Formas breves de la poesía japonesa: Ariel Bartolini (Argentina, 1961)
Roxana Dávila Peña organiza un índice de poesía bajo el carácter de las formas breves de la poesía japonesa. La imagen que acompaña la publicación es creación de Fabricio Vanden Broeck para la publicación Taller Igitur, elaborada con tinta china sobre papel de algodón de la India.
Me inicio en el haiku desde 2015.
Recuerdo la atracción inicial por su brevedad, por su economía expresiva, por su música pasajera y su resonancia persistente. Quise en anteriores ensayos de poesía llegar a esas condiciones, admiré a Vicente Aleixandre, pero después como la ola de Hokusai me empapó la espuma de los haikus. Bashó, Shiki, Kyoshi, Soseki, Buson.
Seguí a los caminantes en Paeos.net; en un curso con Alberto Silva. La puerta abriéndose. Luego El Rincón del Haiku; la Escuela Makoto, un curso con Vicente Haya, el grupo Puente y Camino. Itinerarios haiku adentro.
Percibo al haiku como un diapasón que se posa sobre un instante. Descubre resonancias. Y abre la escritura al impulso de registrar y transmitir sonidos vivos. El haiku quizás también sea una red que se afina para descubrir cada vez más delicadamente la materia de un instante. Por último veo en el haiku una reconstrucción del instante que pulsa desde dentro de un suceso. Un suceso por más bello que aparezca, o curioso, o impactante, no es un instante. El instante es la luz que titila en una boya entrevista en el mar. El marinero percibe el parpadeo y descubre un rumbo. Como quien mirando las estrellas percibe constelaciones. El instante palpita en un suceso. Si el diapasón, la red, finalmente los sentidos lo descubren, es un haiku.
El haiku se despoja de todo para agudizar su atención. No agrega pensamientos, ni metáforas, ni juicios. No construye alegorías ni personaliza lo que ha pasado. Echa la red en el suceso y descubre, como el pescador de perlas, el brillo de un instante.
En esta selección hay horas de redes en los muelles del instante. Ojalá pudiera recompensar su lectura, acercando el brillo fugaz del agua vista en una piedra, el verdor del musgo en las raíces salientes de un arroyo. Eso es todo.
Ariel Bartolini (Buenos Aires, Argentina)
11 HAIKUS
biguá rasante.
raíces de cipreses
verdes de musgo
*
canto de un zorzal.
en la sombra del bambú
la flor de cala
*
fin de una nube.
se alternan los graznidos
en la bandada
*
se va la niebla.
el brillo de la helada
sobre un perro
*
calma el pampero. *
la arboleda inundada
al atardecer
*pampero; en Buenos Aires se llama así viento que escampa, de orientación sudoeste, contrario al viento del este, que trae “lluvias como peste”
*
mañana de sol.
las hojas del ginkgo
cubren la senda
*
sombra
de una hoja cayendo.
cañas ámbar en flor
*
en el remanso
el vuelo de una abeja.
haces de luz.
*
paso de hormigas.
la vaina de bambú
roza al caer
*
voló el insecto
de la hoja del libro.
brillos del agua
*
la niña espera
un biguá sumergido.
tarde ventosa
Ariel Bartolini (16/09/1961) Casado, 4 hijos.Arquitecto UBA 1989. Desde 1990 titular del estudio, dedicado a proyectos y dirección de obras. Desde 1990 ejercicio de la docencia en la cátedra Baliero. Desde 2016 profesor a cargo Teoría de la Arquitectura ex taller Rizzo. En el ámbito público de la ciudad de Buenos Aires Coordinador General del programa binacional argentino - español para la puesta en valor de la Avenida de Mayo (PRAM) entre 1992 y 1994. Publicados diversos artículos en medios técnicos especializados y cursos sobre diversos temas de la disciplina en ámbitos universitarios, Sociedad Central de Arquitectos y otras entidades académicas privadas.
Roxana Dávila Peña (Ciudad de México, 1968). Es haijin. Actualmente imparte el Taller permanente de haiku. Fundadora de Talleres y Cultura México. Es Lic. en Ciencias de la Comunicación. Diplomada en Literatura Mexicana del Siglo XX por el INBA. Tesista de la Maestría en Filosofía en la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México. Es autora del libro Desde la raíz, libreta de haiku, publicado en 2016, por Editorial Dragón Rojo. Algunos de sus haiku aparecen en La Revista de la Universidad de México, en Círculo de poesía, Revista electrónica de literatura, en la publicación semestral Tema y Variaciones de Literatura, Haiku: poética y transculturación por la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco y en la Revista Literaria Taller Ígitur de la cual es responsable para la sección de Poesía breve de origen japonés. También ha colaborado con la revista sueca La libélula vaga, para la revista bengalí Teerandaz y para la plaqueta argentina Espacio Luna Alfanje COVID – 19. Recientemente fue seleccionada para incluir sus haiku escritos originalmente en inglés para la elaboración de un saijiki universal en Haiku University de Japón. Invitada a compartir sus haikus en distintos recitales en Cuba y Costa Rica. Ponente en el Taller de Iniciación al haiku. Algunos de sus senryū, haikai, muki y haiku han sido traducidos al japonés, al inglés y al bengalí.
Foto: Rogelio Cuéllar
Fabricio Vanden Broeck. Nace en 1955, en la Ciudad de México. Licenciado en Diseño Industrial por la Universidad Iberoamericana, con maestría en Diseño por la ECAL, Lausanne, Suiza, su actividad profesional se ha orientado a la producción artística, la ilustración tanto editorial como de libro infantil, la docencia, la publicación de ensayos sobre diseño e imagen, y, más recientemente, la conceptualización y edición de proyectos editoriales. Sus ilustraciones han sido publicadas en The New York Times, La Vanguardia (Barcelona), Libération (Paris), El Mundo del siglo XXI (Madrid) y la revista El Malpensante (Bogotá). Ha sido ilustrador de la revista Letras Libres donde además fungió como editor de ilustración desde su lanzamiento en 1999 hasta 2013. Fué también colaborador del periódico Reforma ilustrando el suplemento político Enfoque, de 1993 a 2008. Desde 2013 colabora con la revista Nexos en la conceptualización y resolución de las portadas.
Ha ilustrado numerosos libros para niños y jóvenes en editoriales e instituciones culturales de México, Estados Unidos, Canadá, Japón, Italia, Colombia y Venezuela. Ha recibido importantes reconocimientos, tanto en México como el extranjero.
En 2010 fue el candidato de México al Premio Hans-Christian Andersen en la categoría Ilustración, la distinción más importante a nivel internacional dentro del campo de la literatura infantil y juvenil, otorgada por el gobierno de Dinamarca.