Mónica Zepeda (San Cristóbal de Las Casas, México)
Mónica Zepeda (San Cristóbal de Las Casas, México)
ORACIÓN
Esbozo de mis pecados,
ruega por los otros.
Caída de mis tropiezos,
ten piedad de mí.
Orgullo de prejuicios,
ruega por los otros.
Llanto de mis labios,
ten piedad de mí.
Frente de los humildes,
ruega por los otros.
Refugio del fugitivo,
ten piedad de mí.
Cuenta del misterio,
ruega por los otros.
Frustración de lo posible,
ten piedad de mí.
Luz de las tinieblas,
ruega por los otros.
Querida fe,
ten piedad de mí.
Amén.
AY, HERMANO
¿Qué te digo? Desconozco tu sufrir.
Nunca supe que morías. Por tu sangre,
por tu carne. Nunca supe. Te lo juro.
Por morir.
Me conduelo con tu tinta. La hago pena,
la hago llanto. Ay, hermano,
si escuchas estas letras
son mis pasos, voy a ti.
El invierno, ese manto que te cubre,
que era blanco y ya es rojizo, era de ellos.
Ay, desgracia, y fue tuyo.
Ay, hermano, ni esta guerra ni este campo
merecen primaveras.
Ni este campo ni esta guerra merecen que florezcan
las metrallas de tu sien.
A VOCES
¿Quién siempre? ¿Quién a voces
impide ser un secreto a veces?
¿Es acaso quien intenta ser ocaso?
Es acoso el despertar de un suicida,
que a voces muerde,
que nunca se halla.
No sé qué fue primero,
no sé quién es culpable,
el rostro o la vergüenza,
la desidia o el trastorno.
¿Quién siempre, quién a veces
escribe un secreto,
la boca o la palabra?
El silencio que, entre una y otra, estalla.
DE PRONTO, SOY
De emergencia, quiero tener salida.
De trébol, quiero deshojar mi suerte.
De frente, quiero estar en alto;
de arena, en el instante del reloj.
De pronto,
quiero ser luego;
de personaje, antagonista;
de sujeto, implícito;
de efecto, secundario;
de isla, desierta;
de ácido, muriático;
de figura, retórica;
de cadáver, exquisito;
de versión, inédita;
de mirada, iracunda;
de eslabón, libre;
de propuesta, indecorosa;
de edición, limitada;
de estrella, fugaz;
de silencio, incómodo;
de enfermedad, mortal;
de muerte, súbita;
de retiro, espiritual;
de promesa, incumplida;
de aviso, inoportuno;
de mala, noticia;
de poema, maldito;
de vacío, repugnante;
de llamada, perdida;
de falsa, alarma;
de mensaje, oculto;
de puente, peatonal;
de pregunta, tambaleante;
de mentira, piadosa;
de sonrisa, fingida;
de rincón, olvidado;
de plática, conyugal;
de pecado, solitario;
de momento, pasajero.
Luego, de pronto,
soy
el juicio inapelable,
la vuelta continua
de un punto
final.
[Si miento sobre el abismo. 2014.]
NO SÉ, PERO LUNES NO PUDO HABER SIDO
Una tarde, no recuerdo si de martes o de viernes,
decidí vivir sin miedo, con alegría y con ilimitada gratitud.
No tuve que desgarrar con ningún fierro las cicatrices
de mi brazo ni adentrarme de nuevo en la marea para
descubrir que la raíz más pura de mi sangre es la mezcla.
Ya viste cómo lo visto se confunde con lo imaginado.
Ni disponerse al sueño es clausurar los párpados
ni resucitar los ojos, estar despierto.
No siempre es otro quien está a salvo
ni te resulta ajeno cualquier extraño.
Pocas veces la fecha de caducidad está presente
en la etiqueta del pasado. De haber sabido que era rápido
—disculpa la demora—, no hubiese fallecido tanto.
A modo de ritual, encendí la chimenea.
Iba leño a leño abrasando los momentos memorables
de mi olvido y del Si miento sobre el abismo
y del chantaje sin gatillo. Y no sabré jamás
si primero se incendió el silencio o el mentado grillo.
Quizá la rima o el bosque manuscrito
que torné cenizas y sospecho que decía:
Nada, Palabra, nada quieres tú de mí, sino mis dientes
remordiendo mi conciencia hasta el tuétano.
Qué poco húmeda es una gota en lo húmedo, pero,
ay, en lo desierto, en mi razón de sed, lo es todo,
todo, más que un simple y mojado sustantivo. Es.
Cesación del esqueleto, un bonche
de huesos calcinados, encendidos
leños, y el fuego y los colores vueltos grises.
No estaba yo frente al espejo y nos miré.
Acostadas en verso, apostamos a la prosa aquella mañana.
Alrededor no había nada salvo la sabia, la sábila, la saliva
del hambre, del hombre preñando de sílabas al pretexto,
sumergiéndose —sin costillas— en la sequía de otro vientre.
¿Quién se atrevería a nombrar culpa al pecado?
No sé, pero lunes no pudo haber sido.
No recuerdo si de jueves o de sábado, una tarde,
por así decirlo, comprendí que el arcoíris resplandece
cuando coinciden en un mismo verso el sol y mi llanto.
NI CUANDO RÍO
Algunas personas me dicen
que soy muy seria, pero es que
no me conocen ni cuando río,
ni cuando pez ni cuando espuma,
ni desde cerca ni hacia quién.
SOBRE LA LIBERTAD
Aquella zozobra, pinté tu rostro
para poder mirarme
y me dije con tu voz:
No tengas miedo.
A nada.
Y supe entonces que
no soy yo, sino mi huida
la que se encierra en otros.
Sentí que alguien, además de ti,
estaría pensando que escribo
sobre la libertad,
pero sólo escribo sobre
los glóbulos blancos
de una página cuando sangra
el rostro tuyo y mío.
Y hoy te miro poniéndote mi rostro
y quisiera decirte con mi voz todos tus labios
repitiéndole a mi miedo:
No tengas miedo.
A nada.
[Las arrugas de mi infancia. Coneculta Chiapas, 2020.]
Descargar libro: https://www.conecultachiapas.gob.mx/publications/view/las-arrugas-de-mi-infancia
Mónica Zepeda (San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México, 1987). Licenciada en Literatura y Creación Literaria por Casa Lamm. Meta-NLP Master Practitioner por The International Society of Neuro-Semantics. Es autora de Si miento sobre el abismo (2014) y Las arrugas de mi infancia (Coneculta Chiapas, 2020). Su obra ha sido incluida en varias antologías como Universo Poético de Chiapas: itinerario del siglo XX (Coneculta Chiapas, 2017); Poetas en el Cosmovitral (H. Ayuntamiento de Toluca, 2018); La piedra del fuego, Antología de poetas chiapanecos (Editorial Cultura, Guatemala, 2019); Antología Multilingüe (Artepoética Press, 2022). Ha participado en festivales de poesía nacionales e internacionales como Jornadas Pellicerianas 2022 y The Americas Poetry Festival of New York 2022. Parte de su obra poética ha sido traducida al polaco, inglés e italiano. Poemas suyos también han sido publicados en reconocidos medios impresos y electrónicos de México, España, Honduras, Guatemala, Perú, Bolivia, Colombia, Chile, Estados Unidos e Italia. Obtuvo el tercer lugar en el VI Premio Literario Internacional “Letras de Iberoamérica 2022” en la categoría de cuento corto con el texto Acerca de tiempos remotos.