Poesía

Los Mayores de la Poesía: Antonio Cisneros (Lima, Perú, 1942-2012)

 

 

 

 

 

 

 

Estos poemas fueron publicados originalmente en Alforja. Revista de Poesía, número 35, Invierno 2005, por. 44–45.

 

 

 

 

 

 

 

Antonio Cisneros (Lima, Perú, 1942-2012)

 

 

 

 

Heavy metal (a)

 

El amor

                        animal temible

nos recorre

                        como rata

debajo

                        de la cama

silente

                        roedor

hambriento

                        siempre

sediento

                        lomo peludo

rabo pelado

                        nos recorre

sin reposo

                        dulcísima sandía

del verano

 

 

 

 

Las salinas

 

Yo nunca vi la nieve y sin embargo he vivido entre la nieve toda mi juventud.

En las salinas, adonde el mar no terminaba nunca y las olas eran duras de sal.

En las salinas donde el mar no moja pero pinta.

Nieve de mi juventud prometedora como un árbol de mango.

Veinte varas de sal para cada familia de cristianos. Y aún más.

Saludos que los arrieros no cambiaban por el agua de la lluvia. Y aún más.

Ni sólidos ni líquidos no blanquísimos bordes de ese mar.

Bajo la sol de febrero destellaban más que el blanco de plata del lenguado.

(Y quemaban las niñas de los ojos)

A veces las marcas —hora del sol, hora de luna— se alzaban como lomos de caballo.

Mas siempre se volvían.

Hasta que un mal verano y un invierno las aguas afincaron para tiempos

y ni rezos ni llantos pudieron apartarlas de los campos de sal.

Y el mar levantó techo.

Ahora que ya enterré a mi padre y a mi hermano mayor y mis hijos están prontos a enterrarme,

han vuelto las salinas altas y deslumbrantes bajo el sol.

Hay también unas grúas y unas torres que separan los ácidos del cloro.

(Ya nada es del común)

Y yo salgo muy poco pero Luis —el hijo de Julián— me cuenta que los perros no dejan acercarse.

Si parece mentira.

Mala leche tuvieron los hijos de la sal.

Puta madre.

Qué de perros habrá para cuidar los blanquísimos campos donde el mar no termina y la tierra tampoco.

Qué de perros, Señor, qué oscuridad.

 

 

 

 

Antonio Cisneros (Lima, Perú, 1942-2012) estudió en las universidades Católica y de San Marcos y se doctoró en letras en 1974. Es profesor y periodista; dirige revistas y suplementos (El Caballo Rojo, 30 Días, El Búho). Tiene tres hijos. Ha publicado más de veinte libros de poesía, entre los que se incluyen Destierro (1961), David (1961), Comentarios reales(1964), Canto ceremonial contra un oso hormiguero (1968), Agua que no has de beber(1971), Como higuera en un campo de golf (1972), El libro de Dios y los húngaros (1978), Crónica del Niño Jesús de Chilca (1981), Monólogo de la casta Susana (1986), Propios como ajenos (1989), Drácula de Bram Stoker y otros poemas (1991), Postales para Lima (1991), Poesía (2001), Comentarios reales (2003), Un Crucero a las islas Galápagos(2005), A cada quien su animal (2008) y El caballo sin libertador (2009). En 1978 fue becario de la Fundación Guggenheim. Ha dado clases de literatura en su país, en Inglaterra, en Francia y en Hungría; en 1978-1979 fue investigador en la Universidad de Berkeley. En 1985 apareció en Nueva York el volumen At Night the Cats, en edición bilingüe: los textos originales de Antonio Cisneros en las páginas pares y las traducciones al inglés (de Maureen Ahern, Will Rowe y David Tipton) en las páginas nones. Diversos poemas de Cisneros han sido traducidos a catorce idiomas. El Fondo de Cultura Económica prepara un volumen con su poesía reunida.

 

 

 

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