Diótima. Encuentro Nacional de Poesía: Poemas de Dana Gelinas
Presentamos la serie Diótima en la cual publicamos algunos poemas de Dana Gelinas invitada al Segundo Encuentro Nacional de Poesía efectuado los días viernes 17, sábado 18 y domingo 19 de mayo en la Biblioteca General del H. Congreso de la Unión, en el Centro Cultural de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y en el Museo Nacional de las Culturas del mundo, respectivamente.
Dana Gelinas
Ciudad de cal
Yo nací bajo un cielo de cal,
donde la sombra era cada vez
más luna menguante
y la noche sitiaba su propio espejismo.
Ese lugar no era
lo que se dice un vergel
y sin embargo mi abuela y mi madre
–cuando madre y niña–
alcanzaron los racimos maduros
de tanto tiempo que esperaron
bajo el portal.
Ante mí, en cambio,
un día se abrió el suelo de la casa.
Allí brotaron,
uno por uno,
los males que no alcancé a nombrar a tiempo,
en el pecho esa prisa maldita,
un dolor de piedra en la espalda,
un infinito miedo a lo finito
como una sombra que va siempre adelante
y una voz que cortaba, tan amarga,
lo que antes era mi alimento.
Por eso escondo ese pueblo
y oculto su paz de polvo.
Ahora, que en esta rabia recomienzo una cosecha,
vuelven a mí las sombras prolongadas del desierto
y en sueños se desgrana un racimo ácido de insomnio
y un constante porqué, como en sordina.
Downstairs
En El Principio fue la escalera.
A Dios no le producía escozor subir;
arriba nadie lo esperaba.
Sin una escalera se habría tropezado,
como Luzbel.
De seguro creó la escalera para acceder
al jardín de sus criaturas.
Por esas mismas gradas descendió Dante
a contemplar los frescos de Brueghel,
El Bosco y Goya.
De no imaginar El Señor estos peldaños,
abuelos de las escalinatas mecánicas,
habría corrido el riesgo de caer del trono.
Bajar por una escalera
requiere de la gracia;
no es fácil hacerlo con dignidad,
sin pensar en los pasos que se dejan.
Subir es más fácil;
el requisito es fijarse bien en el siguiente peldaño.
Cómo leer la Biblia en caso de ser apolítico
Este librito puedes tomarlo y comerlo:
en tu boca será dulce como la miel,
pero te amargará las entrañas.
Puedes comenzar por El Principio
y creer en el mundo como en una cadena inoxidable;
proseguir con orden
y advertir que la vida es una novela
(final espectacular, capítulos emocionantes)
desde un sillón cómodo;
o bien abreviar en los hechos de los maestros,
o devorar el desenlace para apagar la impaciencia;
puedes deletrear una sola parte,
la vieja o la nueva, y así reavivar querellas de familia.
Este manual se deja releer al azar
para quien ya lo ha visto todo;
alguien que llame a tu puerta
la puede armar por ti
como un rompecabezas;
o la puedes leer al amanecer,
cuando nada entiendes aún,
cuando no has despertado todavía
y acaso desearas que todo fuera un sueño.
Lápida para una mujer liberada
Como Diana, primero una flecha
al centro de un hombre;
como Penélope,
tejer la tela de araña;
caminar siempre un paso atrás,
como Eurídice;
salir del baño, como Afrodita;
leer de noche, como Minerva;
amar a una bestia, como Pasifae;
cultivar en exclusiva la tierra de tu casa, como Gea;
predecir la infidelidad, como Casandra;
vengar al marido, como Hera;
memorizar uno a uno los rasgos de Narciso, como Eco;
todo para morir en tu país
sin que te lapiden…
como a una extranjera.
Dana Gelinas (Monclova, Coahuila, 1962). Poeta, narradora y ensayista. Ha recibido las siguientes becas: Salvador Novo (1982-83), del INBA (1987-88) y del Fonca para Jóvenes Creadores (1992). Actualmente es editora, así como traductora de la lengua inglesa, poetas entre quienes se encuentra W.D. Snodgrass (La aguja del corazón, selección, traducción y prólogo, 1999). Su obra se halla traducida y recopilada en más de medio centenar de antologías mexicanas y de diferentes países. Ha publicado los siguientes libros de poesía: Bajo un cielo de cal (1991; 2ª edición, 2006). Poliéster (VIII Premio Nacional de Poesía Tijuana 2004; 2ª edición, 2009). Altos Hornos (2006). Boxers (Premio Nacional de Poesía Aguascalientes, 2006). Aves del paraíso (2009) y Los trajes nuevos del emperador (2011), y las siguientes antologías personales: Aves del paraíso, Hábitat y Mediodía blanco.