Nazim Comunale (Reggio Emilia, Italia). Traducción de Antonio Nazzaro

 

 

 

 

Nazim Comunale (Reggio Emilia, Italia)

 

Traducción de Antonio Nazzaro

Revisión de la traducción Elizabeth Uribe Pérez

 

 

 

 

Quiero la dirección de Dios

el número de la casa de la muerte

el estudio mal decorado por el huérfano del Epos

las sillas destrozadas por las blasfemias, de la espera

la nitidez metafísica de un western americano:

el polvo exacto

un vaso astillado

y aquel poco de agua

que no bastará para nuestra sed.

He visto a Ulises en el supermercado Eurospin

en la calle Emilia

como una puta de manual

hinchado y vestido con harapos.

Buscaba su Ítaca

en el Océano Hipermercado

de los Grises Sábados Occidentales

mientras su rostro se decoloraba

en el charco

mientras el alma se ahogaba

en el vértigo y en los manuales en forma de nube.

Lejos como una muñeca química

como una metáfora usada

como un cangrejo

el amor huía aún en un hoyo en la arena

hijo sietemesino de la rendición

ávido de marea, de retórica

y los cretinos estarán siempre pálidos

en sus asambleas

con la vehemencia miope de los pulgares

la vulgaridad de mujeres opacas, eventuales.

Otras palabras delgadas y superfluas

en el denso aburrimiento de los calendarios

y otros altares consagrados a la rabia:

autobiografía de una nación.

Quiero la dirección de Dios

para pedir arena y venganza

contra la ferocidad de la idiotez

contra la melaza hipócrita

quiero un diluvio definitivo

sobre estas intenciones apócrifas

sobre el mundo que habitamos

y sobre la gramática inundada

por nuestra falta de imaginación.

 

 

 

 

Poesía, saldrás a flote

cuando salgas a flote.

Entonces dejaré

de dormirme vestido

de gritar oscuridad a los bolsillos

de coser cada hilo de viento.

Entre las máscaras y los apuntes

alguien algo habrá entendido

el cielo callará

un minúsculo, un posible.

Viernes, las nueve de la noche.

En Cesena quizás ya llueve.

Para nosotros el conteo de quien queda

el ejército de los daños, síntomas, invierno.

Hace nueve días has muerto.

Un niño se ríe y persigue una pelota.

Olvídate de las fórmulas

moverán el óxido:

oro, estación no mía

amor, canción, herejía.

Sal a flote, desaparéceme:

Llévame lejos.

 

 

 

 

Instrucciones para escribir

 

Abrir la ventana

olvidarse

cerrar los ojos

estrechar en el puño ese espanto

luego rozar con los dedos de la mirada.

 

Son solo sueños malignos

hermanos de otra resonancia

el polvo que brilla en la oscuridad se asemeja a la vida

¿recuerdas?

Justo ahora podrías sentir

en la punta del párpado

esa ausencia de palabras

el instante nítido y el desapego

despegue y deriva

un falso movimiento de marea baja

el imán de la luna y la hiedra de la lengua

que invade el muro de la casa.

 

No puedo decir nada.

Las palabras solo hacen sombra.

 

 

 

 

Anónimo primitivo

 

Esta piedra es melodía remota

cantera de ausencia

absorto en el abrirse

la flor a la abeja de remotas disonancias

el sequito está un paso más allá

el rojo es mi fuga

y como rasguño el papel es que sucede

y donde me ve una sombra.

 

 

 

 

III

 

Tus delicados artilugios azules:

como si fatigar y sonreír fuera una culpa.

Somos huérfanos

y el cielo no recoge las semillas de esta lluvia

que se anuncia, se anuncia

y nunca llega.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Voglio l’indirizzo di Dio

il numero civico della morte

il monolocale arredato male dall’orfano dell’Epos

le sedie sfondate dalle bestemmie, dall’attesa

il nitore metafisico di un western americano:

la polvere esatta

un bicchiere scheggiato

e quel poco di acqua

che non basterà alla nostra sete.

Ho visto Ulisse all’Eurospin

sulla via Emilia

come una puttana da manuale

gonfio e vestito di stracci.

Cercava la sua Itaca

nell’Oceano Ipermercato

dei Grigi Sabati Occidentali

mentre la sua faccia scoloriva

nella pozzanghera

mentre l’anima affogava

nella vertigine e nei manuali in forma di nuvola.

Lontano come una bambola chimica

come una metafora usata

come un granchio

l’amore fuggiva ancora in un buco nella sabbia

figlio settimino della resa

avido di marea, di retorica

e i cretini saranno sempre pallidi

nelle loro assemblee

con la foga miope dei pollici

la volgarità di donne opache, eventuali.

Altre parole magre e superflue

nella noia fitta dei calendari

ed altri altari consacrati alla rabbia:

autobiografia di una nazione.

Voglio l’indirizzo di Dio

per domandare sabbia e vendetta

contro la ferocia dell’idiozia

contro la melassa ipocrita

voglio un diluvio definitivo

su queste intenzioni apocrife

sul mondo che abitammo

e sulla grammatica allagata

dalla nostra mancanza d’immaginazione.

 

 

 

 

Poesia, salirai a galla

quando salirai a galla.

Allora smetterò

di addormentarmi vestito

di gridare buio alle tasche

di cucire ogni filo di vento.

Tra le maschere e gli appunti

qualcuno qualcosa avrà capito

il cielo tacerá

un minuscolo, un possibile.

Venerdì, le nove di sera.

A Cesena forse già piove.

A noi la conta di chi resta

l’armata dei danni, sintomi, inverno.

Nove giorni fa sei morta.

Un bimbo ride e rincorre una palla.

Dimenticate le formule

muoveranno la ruggine:

oro, stagione non mia

amore, canzone, eresia.

Sali a galla, spariscimi:

portami via.

 

 

 

 

Istruzioni per scrivere

 

Aprire la finestra

dimenticarsi

chiudere gli occhi

tenere stretto nel pugno quello spavento

poi sfiorare con le dita dello sguardo.

 

Sono solo sogni mancini

fratelli di un’altra risonanza

la polvere che brilla al buio somiglia alla vita

ricordi?

Proprio adesso potevi sentire

in punta di palpebra

quell’assenza di parole

l’attimo nitido e il distacco

decollo e deriva

un falso movimento di bassa marea

la luna magnete e l’edera della lingua

che invade il muro della casa.

 

Non posso dire niente.

Le parole fanno solo ombra.

 

 

 

 

Anonimo Primitivo

 

Questa pietra è melodia remota

cava d’assenza

assorto l’aprirsi

fiori all’ape di remote dissonanze

il seguito è un passo più in là

il rosso è la mia fuga

e come graffio la carta è perché capita

e dove mi vede un’ombra.

 

 

 

 

III

 

I tuoi delicati marchingegni azzurri:

come se faticare a sorridere fosse una colpa.

Siamo orfani

e il cielo non raccoglie i semi di questa pioggia

che si annuncia, si annuncia

e non arriva mai.

 

 

 

 

 

Nazim Comunale nació en Guastalla (Reggio Emilia) en 1975. Sus poemas han aparecido en las revistas Dea Cagna, Versante Ripido y online en Interno Poesia, Diario di passo, Ipoet, Poetarum Silva. Ha publicado Aguaplano (autoproducción, 2015), Lei Oceano (Terra d’Ulivi, Lecce, 2017), Chiamala febbre (Edizioni San Lorenzo, Reggio Emilia, 2020) y Tu, ira (Il Convivio Editore, Castiglione di Sicilia, 2021), obra ganadora del “Premio Pietro Carrera”, 2021. Presente en la antología colectiva Non ancora silenzio (NMZ edizioni, Ravenna, 2019) y en Emilia Romaña (Bertoni Editore, Perugia, 2020). Mención especial en 2019 al Premio Raffaele Crovi.

 

 

 

 

Antonio Nazzaro (Turín, Italia, 1963). Periodista, poeta, traductor, video artista y mediador cultural. Fundador y coordinador del Centro Cultural Tina Modotti. Colabora con las revistas italianas Atelier, Fuori/Asse y Crackers y latinoamericanas PoÆrea (Chile), Ablucionistas (México) y Taller Igitur (México). Director de la colección de poesía latinoamericana Territorio d’Incontro por Edizioni Arcoiris (Italia), de la colección de poesía italiana Territorio de Encuentro por Uniediciones (Colombia) con el patrocinio del Instituto Italiano de Cultura de Bogotá, y de la colección de poesía Stanze por Edizioni Carpa Koi (Italia). Ha realizado publicaciones bilingües en italiano y español de los libros Olor a, Turín Caracas sin retorno (Edizioni Arcoiris, Italia, 2015) y Appunti dal Venezuela. 2017: vivere nelle proteste (Edizioni Arcoiris, Italia, 2017) así como de los poemarios Amor migrante y el último cigarrillo (RiL Editores, Chile/Arcoiris, Italia, 2018) y Cuerpos humeantes (Uniediciones, Colombia, 2019). En la India recibió en el Naji Naaman literary prizes 2019 el premio por la mejor obra social con el libro Appunti dal Venezuela. 2017: vivere nelle proteste. Solo entre 2020 y 2022 ha traducido los poemarios: Fárrago de Marco Amore (Uniediciones, Colombia/Samuele Editore, Italia, 2020); Olimpia de Luigia Sorrentino (Ril Editores, Chile, 2020); Estaciones Remotas de Stefano Simoncelli (Carpa Koi, Italia/Uniediciones, Colombia, 2021); Casa de los huesos de Prisca Agustoni (Pro Helvetia, Suiza/Ril Editores, Chile, 2021); Poemas de la oscuridad de Giuseppe Nibali (Uniediciones Sello Editorial, Colombia, en coedición con Carpa Koi, Italia, 2022); Dino Campana Suramericano, Cantos Órficos y otros poemas de Dino Campana (Abisinia Editorial, Argentina, 2022).