Poemas de Valentina Colonna (Italia). Traducción de Antonio Nazzaro
Valentina Colonna (Italia)
Traducción de Antonio Nazzaro
La felicidad anda por la calle
con una bici desconchada y un vestido
azul. Se alza al pasar
frente a los cafés, a los señores veloz
en la frenada a la vuelta de la plaza.
Ella se va corriendo con sobresalto
por las miradas que se levantan. Va con el aire
en el costado. El manubrio sin pausa
por su cuenta va en círculo por el pueblo. Se alimenta de los muros
blancos, de la luz en los techos a cielo abierto
con los olores, esparcidos por el almuerzo.
Mi Señor, Señor, cada respiro todavía
solo es para mí toda vida que sobra.
***
A mi madre
Te miro, sabes, mientras esparces la mañana para las flores
con tu pequeño rociador rosa con precisa concentración.
Te volteas en una sonrisa las prímulas radiosas
de besos en el alféizar y apareces
niña risueña dulcísima que mueve
en los cuartos el cielo y el aire. Es una carrera rápida
a la puerta del balcón: te asomas de improviso
-el tiempo de bajar las escaleras- y agitas las manos
en un continuo saludar. No para de moverse,
como para tocarme los hombros hasta el carro, acariciar.
Tus ojos tendidos se clavan entre mi pecho y el volante.
En la esquina se vacía un dolor retenido de toda una carencia.
***
Los grandes amores, infelices. No aguantan
el no terminar o solo existir.
Tienen una fuerza nostálgica
en los ojos un todo – alegría que se esparce.
Los grandes amores tan alegres para subir en casa
hasta el último piso y volver bajando las escaleras
que lloran para perseguir un aire que los envuelve.
Vagan en el inmutable de los calmos vacíos.
***
Cuántos años me tardé para abandonar
las vidas que cotidianamente yo criaba.
Cuánto tiempo gastado para volverme otro,
para buscar un reunirse.
He tenido que cruzar interminables confines
para hallar las palabras, extender los brazos para perder
lo que amaba, estrechar más fuerte el mundo,
todo el mar que dentro de mi resonaba.
***
Para ir adelante tienes que pararte a mitad del camino,
dejar entrar la luz en las raíces y de la tierra
al cielo, hasta la tierra del cielo, extender
los brazos y el vientre para recibir la sed en una
cascada, casi cuna o vida sin disminución.
He escogido partir por una fuerza que se abraza
caminando y del silencio nace y vuelve como
antes de tocar. Con dolor he escogido la contemplación
de las flores en primavera, así lozanas en la colina, así
resistentes a los azotes repentinos de la Sierra.
Más pequeñas son las flores que uniéndose osan
colorear las paredes, desubicar la mirada de quien pasa
o enamorar la más distraída de las aves
cuando la lluvia cesa. Con amor, Vida,
aferras tus habitantes y me arrastras
con un dolor de fondo que explota y ríe.
Eres la aldea de tus hijos, la música que te habita desde siempre.
Poemas de Habitaciones de ciudad y otros viajes, Aragno, 2019
La felicità cammina per strada
con una bici scrostata e un vestito
azzurro. Si solleva passando
davanti al bar, ai signori in velocità
nella frenata alla svolta della piazza.
Lei se ne va correndo col sobbalzo
degli sguardi che si alzano. Va con l’aria
tra le coste. Il manubrio senza sosta
da solo in tondo nel paese. Si ciba dei muri
bianchi, della luce nei soffitti a cielo aperto
con gli odori, che diffondono di pranzo.
Signore mio, Signore, ogni respiro ancora
mi è solo tutta vita in avanzo.
***
Ti guardo, sai, mentre diffondi la mattina ai fiori
con il tuo spruzzino rosa in una massima concentrazione.
Volti in un sorriso (le primule radiose
di baci al davanzale) e appari
bambina lieta dolcissima che muove
nelle stanze il cielo e l’aria. È una corsa rapida
alla porta del balcone: tu sporgi in un baleno
– il tempo di scendere le scale – e agiti le mani
in un continuo salutare. Non ferma il dimenare,
come a toccarmi le spalle sino all’auto, accarezzare.
I tuoi occhi stesi si piantano tra il mio petto e il volante.
All’angolo si svuota un dolore trattenuto di tutta una mancanza.
***
I grandi amori, infelici. Non reggono
il non finire o soltanto esistere.
Hanno una forza nostalgica
negli occhi un tutto – gioia che si sparge.
I grandi amori così allegri a salire in casa
all’ultimo piano per riscendere rapidi le scale
piangendo a inseguire un’aria che li tiene.
Vagano nella stasi dei vuoti calmi.
***
Quanti anni ho impiegato per abbandonare
le vite che quotidianamente crescevo.
Quanto tempo speso a diventare altro,
a cercare un ricongiungimento.
Ho dovuto attraversare interminabili confini
per trovare le parole, allargare le braccia a perdere
ciò che amavo, stringere più forte il mondo,
tutto il mare che dentro mi risuonava.
***
Per andare avanti devi fermarti a mezza strada,
fare entrare la luce alle radici e dalla terra
sino in cielo, alla terra del cielo, allargare
le braccia e il ventre ad accogliere la sete in una
cascata, quasi culla o vita senza riduzioni.
Ho scelto di partire per una forza che si abbraccia
camminando e dal silenzio nasce e torna come
prima di suonare. Con dolore ho scelto la contemplazione
dei fiori a primavera, così forti alla collina, così
resistenti alle sferzate improvvise dalla Sierra.
Più piccoli sono i fiori che si tengono e osano
colorare le pareti, spiazzare lo sguardo di chi passa
o innamorare il più distratto degli uccelli
quando la pioggia smette. Con amore, Vita,
afferri i tuoi abitanti e mi travolgi
di un dolore di fondo che esplode e ride.
Sei il villaggio dei tuoi figli, la musica che ti abita da sempre.
Poesie da Stanze di città e altri viaggi, Aragno, 2019.
Valentina Colonna nació en Turín en 1990, en una familia de músicos. Ha publicado los poemarios Dimenticato suono (Manni, 2010), La cadenza sospesa (Aragno, 2015) y Stanze di città e altri viaggi (Aragno, 2019). Invitada por la plataforma europea de poesía Versopolis, en el 2017 debutó en el extranjero: sus textos están traducidos en varios países, incluidos Austria, Alemania, Suiza, España y Eslovenia. Ha sido publicada por varias de las más prestigiosas revistas literarias de Europa, como Manuskripte, Ostra-Gehege, Poetikon e invitada a varios festivales internacionales. Pianista y compositora, se especializó en el repertorio barroco, en la Escola Superior de Música de Catalunya (ESMUC), y ahora se dedica a su proyecto PianoPoetry, con sus composiciones poéticas y pianísticas, con las cuales ha actuado en Italia y otros países. Se licenció con honores y dignidad de impresión en Ciencias Lingüísticas en Turín y está haciendo un doctorado en Humanidades Digitales (Lingüística) en las Universidades de Génova y Turín, abordando la prosodia de la poesía italiana en su proyecto de investigación Voices of Italian Poets. Colaboró en los programas de música de Radio Vaticana.
Es una poeta excelente y guapa! Y sus poemas son muy bonitos, imaginativos Y emocionantes.