Poemas de Antonella Anedda (Roma, 1958) Traducción de Emilio Coco
Esta selección de poemas aparecen en Antología de la poesía italiana contemporánea (La Cabra Ediciones, 2010) compilada por el poeta Emilio Coco, cuyo apoyo fue otorgado por el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes y la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Antonella Anedda (Roma, 1958)
Traducción: Emilio Coco
Veo desde la oscuridad
como desde el más radiante de los balcones.
El cuerpo es el hacha: se abate sobre la luz
alejándola en silencio
hasta el paso más desnudo—a la negrura
de un tiempo que compone
en el espacio pisado por mis pies
una tierra lentísima
—prometida
Nuestras almas tendrían que dormir
como duermen los cuerpos delgados
estar entre las sábanas como una hoja
el pelo detrás de las orejas
los oídos abiertos
capaces de escuchar. Carne
afilada y frágil, hueca
en la oscuridad del cuarto. Hueso leve.
Así la membrana aprieta
la pluma en los hombros del Ángel.
Transparentes son las orejas de los enfermos
del mismo color que los cristales
sin embargo escuchan igualmente
el balanceo de las camas
desplazadas por los brazos de los vivos.
A las cuatro, en los días de fiesta
terminan las visitas. Lentas
las frentes se vuelven hacia las paredes.
En los pasillos vacíos desciende una paz de acuario.
Luces azules arriba y abajo
encima de las puertas
en el borde de los peldaños.
Luces nocturnas.
Los enfermos duermen uno
junto a otro puestos
en camas iguales.
Distinta es tan sólo la forma
de doblas las rodillas
si las rodillas pueden doblarse, distinta
la ola de sus mantas.
Pocos logran incorporarse
como cuando se está enfermo en casa
y cada cama tiene grandes ruedas de metal dentado
resortes que bruscamente
cierran el colchón
o de golpe lo alzan.
La cama chirría, se aplaca.
Luces de Navidad.
El pasillo es una llanura con imperceptibles túmulos.
Con qué silenciosas reverencias se encuentran los pensamientos de los muertos.
Luces de invierno.
En la sala de los enfermos brillan papeles de estaño
el olor a vino sube por el aire.
Si los vivos acercaran sus caras a los cristales empañados
si alargaran las lenguas
sabría a vino el vapor.
Hay un instante antes de la muerte
la noche gira como una llave.
Qué misteriosas señas hacen los faroles a los moribundos,
cuántas sombras dejan los cuerpos.
Las diez. Sobre el mantel un conejo tendido de lado
patadas hervidas espárragos salteados en una cacerola.
Reina en el cuarto una solemne miseria.
Los vivos se llaman como desde barcas lejanas.
Antonella Anedda vive y trabaja en Roma. Ha publicado los siguientes libros de poesía: Residenze invernali (Milán, 1994; 2008, traducido al español por Emilio Coco), Tre stazioni (Faloppio, 1996), Notti di pace occidentale (Roma, 1999, traducido al español por Emilio Coco), Il catalogo della gioia (Roma, 2003) y Dal balcone del corpo (Milán, 2007). Es autora de un libro de ensayos y cuentos Cosa sono gli anni (Roma, 1997). Ha preparado y traducido una antología de poemas y prosas de Philippe Jaccottet (1994) y un volumen de traducciones poéticas Nomi distanti (Roma, 1998). Su último libro de ensayos se titula La vita des dettagli (Roma, 2009).