Poesía

Jorge de Lima (Brasil): La invención de Orfeo. Versiones de Antonio Cisneros

 

 

 

 

Este material es publicado con autorización del poeta José Javier Villarreal, director de la Capilla Alfonsina. El poemario, La invención de Orfeo (Universidad Autónoma de Nuevo León, 2015), del cual se extraen cuatropoemas, forma constitutiva del proyecto editorial “El Oro de los Tigres” y su edición conmemoró el 85 aniversario de la Universidad Autónoma de Nuevo León y es un homenaje de un grupo de escritores de lengua española a Alfonso Reyes en su faceta de traductor. La edición es una versión y nota del poeta Antonio Cisneros.

 

 

 

 

Jorge de Lima (União dos Palmares, 1893-Río de Janeiro, 1953)

Versiones de Antonio Cisneros

 

 

 

 

De las bodegas viene un olor de marejada

mezclado al olor de ratas y de charqui.

Verde náusea ese barco que presagia

males a quien embarque o desembarque.

 

Silencioso sin nadie que lo marque

recorre embarcaderos errabundo,

así avisa al comercio que acapare

la carga apenas el día se oscurezca.

 

Parece muerto entre los muelles sucios

que le pueblan el casco de gusanos

y lo manchan con musgo del desagüe.

 

Y nadie sabe si vinieron esas velas

—marineros que infestan los océanos—

a traer los esclavos o llevarlos.

 

 

 

 

*

 

Aquí están las pobres cosas: cestas

destejidas, botas carcomidas, botijas

reventadas, alas corroídas,

con sus ojos vueltos a los que

 

solas las dejaron, despreciadas,

olvidadas entre las otras cosas, es decir:

conchas, caracolas, maderas de naufragio,

plumas de aves y plumas de escribir,

 

y las otras pobres cosas, pobres ruidos,

coitos terminados, ansias, dramas tristes

repetidos, monótonos, exhaustos,

 

tan sólo visitados por el abandono,

tan sólo por la fatiga en que las dichas

cosas abortadas y huérfanas se gastan.

 

 

 

 

*

 

Ahora los girasoles atardecidos,

y ese lirio y esa rosa tan exangüe

y esa mancha de símbolos sombríos

casi como un desmayo o leve sangre.

 

Sobre los bosques cayó la tarde en luto

y la estrella temporaria se auguró:

de los mástiles penden los cálices novicios,

y la cansada corola se partió.

 

Gotean las pestañas esas lluvias

sobre los vidrios de las horas enterradas

con los días de crímenes y gloria.

 

Algún arroyo corre con las lágrimas,

mas tan ligero por la vertiente aguda

que el ojo del que ve nunca ve nada.

 

 

 

 

*

 

Aquí es el fin del mundo, aquí es el fin del mundo

adonde hasta las aves cantan para cerrarlo.

Duerme un cadáver en cada pozo hundido

en vastos arenales —osarios de caballo.

 

Entre las aves del cielo: igual carnicería:

si tú duermes cansado en el desierto

cuando despiertes te asustarás.Por cierto,

te acechan ya los cuervos en todas las colinas.

 

Y si entonas tu canto a esas aves (tu canto

que es bajo los cielos la más triste canción),

tu voz regresará desde las aves repitiendo tu llanto.

 

Y entre tu angustiado y sorprendido espanto,

tañerás de ti mismo, donde están

esos fatales cuervos. Y esos cuervos no se irán.

 

 

 

 

 

 

Dos porões vem um cheiro à maresia

mesclado a odor de ratos e de charque.

Verde náusea essa nau que pressagia

males a quem embarque ou desembarque.

 

Silenciosa sem que ninguém a marque

percorre ancoraduros erradia;

e é avisado o comercio que açambarque

a carga apenas escureça o dia.

 

Ela parece morta nos cais sujos

que lhe povoam o casco de gusanos

e a emporcalham com o limo de seus ralos.

 

E ninguém sabe se essas velas, cujos

marinheiros corvejam os oceanos,

vieram trazer escravos ou levá-los.

 

 

 

 

*

 

Estão aqui as pobres coisas: cestas

esfiapadas, botas carcomidas, bilhas

arrebentadas, abas corroídas,

com seus olhos virados para os que

 

as deixaram sozinhas, desprezadas,

esquecidas com outras coisas, sejam:

búzios, conchas, madeiras de naufrágio,

penas de ave e penas de caneta,

 

e as outras pobres coisas, pobres sons,

coitos findos, engulhos, dramas tristes,

repetidos, monótonos, exaustos,

 

visitados tão só pelo abandono,

tão só pela fadiga em que essas ditas

coisas goradas e órfãs se desgastam.

 

 

 

 

*

 

Agora os girassóis entardecidos,

e esse lírio e essa rosa tão exangue

e essa mancha de símbolos sombrios

quase como um desmaio ou leve sangue.

 

Sobre os bosques caiu a tarde cinza

e a estrela temporária se augurou,

pendem das hastes cálices noviços,

e a cansada corola se esboroou.

 

E os cílios baixam gotejando chuvas

sobre os vidros das horas enterradas

com os momentos dos crimes e virtudes.

 

Algum arroio corre com essas lágrimas,

mas tão ligeiro pela escarpa aguda

que os olhos de quem vê nunca veem nada.

 

 

 

 

*

 

Aqui é o fim do mundo, aqui é o fim do mundo

em que até aves vêm cantar para encerrá-lo.

Em cada poço, dorme um cadáver, no fundo,

e nos vastos areais — ossadas de cavalo.

 

Entre as aves do céu: igual carnificina:

se dormires cansado, à face do deserto,

quando acordares hás de te assustar. Por certo,

corvos te espreitarão sobre cada colina.

 

E, se entoas teu canto a essas aves (teu canto

que é debaixo dos céus, a mais triste canção),

vem das aves a voz repetindo teu pranto.

 

E, entre teu angustiado e surpreendido espanto,

tangê-las-ás de ti, de ti mesmo, em que estão

esses corvos fatais. E esses corvos não vão.

 

 

 

 

Jorge Mateus de Lima (União dos Palmares, Alagoas, 23 de abril de 1893 - Río de Janeiro, 15 de noviembre de 1953) fue un escritor, traductor, pintor, político y médico brasileño. Es el autor del poema Invenção de Orfeu (Invención de Orfeo), obra fundamental de la lírica brasileña. Completó sus estudios en Río de Janeiro en 1914, pero decidió que no quería ser médico sino poeta. Ese mismo año, publicó su primer libro de poemas, XIV Alexandrinos. Compuso los primeros poemas con la métrica Alejandrina, pero más tarde se convirtió en un modernista. Regresó a Maceió en 1915 y se dedicó a la literatura, la medicina y la política. Fue miembro de la Asamblea Legislativa de Alagoas de 1918 a 1922. La revolución de 1930 lo inspiró a mudarse a Río de Janeiro, donde abrió una oficina cerca de Cinelândia. Más tarde, la oficina también sirvió como un estudio de arte y lugar de reunión para intelectuales. Durante estas reuniones conoció a Murilo Mendes, Graciliano Ramos y José Lins do Rego. Durante este tiempo, publicó diez libros, incluyendo cinco colecciones de poemas. En 1935 se convirtió al catolicismo y muchos de sus poemas posteriores reflejan su religiosidad. En 1939 decidió dedicar más tiempo a las artes visuales, participando en algunas exposiciones. Entre 1937 y 1945, su solicitud a la Academia Brasileña de letras fue rechazada seis veces. En 1952 publicó su libro más importante, invención de Orfeo. En 1953, unos meses antes de su muerte, grabó poemas para los archivos de la palabra hablada en la biblioteca del Congreso.

 

 

 

Antonio Cisneros (Lima, Perú, 1942-2012) estudió en las universidades Católica y de San Marcos y se doctoró en letras en 1974. Es profesor y periodista; dirige revistas y suplementos (El Caballo Rojo, 30 Días, El Búho). Tiene tres hijos. Ha publicado más de veinte libros de poesía, entre los que se incluyen Destierro (1961), David (1961), Comentarios reales(1964), Canto ceremonial contra un oso hormiguero (1968), Agua que no has de beber(1971), Como higuera en un campo de golf (1972), El libro de Dios y los húngaros (1978), Crónica del Niño Jesús de Chilca (1981), Monólogo de la casta Susana (1986), Propios como ajenos (1989), Drácula de Bram Stoker y otros poemas (1991), Postales para Lima (1991), Poesía (2001), Comentarios reales (2003), Un Crucero a las islas Galápagos(2005), A cada quien su animal (2008) y El caballo sin libertador (2009). En 1978 fue becario de la Fundación Guggenheim. Ha dado clases de literatura en su país, en Inglaterra, en Francia y en Hungría; en 1978-1979 fue investigador en la Universidad de Berkeley. En 1985 apareció en Nueva York el volumen At Night the Cats, en edición bilingüe: los textos originales de Antonio Cisneros en las páginas pares y las traducciones al inglés (de Maureen Ahern, Will Rowe y David Tipton) en las páginas nones. Diversos poemas de Cisneros han sido traducidos a catorce idiomas. El Fondo de Cultura Económica prepara un volumen con su poesía reunida.