Elizabeth Barrett Browning (Reino Unido, 1806-Italia, 1861): My Heart and I. Traducción de Luis Vargas Tapia
Elizabeth Barrett Browning (Reino Unido, 1806-Italia, 1861)
Traducción de Luis Vargas Tapia
Mi corazón y yo
I.
¡Basta!, estamos exhaustos, mi corazón y yo,
Reposamos ambos al costado de esta lápida
Y deseamos que fuera nuestra esa inscripción.
El musgo reimprime tiernamente del masón
Y su cuchillo las rígidas tipografías,
cual el dulce azur que a la vida de aquí renueva;
esa vida que agotó a mi corazón y yo.
II.
Ve lo exhaustos que estamos, mi corazón y yo
Hemos confiado en los hombres, lidiado con libros,
Y la pluma en toda nuestra sangre se ha empapado
Como si esos colores no pudieran volar.
Hemos ido en línea recta hacia la fortuna,
Hemos dado tanto para conservar amigos
Que ya nos agotamos, mi corazón y yo.
III.
¡Cuán cansados estamos mi corazón y yo!
Parecemos en desuso para todo el mundo;
Las fantasías penden grises, desbaratadas
Ante los ojos indiferentes de los hombres;
Pero esta voz nuestra, que también a ti te aturde,
Te dejará dormir; tan sólo es humedad nuestro
Llanto: ¿Qué hacemos aquí… mi corazón y yo?
IV.
¡Exhaustos, tan exhaustos mi corazón y yo!
Así no sucedía en aquel tiempo de antaño
Cuando Ralph* se sentaba conmigo junto al tilo
A ver el crepúsculo posarse sobre el cielo:
"-Querida, luces muy agotada" -Me decía...;
Hoy sonrío y le niego con la cabeza: “-Ahora
“es cuando estamos hartos, mi corazón y yo”
V.
¡Exhaustos, tan exhaustos mi corazón y yo!
Ya no tengo a nadie que me tome con su brazo
Y me oville para cálidamente besarme ,
Hasta que el aliento se consuma en un suspiro
De alegre languidez. Ahora que estamos solos,
Desolados, sin besar…mi corazón y yo.
VI.
Fulminados estamos, mi corazón y yo.
¿Es verdad que el mundo trae consigo diademas
Para tentarnos, incrustadas con varias gemas
De poderes y placeres? Vamos a probarlo.
Nosotros rara vez prestamos nuestra atención
A un niño hermoso, o a Dios y su cielo tan azul…
Estamos tan exhaustos, mi corazón y yo.
VII.
¿Alguien se queja? ¿Será mi corazón y yo?
En este planeta abundante no cabe duda
Hay poco espacio para las cosas desgastadas:
Desdéñalas, rómpelas y lejos luego arrójalas…
y si antes de los días grises fuimos amados
o solíamos serlo…bueno, pues suficiente
creo que hemos tenido, mi corazón y yo.
*Ralph, el primero esposo de Elizabeth Barret Browning
My Heart and I
I.
ENOUGH ! we're tired, my heart and I.
We sit beside the headstone thus,
And wish that name were carved for us.
The moss reprints more tenderly
The hard types of the mason's knife,
As heaven's sweet life renews earth's life
With which we're tired, my heart and I.
II.
You see we're tired, my heart and I.
We dealt with books, we trusted men,
And in our own blood drenched the pen,
As if such colours could not fly.
We walked too straight for fortune's end,
We loved too true to keep a friend ;
At last we're tired, my heart and I.
III.
How tired we feel, my heart and I !
We seem of no use in the world ;
Our fancies hang grey and uncurled
About men's eyes indifferently ;
Our voice which thrilled you so, will let
You sleep; our tears are only wet :
What do we here, my heart and I ?
IV.
So tired, so tired, my heart and I !
It was not thus in that old time
When Ralph sat with me 'neath the lime
To watch the sunset from the sky.
Dear love, you're looking tired,' he said;
I, smiling at him, shook my head :
'Tis now we're tired, my heart and I.
V.
So tired, so tired, my heart and I !
Though now none takes me on his arm
To fold me close and kiss me warm
Till each quick breath end in a sigh
Of happy languor. Now, alone,
We lean upon this graveyard stone,
Uncheered, unkissed, my heart and I.
VI.
Tired out we are, my heart and I.
Suppose the world brought diadems
To tempt us, crusted with loose gems
Of powers and pleasures ? Let it try.
We scarcely care to look at even
A pretty child, or God's blue heaven,
We feel so tired, my heart and I.
VII.
Yet who complains ? My heart and I ?
In this abundant earth no doubt
Is little room for things worn out :
Disdain them, break them, throw them by
And if before the days grew rough
We once were loved, used, — well enough,
I think, we've fared, my heart and I.
Elizabeth Barrett Browning (1806-1861). Desde niña, residiendo en la gran mansión familiar de Hope End en Malvern, comenzó a interesarse por todo tipo de libros, especialmente los clásicos, habiendo leído en griego las obras de Homero antes de cumplir los diez años. En el año 1820 apareció su primer poema, “La Batalla De Maratón” (1820), y seis años después escribió “Ensayo Sobre El Hombre y Otros Poemas” (1826). Tradujo “Prometeo Encadenado” de Esquilo. También editó “Poemas Misceláneos” (1833). En la capital inglesa publicó “El Serafín y Otros Poemas” (1838). Es autora de los siguientes títulos: “El Lamento De Los Niños” (1841), “Poemas” (1844), “El Galanteo De Lady Geraldine” (1844), “Sonetos De La Portuguesa” (1850), “Las Ventanas De La Casa Guidi” (1851), y “Aurora Leigh” (1856). “Poemas Antes Del Congreso” (1860) fue su último libro antes de que Elizabeth falleciese en brazos de su esposo en Florencia el 29 de junio de 1861. De manera póstuma apareció “Últimos Poemas” (1863). Está enterrada en el cementerio inglés de Florencia.
Luis Vargas Tapia (Puebla, Pue, 1996). Me debato entre la literatura y la ciencia. Apasionado de ambas disciplinas, he traducido a Lord Byron y Robert Browning en revistas nacionales. Antes que ser escritor, soy lector, y siempre lo seré hasta que la vista y la vida lo permitan. Actualmente me dedico a la investigación y soy candidato a Máster en Biomedicina y Biotecnología por el CICESE.