Carmen Nozal (España/México): Poesía reunida (1991-2021). Selección de Maximiliano Cid del Prado
Carmen Nozal (España/México)
Poesía reunida (1991-2021)
Selección de Maximiliano Cid del Prado
Romance de la muerte
En homenaje a Federico García Lorca
Yo quiero morir a tiempo
cuando me amenace el alba,
cuando me queme el rocío
sobre la tierra morada.
Encharcados los caminos
ondulan sus grietas canas.
Suben llorando los sauces,
cipreses silbando bajan.
Los cuervos de rojo luto
escuchan su negra llama.
Caoba de miel postiza
a la piel amarga aguarda.
De luces se viste el rito,
se tiñe el campo de grana,
se desnudan los pesares,
de nada se muere el alma.
La sombra repiquetea
en lo alto de las ramas.
Se desatan los silencios
mientras deshoja palabras.
Ya tiembla la soledad,
la escarcha lava tocando.
El perfume del vacío
sin quererla se ha escapado.
Yo pude morir a tiempo
cuando amenazaba el alba,
cuando quemaba el rocío
sobre la tierra morada.
Pero el alba tuvo sueño,
el recibo fue de llamas,
la tierra quedó en el cielo
y en el aire la esperanza.
La noche paría vida,
mataba la madrugada.
Sólo luceros de sangre
y la luna anaranjada,
mientras los cuerpos arrullan,
la caoba amortajada.
Yo quise morir a tiempo.
La muerte no me dejaba.
Te debía muchos soles
y pocas ganas de amarla.
Me visitó de repente.
No pude morir a tiempo.
Y justo cuando no la amo
me obliga a seguir muriendo.
Poemas sueltos (1991)
Vagaluz
Se me ha dado del silencio
el racimo de la zorra.
Se me ha negado la voz
de los juglares dormidos.
Me ha dejado ante la luz
con un alfabeto de sombras.
Se ha ido.
Vagaluz (1991)
XXVI
Ahora tiemblo.
No busco que me esconda ningún vientre.
Soy de los círculos
exacta eternidad.
Las líneas de mis manos se fragmentan.
Seré cántaros de sangre.
Hacia los flecos del río (1992)
Calendario
La lluvia sale del túnel para matar. Es tiempo de enterrar a la sequía. Los funerales del río fueron tan largos como la tumba del hambre. El agua volvió a llorar como una viuda. Sabe Dios qué tantas penas se hundieron en el mar que hasta la fecha los fósiles contemplan su esqueleto.
El espejo de Luzbel (1994)
Quiero la verdad
como los muertos de amor que siguen fornicando
Quiero concitar mis yeguas y mi cárcel
Estoy a punto de ser mi cataclismo
Sátira entre mis ingles
sudarás por mí en otro establo
Abrojo de mi nombre en tus jadeos
Si me cosen los labios
saldré como las sílabas
porque estoy vieja y ya no tengo dientes
y soy un lametazo de mi sombra
No depende de mí correr sobre mi muerte
si yo me muero aquí no pasa nada
No se alzará el calor sobre la tierra
ni los fusiles del sol caerán ante nosotros
No será el tiempo distinto a mi constancia
ni arpa que tañer como una herida
Juglar de silencio (1995)
Noche
Mi corazón
es una lagartija
buscando el sol
Equis (1996)
El puente
Me duele recordar
que invento mis recuerdos
como si fueran capítulos
de una historia de amor.
En todos estás tú,
envejeciendo,
contándome otra vez
la sorpresa de la tarde.
Y no estás porque no existes en un cuerpo.
Existes hoy y ahora en esta línea
que quiso darte forma de palabra.
Estoy sobre tu página en blanco.
Tienes un nombre y tu nombre es todo
lo que no puedo escribir. Me faltan sílabas,
no entiendo qué vocales escapan a la voz
ni qué motivos guarden en la huida.
Me duele recordar que no comprendo
de dónde vino la rutina del decir
ni el tiempo que nos cerca en esta hoja
al invento, al autor y al inventado.
Poemas sueltos (1996 – 1997)
México
Al cuñado de Paquita
lo denunció su hermano.
«Esta noche vendrán por ti»,
le dijeron los vecinos
cuando sacaba el ocle de los pedruscos.
Tragó saliva,
se secó el sudor viendo las olas
y encontró un barco a punto de zarpar.
Toda la vida le pasó por su frente.
Con los pantalones arremangados
y el pecho saliendo de su camisa
echó a correr sobre la arena quemada.
A zancadas venían los pensamientos.
Los tres años de su hija
y su esposa por parir.
Entre la muchedumbre,
miró por última vez el cielo.
No había viento, ni nubes, ni aves.
«¿Cómo se quita el sol?»,
dijo, mientras marchaba sin saber a dónde iba.
En la cubierta estaban las mujeres.
Nadie hablaba.
La miseria olía a sal.
Comenzó a oscurecer.
Los disparos salieron de la bruma.
Vio cuerpos lanzarse por estribor
y se escondió en un tonel donde dormían las ratas.
«No pude ir a la guerra», se dijo
y decidió luchar.
Pensando que las ratas eran fascistas,
sacó valor.
Mientras las estrangulaba
recordó a su hermano.
La traición no tiene cuello.
Es una lengua sin fin.
Ensangrentado y famélico
puso los pies en la tierra.
Arpas y marimbas. El aire cálido.
Las nubes tropezaban por el cielo.
Y él, descalzo,
sin saber a quien decirle:
«Mi hijo acaba de nacer».
República (2017)
De la búsqueda qué hace el amante
para encontrar al amado
Estabas en el agua y en la fuente
hundí mi mano hasta llegar al fondo
para buscar la tuya y un mar hondo
se abrió en mi pecho y salpicó mi frente.
Para llegar a Ti, pregunto al puente
si te ha visto pasar mientras te rondo
y en el largo silencio me respondo
que debo de buscarte entre la gente.
Perdóname las faltas cometidas
por creerme la única en el mundo
que te espera como retumbo de ola.
Si estás presente en todas las heridas
que cicatrizan con tu amor profundo,
¿qué razón hay para sentirme sola?
De la confesión nocturna (2020 – 2021)
CARMEN NOZAL. (España, 1964). Licenciada en Lengua y Literaturas Hispánicas por la UNAM y egresada de la Escuela de Escritores de la SOGEM. Ha laborado en la Casa del Poeta “Ramón López Velarde” y en la Subsecretaría de Diversidad Cultural y Fomento a la Lectura. Ha publicado Visiones de piedra, Premio de Poesía UNAM, 1991. Vagaluz, Premio Nacional de Poesía Elías Nandino, 1992. Hacia los flecos del frío, Premio Nacional de Poesía Salvador Gallardo Dávalos, 1993. El espejo de Luzbel, premiado por la Universidad Veracruzana, 1994. En el reino de la luz y otros poemas, publicado por el Ateneo Jovellanos de España, por ser finalista de dicho galardón internacional. Ha sido incluida en la Enciclopedia de Escritores Asturianos. Autora del cortometraje para animación Cuando Mister Cronos perdió el tiempo, premiado por el IMCINE. En 2018 ha publicado República, editado por Parentalia y Zona Cero: 286, premiado por DEMAC. En 2019 ha publicado 43, libro de artista, Editorial Espolones. Actualmente, labora como directora de comunicación, prensa y difusión del Museo Nacional de Arte (MUNAL).
Maximiliano Cid del Prado (Ciudad de México, 1994) Lic. en Lengua y Literaturas Hispánicas (UNAM). En 2016 fue becario del Festival Cultural Interfaz Issste-Cultura. En el 2016 y 2017 coordinó el Seminario de Creación Literaria “Roque Dalton” en la Facultad de Filosofía y Letras. Sus poemas y ensayos han sido publicados en revistas electrónicas e impresas como Opción; Letralia; Blanco Móvil; Punto en Línea; Buenos Aires Poetry, en periódicos como La Crónica, en antologías nacionales y extranjeras como la realizada por el concurso “Castello Di Duino” en Italia. En junio del 2019 fue ganador internacional de la IX edición de los Premios Deza de Poesía en Toledo, España. Actualmente es director de la Congregación Literaria de la Ciudad de México, editor de Revista Literaria Taller Ígitur, gestor de Crítica y Pensamiento en México, del Encuentro Nacional de Poesía: Diótima Versar Poéticas y miembro del PEN Club México.