Guillaume Apollinaire (Roma, 1880-París, 1918): Zona. Traducción de Marco Antonio Campos
Imagen de portada: Guillaume Apollinaire et Jacqueline sur la terrasse de l'appartement, 202 bd St-Germain. Paris (VIIème arr.), 1918. Bibliothèque historique de la Ville de Paris.
Este poema es tomado de la edición Apollinaire en México (El Tucán de Virginia, 2017) y con la autorización de su editor, el poeta y crítico literario Víctor Manuel Mendiola.
Wilhelm Albert Włodzimierz Apolinary de Kostrowicki (Roma, 1880-París, 1918)
Guillaume Apollinaire
Zona
Traducción de Marco Antonio Campos
En suma estás cansado de este mundo antiguo
Pastora oh torre Eiffel el rebaño de los puentes bala esta mañana
Has vivido suficiente en la antigüedad griega y romana
Aquí mismo los automóviles tienen el aire de ser antiguos
La religión solamente ha permanecido nueva la religión
Ha permanecido simple como los hangares de Port-Aviation
Sólo en Europa no eres antiguo oh Cristianismo
El europeo más moderno es usted papa Pío X
Y tú a quien las ventanas observan la vergüenza te impide
Entrar en una iglesia y confesarte esta mañana
Lees los prospectos los catálogos los carteles que cantan en alta voz
Es la poesía esta mañana y para la prosa están los periódicos
Hay las entregas a 25 céntimos llenas de aventuras policiales
Retratos de grandes hombres y mil títulos diversos
Vi esta mañana una calle hermosa de la que he olvidado el nombre
Nueva y limpia era el clarín de sol
Los directores los obreros y las bellas taquimecanógrafas
Desde el lunes en la mañana al sábado en la noche pasan cuatro veces por día
En la mañana por allí tres veces la sirena ulula
Una campana rabiosa ladra al mediodía
Las inscripciones los rótulos los muros
Las placas los avisos chillan a la manera de los loros
Me gusta la gracia de esta calle industrial
Situada en París entre la calle Aumont-Thiévelle y la avenida des Ternes
He allí la joven calle y tú eres apenas un niñito
Tu madre sólo te viste de azul y blanco
Eres piadosísimo y con el más antiguo de tus camaradas René Dalize
Nos gusta nada tanto como la pompa eclesiástica
Son las nueve el gas ha disminuido completamente azul salen del dormitorio a escondidas
Ruegan la noche entera en la capilla del colegio
Mientras que eterna y adorable profundidad amatista
Gira para siempre la llameante gloria de Cristo
Es el lis hermoso que todos cultivamos
Es la antorcha de cabellos rojos que no apaga el viento
Es el hijo bermejo y pálido de la madre dolorosa
Es el árbol frondoso siempre de todas las plegarias
Es la hora doble del honor y la eternidad
Es la estrella de seis ramas
Es Dios que muere el viernes y resucita el domingo
Es Cristo que sube al cielo mejor que los aviadores
Detenta el record mundial de altura
Pupila Cristo del ojo
Vigésima pupila de los siglos él sabe cómo arreglárselas
Este siglo convertido en pájaro se eleva al aire como Jesús
Los diablos en los abismos levantan la cabeza para mirarlo
Dicen que imita a Simón Mago en Judea
Gritan que si sabe volar que se le llame volador
Revolotean los ángeles en torno del hermoso volatinero
Ícaro Enoch Elías Apolonio de Tiana
Flotan en torno del primer aeroplano
Se alejan a veces para que pasen aquelllos que transportan la Santa Eucaristía
Esos sacerdotes que eternamente suben elevando la hostia
El avión aterriza al fin sin cerrar las alas
El cielo entonces se llena de millones de golondrinas
A todo vuelo vienen cuervos halcones búhos
De África arriban ibis flamencos marabúes
El pájaro Roc celebrado por poetas y cuentistas
Planea sosteniendo en las garras el cráneo de Adán la primera cabeza
El águila hiende el horizonte lanzando un alto grito
Y de América llega el pequeño colibrí
De China llegan los pihis largos y flexibles
Que no tienen más que una ala y vuelan en parejas
Después la paloma espíritu inmaculado
A la que escoltan el ave-lira y el pavorreal ocelado
El fénix esa hoguera que a sí misma se engendra
Un instante vela todo en su ardiente ceniza
Las sirenas que dejan los riesgosos estrechos
Llegan cantando bellamente las tres
Y todos águila fénix y pihis de China
Fraternizan con la máquina voladora
Caminas ahora por París solo entre la multitud
Manadas de autobuses mugientes ruedan cerca de ti
La angustia del amor te cierra la garganta
Como si ya nunca debieras ser amado
Si vivieras en un tiempo antiguo entrarías a un monasterio
Se avergüenza usted si se le sorprende al decir una plegaria
Te burlas tú de ti y como el fuego del infierno tu risa chisporrotea
Las chispas de tu risa doran el fondo de tu vida
Es una pintura puesta en un sombrío museo
Y a veces vas a mirarla de cerca
Caminas hoy por París las mujeres están ensangrentadas
La sangre de su Sagrado Corazón me ha inundado en Montmartre
Estoy enfermo de oír las palabras bienaventuradas
El amor que yo sufro es una enfermedad vergonzosa
Y la imagen que te posee te hace sobrevivir en el insomnio y en la angustia
Está siempre cerca de ti esta imagen que pasa
Te hallas a la vera del Mediterráneo
Bajo los limoneros que florecen el año entero
Paseas en barca con los amigos
Uno es de Niza otro de Menton y dos de la Turbie
Miramos con horror los pulpos de las profundidades
Y entre las algas nadan los peces imágenes del Salvador
Estás en un jardín de un hotel en los alrededores de Praga
Te sientes feliz en plenitud una roa está sobre la mesa
Y observas en lugar de escribir tu cuento en prosa
La cetonia que duerme en el corazón de la rosa
Te vas dibujado con horror en las ágatas de Saint-Vit
Estabas triste hasta la muerte el día en que allí te viste
Te pareces a Lázaro enloquecido por la luz
Las agujas del reloj del barrio judío marchan al revés
Y tú retrocedes asimismo en tu vida lentamente
Al subir al Hradcany y al escuchar en las tabernas
Durante la noche cantar canciones checas
Mírate en Marsella en medio de las sandías
Mírate en Coblenza en el Hotel del Gigante
Mírate en Roma bajo un níspero del Japón
Mírate en Ámsterdam con una muchacha que es fea y que encuentras bella
Ella debe casarse con un estudiante de Leyden
Se alquilan cuartos en latín Cubícula locanda
Me acuerdo que pasé allí tres días y otro tanto en Gouda
Estás en París frente a un juez de instrucción
Te han arrestado como si fueras un criminal
Has hecho dolorosos y placenteros viajes
Antes de darte cuenta de la mentira y de la edad
Has sufrido de amor a los veinte y a los treinta años
He vivido como un loco y he perdido el tiempo
No te atreves a mirar ya tus manos y a cada instante quisiera sollozar
Por ti por aquella a la que yo amo sobre todo lo que te ha causado horror
Miras los ojos llenos de lágrimas estos pobre emigrantes
Creen en Dios ruegan las mujeres amamantan a los niños
Su olor llena el vestíbulo de la estación Saint-Lazare
Tienen fe en su estrella como los Reyes Magos
Esperan ganar dinero en la Argentina
Y volver a su país después de haber hecho fortuna
Una familia transporta un edredón rojo como ustedes transportan a su corazón
El edredón y nuestros sueños son irreales también
Algunos de estos emigrantes permanecen aquí y se alojan
En pocilgas en la calle des Rosiers o en la calle des Écouffes
Los he visto con frecuencia durante la noche toman el aire en la calle
Y raramente se desplazan como piezas de ajedrez
Hay sobre todo judíos sus mujeres usan peluca
Permanecen sentadas exangües en el fondo de las tiendas
Estás de pie frente a un mostrador de zinc
Bebes un café de dos centavos entre los desdichados
En la noche estás en un gran restorán
No son malas estas mujeres tienen inquietudes sin embargo
Todas aun la más fea han hecho sufrir al amante
Ella es la hija que no había visto son duras y agrietadas
Tengo una honda piedad por las costuras de su vientre
Humillo ahora a una pobre ramera de risa horrible mi boca
Estás solo la mañana va a llegar
Los lecheros suenan sus campanillas en las calles
La noche se aleja como una bella mestiza
Es Ferdine la falsa o Léa la amable
Caminas hacia Auteil quieres ir a pie a tu casa
Dormir entre tus fetiches de Oceanía y de Guinea
Son Cristos de otra forma y otra creencia
Son los Cristos inferiores de las oscuras esperanzas
Adiós Adiós
Sol cuello cortado
À la fin tu es las de ce monde ancien
Bergère ô tour Eiffel le troupeau des ponts bêle ce matin
Tu en as assez de vivre dans l’antiquité grecque et romaine
Ici même les automobiles ont l’air d’être anciennes
La religion seule est restée toute neuve la religion
Est restée simple comme les hangars de Port-Aviation
Seul en Europe tu n’es pas antique ô Christianisme
L’Européen le plus moderne c’est vous Pape Pie X
Et toi que les fenêtres observent la honte te retient
D’entrer dans une église et de t’y confesser ce matin
Tu lis les prospectus les catalogues les affiches qui chantent tout haut
Voilà la poésie ce matin et pour la prose il y a les journaux
Il y a les livraisons à 25 centimes pleines d’aventures policières
Portraits des grands hommes et mille titres divers
J’ai vu ce matin une jolie rue dont j’ai oublié le nom
Neuve et propre du soleil elle était le clairon
Les directeurs les ouvriers et les belles sténo-dactylographes
Du lundi matin au samedi soir quatre fois par jour y passent
Le matin par trois fois la sirène y gémit
Une cloche rageuse y aboie vers midi
Les inscriptions des enseignes et des murailles
Les plaques les avis à la façon des perroquets criaillent
J’aime la grâce de cette rue industrielle
Située à Paris entre la rue Aumont-Thiéville et l’avenue des Ternes
Voilà la jeune rue et tu n’es encore qu’un petit enfant
Ta mère ne t’habille que de bleu et de blanc
Tu es très pieux et avec le plus ancien de tes camarades René Dalize
Vous n’aimez rien tant que les pompes de l’Église
Il est neuf heures le gaz est baissé tout bleu vous sortez du dortoir en cachette
Vous priez toute la nuit dans la chapelle du collège
Tandis qu’éternelle et adorable profondeur améthyste
Tourne à jamais la flamboyante gloire du Christ
C’est le beau lys que tous nous cultivons
C’est la torche aux cheveux roux que n’éteint pas le vent
C’est le fils pâle et vermeil de la douloureuse mère
C’est l’arbre toujours touffu de toutes les prières
C’est la double potence de l’honneur et de l’éternité
C’est l’étoile à six branches
C’est Dieu qui meurt le vendredi et ressuscite le dimanche
C’est le Christ qui monte au ciel mieux que les aviateurs
Il détient le record du monde pour la hauteur
Pupille Christ de l’œil
Vingtième pupille des siècle il sait y faire
Et changé en oiseau ce siècle comme Jésus monte dans l’air
Les diables dans les abîmes lèvent la tête pour le regarder
Ils disent qu’il imite Simon Mage en Judée
Ils crient s’il sait voler qu’on l’appelle voleur
Les anges voltigent autour du joli voltigeur
Icare Enoch Elie Apollonius de Thyane
Flottent autour du premier aéroplane
Ils s’écartent parfois pour laisser passer ceux que
transporte la Sainte-Eucharistie
Ces prêtre qui montent éternellement élevant l’hostie
L’avion se pose enfin sans refermer les ailes
Le ciel s’emplit alors de millions d’hirondelles
A tire-d’aile viennent les corbeaux les faucons les hiboux
D’Afrique arrivent les ibis les flamants les marabouts
L’oiseau Roc célébré par les conteurs et les poètes
Plane tenant dans les serres le crâne d’Adam la première tête
L’aigle fond de l’horizon en poussant un grand cri
Et d’Amérique vient le petit colibri
De Chine sont venus les pihis longs et souples
Qui n’ont qu’une seule aile et qui volent par couple
Puis voici la colombe esprit immaculé
Qu’escortent l’oiseau-lyre et le paon ocellé
Le phénix ce bûcher qui soi-même s’engendre
Un instant voile tout de son ardente cendre
Les sirènes laissant les périlleux détroits
Arrivent en chantant bellement toutes trois
Et tous aigle phénix et pihis de la Chine
Fraternisent avec la volante machine
Maintenant tu marches dans Paris tout seul parmi la foule
Des troupeaux d’autobus mugissants près de toi roulent
L’angoisse de l’amour te serre le gosier
Comme si tu ne devais jamais plus être aimé
Si tu vivais dans l’ancien temps tu entrerais dans un monastère
Vous avez honte quand vous vous surprenez à dire une prière
Tu te moques de toi et comme le feu de l’Enfer ton rire pétille
Les étincelles de ton rire dorent le fond de ta vie
C’est un tableau pendu dans un sombre musée
Et quelquefois tu vas le regarder de près
Aujourd’hui tu marches dans Paris les femmes sont ensanglantées
C’était et je voudrais ne pas m’en souvenir c’était au déclin de la beauté
Entourée de flammes ferventes Notre-Dame m’a regardé à Chartres
Le sang de votre Sacré Cœur m’a inondé à Montmartre
Je suis malade d’ouïr les paroles bienheureuses
L’amour dont je souffre est une maladie honteuse
Et l’image qui te possède te fait survivre dans l’insomnie et dans l’angoisse
C’est toujours près de toi cette image qui passe
Maintenant tu es au bord de la Méditerranée
Sous les citronniers qui sont en fleur toute l’année
Avec tes amis tu te promènes en barque
L’un est Nissard il y a un Mentonasque et deux Turbiasques
Nous regardons avec effroi les poulpes des profondeurs
Et parmi les algues nagent les poissons images du Sauveur
Tu es dans le jardin d’une auberge aux environs de Prague
Tu te sens tout heureux une rose est sur la table
Et tu observes au lieux d’écrire ton conte en prose
La cétoine qui dort dans le cœur de la rose
Épouvanté tu te vois dessiné dans les agates de Saint-Vit
Tu étais triste à mourir le jour où tu t’y vis
Tu ressembles au Lazare affolé par le jour
Les aiguilles de l’horloge du quartier juif vont à rebours
Et tu recules aussi dans ta vie lentement
En montant au Hradchin et le soir en écoutant
Dans les tavernes chanter des chansons tchèques
Te voici à Marseille au milieu des Pastèques
Te voici à Coblence à l’hôtel du Géant
Te voici à Rome assis sous un néflier du Japon
Te voici à Amsterdam avec une jeune fille que tu trouves belle et qui est laide
Elle doit se marier avec un étudiant de Leyde
On y loue des chambres en latin Cubicula locanda
Je m’en souviens j’y ai passé trois jours et autant à Gouda
Tu es à Paris chez le juge d’instruction
Comme un criminel on te met en état d’arrestation
Tu as fait de douloureux et de joyeux voyages
Avant de t’apercevoir du mensonge et de l’âge
Tu as souffert de l’amour à vingt et à trente ans
J’ai vécu comme un fou et j’ai perdu mon temps
Tu n’oses plus regarder tes mains et à tous moments je voudrais sangloter
Sur toi sur celle que j’aime sur tout ce qui t’a épouvanté
Tu regardes les yeux pleins de larmes ces pauvres émigrants
Ils croient en Dieu ils prient les femmes allaitent des enfants
Ils emplissent de leur odeur le hall de la gare Saint-Lazare
Ils ont foi dans leur étoile comme les rois-mages
Ils espèrent gagner de l’argent dans l’Argentine
Et revenir dans leur pays après avoir fait fortune
Une famille transporte un édredon rouge comme vous transportez votre cœur
Cet édredon et nos rêves sont aussi irréels
Quelques-uns de ces émigrants restent ici et se logent
Rue des Rosiers ou rue des Écouffes dans des bouges
Je les ai vus souvent le soir ils prennent l’air dans la rue
Et se déplacent rarement comme les pièces aux échecs
Il y a surtout des Juifs leurs femmes portent perruque
Elles restent assises exsangues au fond des boutiques
Tu es debout devant le zinc d’un bar crapuleux
Tu prends un café à deux sous parmi les malheureux
Tu es la nuit dans un grand restaurant
Ces femmes ne sont pas méchantes elles ont des soucis cependant
Toutes même la plus laide a fait souffrir son amant
Elle est la fille d’un sergent de ville de Jersey
Ses mains que je n’avais pas vues sont dures et gercées
J’ai une pitié immense pour les coutures de son ventre
J’humilie maintenant à une pauvre fille au rire horrible ma bouche
Tu es seul le matin va venir
Les laitiers font tinter leurs bidons dans les rues
La nuit s’éloigne ainsi qu’une belle Métive
C’est Ferdine la fausse ou Léa l’attentive
Et tu bois cet alcool brûlant comme ta vie
Ta vie que tu bois comme une eau-de-vie
Tu marches vers Auteuil tu veux aller chez toi à pied
Dormir parmi tes fétiches d’Océanie et de Guinée
Ils sont des Christ d’une autre forme et d’une autre croyance
Ce sont les Christ inférieurs des obscures espérances
Adieu Adieu
Soleil cou coupé
Guillaume Apollinaire (1880-1918). París, Poeta, novelista y ensayista francés, que nació en Roma y estudió en el liceo Saint-Charles, de Mónaco. Editó unas cuantas pequeñas revistas de poesía, en las que empezó a publicar sus primeras obras. Entre ellas destaca Les Soirées de Paris (1913-1918). Debido a sus intentos por sintetizar la poesía y las artes visuales, Apollinaire ejerció una importante influencia tanto en la poesía como en el desarrollo del arte moderno. Los pintores cubistas (1913) es un documento decisivo al respecto; otras obras suyas en prosa incluyen la novela simbólica El poeta asesinado (1916), basada parcialmente en sus experiencias como soldado en la I Guerra Mundial, y el drama Los pechos de Tiresias (escrito en 1903; pub. en 1918). Se considera que con esta última obra Apollinaire introdujo el surrealismo, y de hecho pasa por ser el primero que utilizó ese término. Su reputación se basa sobre todo en sus dos volúmenes de poesía, Alcoholes (1913), considerada su obra maestra, y Caligramas (1918). Sus versos se caracterizan por la ausencia de puntuación y las experimentaciones formales con una tipografía de carácter pictórico muy característica suya.
Marco Antonio Campos (ciudad de México, 1949). Cronista, ensayista, narrador, poeta y traductor. Ha sido profesor de Literatura en la uia (1976-1983); lector huésped de las universidades de Salzburgo y Viena (1988-1991); profesor invitado de Brigham Young University (1991) en las universidades de Buenos Aires y La Plata (1992) y la Universidad de Jerusalén (2003); jefe de redacción de Punto de Partida; director de Literatura de la Coordinación de Difusión Cultural; director en dos épocas de Periódico de Poesía, investigador del Centro de Estudios Literarios del iifl de la unam y coordinador del Programa Editorial de la Coordinación de Humanidades de la unam. Colaborador en distintas épocas de Confabulario (suplemento literario del diario El Universal), La Jornada Semanal (suplemento literario del diario La Jornada), La Semana de Bellas Artes, Periódico de Poesía, Proceso, Punto de Partida, Revista Universidad de México, Sábado (suplemento literario de Unomásuno) y Vuelta. Premio Diana Moreno Toscano 1972, a la promesa literaria. Premio Xavier Villaurrutia 1992 por Antología personal. Medalla Presidencial Pablo Neruda otorgada por el Gobierno de Chile en 2004. Premio Casa de América 2005 por Viernes de Jerusalén. Premio del Tren Antonio Machado 2008 por su poemario Aquellas cartas. XXXI Premio Internacional de Poesía Ciudad Melilla 2099, por su obra Díme dónde, en qué país. Premio Iberoamericano de Poesía Ramón López Velarde 2010, por el conjunto de su obra poética. Ha traducido la obra de Charles Baudelaire, Arthur Rimbaud, André Guide, Roger Munier, entre otros.