatura en la UNMSM. Fundó la revista literaria Ajos & Zafiros en 1998. Ha publicado los poemarios Luz de Limbo (2001, 2005), Cielo Estrellado (2004), Parabellum (2008), Poseía (2011), tvpr (2014) y Acróstico Deleuziano. También las novelas Rito de paso (Norma, 2008) y Migraciones (2009). Poemas, reseñas y ensayos suyos han sido publicados en Letras Libres, Periódico de Poesía, Luvina, Círculo de Poesía, Letralia, Revista de Crítica Literaria Latinoamericana, Hueso Húmero, entre otras. Ha hecho periodismo cultural en su país en los diarios La República y El Comercio.

2 comentarios en "Poemas de Víctor Coral (Barranco, Lima, 1968)"

  • el junio 1, 2020 a las 3:20 am
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    Muy buenos los poemas. Me impactó el de Uchuraccay. Buena Salud yocayo.

  • el junio 2, 2020 a las 12:59 pm
    Enlace permanente

    Muy bellos , Víctor, siempre me conmueves y enorgulleces, un beso hermanito…

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