Circe Maia (Montevideo, Uruguay)
Los poemas aquí publicados aparecen en el corno emplumado número 6, abril, 1963.
Circe Maia (Montevideo, Uruguay, 1932)
Por esto
Porque apagué el reseco corazón a la tierra
junto a los viejos troncos de húmedas raíces
y absorbí hasta las venas su vida fría y lenta
porque sentí ascender la savia en el silencio
y escuché en el silencio crecer los verdes gajos
los arroyos minúsculos y el vaho de la tierra
renegué de mi sangre tibia y desordenada
alzándose y cayendo en mares absurdas.
No quise más mi cuerpo, mi mirada sedienta.
—Ojos de un agua mansa
piel de corteza fría
y lisura de piedra—
Limpia luz de rocío, que no quiero mirarte
sino ver desde ti, el aire, el agua en sombra
el temblor verde, arriba.
Y no escuchar los pájaros, sino estar en el golpe
de alas, en el vuelo
hacia el azul sombrío.
Domingo
Respuesta en las miradas, pasos y voces.
Liviano día domingo, cómo llegas
cómo llegas lavando con el sol las calles
lavando con sol las puertas
con sol los ojos.
Cómo llega tu luz en compañía
de tanto movimiento y de sonido.
Suena con confuso ruido de ola
de vuelo en bandada
de canto mezclado
de viento en ramas.
Y como en la arena se dobla la ola
cayendo en espuma
—un blanco de espuma con puntos brillantes—
así vuelca el domingo su cielo en la calle
su ola de azul se desploma
como espuma blanquea azoteas
fachadas, veredas
y en ventana y vidriera se clavan
resplandores de rápidas flechas.
Alrededor nuestro late el domingo
disperso entre todo:
trozos de domingo, tiempo, luz de domingo
ancha flor con los pétalos sueltos.
Circe Maia (Montevideo, Uruguay, 1932). Publicó su primer libro de poesía, Plumitas, en 1944, con tan solo doce años. Cuando tenía diecinueve murió su madre, en 1958 publicó En el tiempo. Estudió filosofía en el Instituto de Profesores Artigas (IPA) y en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad de la República. Fue profesora de filosofía en el liceo departamental y en el Instituto de Formación Docente de Tacuarembó, donde llegó en 1957. Participó en la fundación del Centro de Estudiantes del Instituto de Profesores Artigas (CEIPA) y fue socia activa del Partido Socialista. En 1972, los militares irrumpieron en su casa para arrestarlos a ella y su marido, a ella le permitieron quedarse porque su hija menor tenía apenas 4 días. En 1973, fue destituida de su cargo como profesora de educación secundaria por el gobierno militar. Con el regreso de la democracia en 1985, fue reintegrada a su cargo como profesora de educación secundaria, y pudo publicar de nuevo: Destrucciones (1987), Un viaje a Salto (1987), Superficies (1990), Circe Maia: obra poética (2007 y 2010). Enseñó filosofía en secundaria hasta su jubilación en 2001. En 2009 recibió el Homenaje de la Academia Nacional de Letras, y en 2012 la Medalla Delmira Agustini. Su obra ha sido reconocida con el Premio Nacional de Poesía de Uruguay y el Premio Bartolomé Hidalgo.