Poesía

Mihalis Pierís (Chipre): Sitios de escritura. Traducción de Natalia Moreleón

 

 

 

 

MIHALIS PIERÍS (Chipre, 1952-2021)

SITIOS DE ESCRITURA

 

Traducción de Natalia Moreleón

 

 

 

DE LA CIUDAD CLANDESTINA

 

Desperté y estaba en el sueño. Los sitios parecían

familiares aunque no los reconocía. En alguna parte

los he visto antes, pensaba. Caminé

por esas calles. Recuerdo aquella

vuelta, los árboles, el río. El puente

en que me detuve y me retrataste.

 

Cómo es posible que ahora veo y no vea.

O tal vez no los haya visto en realidad. Quizás

los habré soñado. Y ahora esos portones parecen

ser el paso, de lo que imaginé haber visto.

 

 

 

 

Y ENTONCES SALÍ DEL SUEÑO

 

Y entonces salí del sueño cuando dormía.

Despierto estaba en un país sin fronteras,

sin delatores. En una calle hecha para mí

caminé sin el honor, el orden y la seguridad

del estado.  Como si yo fuera eterno

tal como forjé mi ciudad clandestina,

ciudad dulce y acogedora para todo inmigrante

y de pronto allí donde miraba sin distinguir

las razas, las lenguas y las religiones, sentí

que era un pájaro y sabía volar.  Estaba

libre, sin correa, sin cuerda, perro

callejero vagando sin temor de resbalar

en lo de antaño. Completamente desnudo, sin

faja y sin cadenas, tal como forjé

mi ciudad exenta de toda ley.

 

 

 

 

SONETO DESPEDAZADO

 

Emigro de Chipre sin solución

Tantas veces tantos siglos el mismo trayecto.

De cuánto dolor cargado vengo a Occidente

desde el Oriente. Ley de sarracenos.

 

En el mil cuatrocientos me desarraigó. En barco

de la Serenísima subí hacia el mil seiscientos

fui expulsado por los otomanos. En el frío

en el calor, en la lluvia transité por tres siglos

 

Y llegué a París en un boeing.

Verano del setenta y cuatro.

Como muerte la separación.  Amor

 

que se va y vives como cuerpo

cadáver. Como verso de catorce sílabas

sin rima. Soneto muerto.

 

 

 

 

DEL FIN DEL MUNDO

 

Y todo vertiginosamente vuelve al principio

como si fuera nuevo. Inventarios

generacionales y partición de tierra,

líneas de escrituras y versos. Motivos y narraciones,

asentamientos de población y ahorros

de tiempo. Migraciones de pueblos,

herencias, pérdidas, éxodos de amistades.

Y de pronto los lugares se transformaron en un lugar.

 

Vinieron los lugares que caminé, ciudades,

barrios y calles. Miles de sitios

septentrionales, meridianos, del sur. Con canícula,

con niebla, con nieve. Monzones tropicales

y borrascas. Sol, sol resplandeciente y lluvia,

lugares de placer, de peligro inesperado.

Salvajes, oscuros y otros serenos.

 

Entonces el lugar se extinguió como lugar

de la patria. Paisaje mítico se cimbraba ahora

en mi interior. Se trazaban sus calles

puertas se abrían al tiempo, mujeres

desnudas sudaban en sábanas sucias.

Todo cabe en el escrito. Ríos

puentes, montañas. Llanuras y barrios.

Lugar amplio, tu forma de hablar.

Tiempo sin grilletes, sin barreras sin muros.

 

Como en los sueños. Todo junto y separado.

Yo estoy y no estoy en este mismo lugar. Estoy

en todas partes y en cualquier lugar. Tomo un lápiz

me pierdo, se abre un agujero en el papel

y las formas se arremolinan, se mezclan

escritos, voces, expresiones de ríos,

lagos y lagunas de mar, se arrojan

los lugares al vacío, las ciudades se tocan,

decenas de ciudades sostienen mi cuerpo

me duermen, despierto sin saber dónde despierto,

duermo no duermo, deambulo y

despierto en el cielo, en el agua, en la tierra,

piso en el suelo y no piso, vuelo, bailo

en vigilia. Como en los sueños.

Todo junto y separado.

 

 

 

 

CUANDO EL AMOR SE VAYA

 

Cuando se vaya el amor

me olvidarás tanto que casi

temo alegrarme de esto que nos está pasando.

 

Cuando se vaya el amor será el vacío

un espacio que hará recordar un crimen.

 

 

 

 

SIEMPRE HABRÁ UN POEMA

 

Siempre habrá un poema

para estarlo mirando, para luchar con él.

Siempre ante ti este

sonido, para despertar, para caer

en el ritmo de una forma nueva.

 

en un ritmo febril, como

de granizo, de lluvia en una casa

humilde con techo de lámina

y que estés queriendo o no

en el corazón de la tormenta.

 

Siempre habrá un poema

para que todo quepa en el poema

lo presente, lo pasado, lo venidero,

las ausencias, lo encontrado.

 

Todo presente en el poema.

 

 

 

 

Natalia Moreleón Guízar. Maestra en Letras Clásicas por la UNAM. Estudió griego clásico y griego moderno en México y Grecia. Es intérprete, traductora, y una de las principales promotoras de la cultura helénica moderna en español, por lo que en 2002 fue nombrada Embajadora de la Cultura Helénica por la prefectura de Atenas y en 2004 recibió la Condecoración del Oficial de la Orden de Honor de la Cruz de Oro de manos del Presidente de la República Helénica. En 2004 le fue concedida una beca de la Fundación Onassis para realizar en Grecia una investigación sobre el poema renacentista cretense Erotócrito y en 2004 le fue concedida la Beca de promoción a la traducción literaria del FONCA para traducir La señora de las viñas, del poeta Yannis Ritsos, obra publicada por El Tucán de Virginia en 2007.