Poesía

Idea Vilariño (Montevideo, Uruguay, 1920-2009). Selección de Violeta Orozco

 

 

Idea Vilariño (Montevideo, Uruguay, 1920-2009)

Selección de Violeta Orozco

 

 

 

No hay ninguna esperanza

 

No hay ninguna esperanza

de que todo se arregle

de que ceda el dolor

y el mundo se organice.

No hay que confiar en que

la vida ordene sus

caóticas instancias

sus ademanes ciegos.

No habrá un final feliz

ni un beso interminable

absorto y entregado

que preludie otros días.

Tampoco habrá una fresca

mañana perfumada

de joven primavera

para empezar alegres.

Más bien todo el dolor

invadirá de nuevo

y no habrá cosa libre

de su mácula dura.

Habrá que continuar

que seguir respirando

que soportar la luz

y maldecir el sueño

que cocinar sin fe

fornicar sin pasión

masticar sin desgano

para siempre sin lágrimas.

 

 

 

Carta III

 

Querido

no te olvides

de que te espero siempre

cada noche te espero

estoy aquí

no duermo

no hago nada sino eso

te espero

te espero.

Da la una.

Cierro entonces la puerta

el amor

la esperanza

y en la sombra

en la noche

con los ojos desiertos

miro sin ver

sin quejas

sin pena

la pared.

Duramente la miro

Hasta que viene el sueño.

 

 

 

Pobre mundo

 

Lo van a deshacer

va a volar en pedazos

al fin reventará como una pompa

o estallará glorioso

como una santabárbara

o más sencillamente

será borrado como

si una esponja mojada

borrara su lugar en el espacio.

Tal vez no lo consigan

tal vez van a limpiarlo.

Se le caerá la vida como una cabellera

y quedará rodando

como una esfera pura

estéril y mortal

o menos bellamente

andará por los cielos

pudriéndose despacio

como una llaga entera

como un muerto.

 

 

 

Después

 

Es otra

acaso es otra

la que va recobrando

su pelo su vestido su manera

la que ahora retoma

su vertical

su peso

y después de sesiones lujuriosas y tiernas

se sale por la puerta entera y pura

y no busca saber

no necesita

y no quiere saber

nada de nadie.

 

 

 

No te amaba

 

No te amaba

no te amo

bien sé que no

que no

que es la hora

es la luz

la tarde de verano.

Lo sé

pero te amo

ahora te amo

hoy

esta tarde te amo

como te amé otras tardes

desesperadamente

con ciego amor

con ira

con tristísima ciencia

más allá de deseos

o ilusiones

o esperas

y esperando no obstante

esperándote

viendo

que venías

por fin

que llegabas

de paso.

 

 

 

Ya no

 

Ya no será

ya no

no viviremos juntos

no criaré a tu hijo

no coseré tu ropa

no te tendré de noche

no te besaré al irme

nunca sabrás quién fui

por qué me amaron otros.

No llegaré a saber

por qué ni cómo nunca

ni si era de verdad

lo que dijiste que era

ni quién fuiste

ni qué fui para ti

ni cómo hubiera sido

vivir juntos

querernos

esperarnos

estar.

Ya no soy más que yo

para siempre y tú

ya

no serás para mí

más que tú. Ya no estás

en un día futuro

no sabré dónde vives

con quién

ni si te acuerdas.

No me abrazarás nunca

como esa noche

nunca.

No volveré a tocarte.

No te veré morir.

 

 

 

Un huésped

 

No sos mío

no estás

en mi vida

a mi lado

no comés en mi mesa

ni reís ni cantás

ni vivís para mí.

 

Somos ajenos

tú y yo misma

y mi casa.

 

Sos un extraño

un huésped

que no busca no quiere

más que una cama

a veces.

 

Qué puedo hacer

cedértela

pero yo vivo sola.

 

 

 

 

Idea Vilariño nació el 18 de agosto de 1920 en Montevideo, Uruguay. Publicó su primer libro de poesía en 1945 titulado La suplicante, por lo que se la considera perteneciente al grupo de escritores denominado Generación del 45, en la que pueden ubicarse también Juan Carlos Onetti, Mario Benedetti, Sarandy Cabrera, Carlos Martínez Moreno, Ángel Rama, Carlos Real de Azúa, Carlos Maggi, Alfredo Gravina, Mario Arregui, Amanda Berenguer, Humberto Megget, Emir Rodríguez Monegal y José Pedro Díaz entre otros.

A este libro le siguieron distintos poemarios entre los que destacaron Nocturnos, de 1955 y el libro que tuvo mayor éxito popular: Poemas de amor, publicado en 1958 y dedicado al que sería el gran amor de su vida: Juan Carlos Onetti. Fue también profesora de Literatura de Enseñanza Secundaria desde 1952 hasta 1973. Una vez restaurada la democracia, obtuvo, por concurso, la Cátedra de Literatura Uruguaya en la Facultad de Humanidades.

En la década de los sesenta, en plena efervescencia de la música popular uruguaya, compuso algunas letras de canciones que fueron popularizadas por cantautores como A una paloma, musicalizada por Daniel Viglietti, y la Canción y el poema, musicalizada por Alfredo Zitarrosa. Fue miembro fundacional de las revistas Clinamen, y Número, y colaboró en Marcha, Asir, Brecha y Plural, y en el extranjero: Texto Crítico (México) y Casa de las Américas (Cuba). Fue jurado del Concurso Casa de las Américas en La Habana.

La Universidad Complutense de Madrid la becó durante un mes en 1993. Asimismo rechazó en dos ocasiones la Beca Gugennheim. En 1994 recibió la medalla Haydée Santamaría por lo que se convirtió en la primera mujer en recibir tal distinción. En 1997, accedió a ser entrevistada por Rosario Peyrou y Pablo Rocca, para el documental "Idea", con dirección de Mario Jacob y estrenado en mayo de 1998.

Su obra ha sido traducida a varios idiomas, como el italiano, alemán y portugués.

Falleció en Montevideo el 28 de abril de 2009 a los ochenta y ochos años.

 

Foto: Colección Vilariño BibliotecaNacional

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