Anne Vegter (Países Bajos). Traducción de Diego J. Puls
VIVIR AFUERA EN INVIERNO
No te echamos de menos hasta que ya no se pudo postergar tu partida.
Más tarde aquel día el notición de que tú bien derecho en el asiento de atrás
y te negabas a hacer comentarios. ¿Existen palabras para eso
o te haría bien una audición? Hay estudios disponibles
un entrenador pipiolo con datos útiles. A la luz todo el mundo es lindo,
alguien te hurga las posturas con el dedo y yo casi puedo tocarte
hoy a propósito todo el mundo es bueno en todo inquietante.
Un caballo se hinca de rodillas en la nieve, dijiste así me encuentran.
TODO INCLUIDO
¿Qué quieres dar? O mejor preguntarte qué es lo último que recordaste,
podría llegar a merecer la pena. ¿Les das importancia a los mensajes?
Hoy compré arroz verde del corriente. En el supermercado me encontré
con un concejal que me dijo: ¡qué pronto se recompone el organismo!
También la gente mala sobrevive fácilmente. Nuestra charla era de carácter cristiano,
porque por lo demás disentimos. Para navidad él prefiere comer en su casa esquinera.
Te he mencionado amor como palabra y acto y tú ruedas por la escalera y te rompes la cabeza
y la memoria fluye hacia afuera por las orejas. Cariño, callar no enaltece todo el tiempo.
Tendremos que encontrar los medios para desempeñar nuestra finitud.
No vuelvas la espalda a las atracciones. Chocar, planear, zambullirse, rodar, colgar
y la vibración dilata el tiempo.
ALGUIEN TENÍA QUE LLAMARSE REY
Soñé que de joven estaba acurrucado en un manto extraño, cubierto de animales.
No sabía de memoria ningún nombre, ni siquiera el propio. Pequeños armiños mudos.
Soñé literalmente que nada denotaba amor, tampoco se anunciaba la aurora.
Soñé esto: se permutaba mi vida, mi staff buscaba a uno con ilusiones.
Eligió el agua, me permutó, el agua era yo. Luego dije alguien tenía que hacerlo.
Alguien tenía que lavar los diques, alguien tenía que limpiar el suelo. Alguien tenía
que enseñar Holanda a los dioses. La predestinación no era para mí. Entonces quise volver
a trocar mi vida. Tal vez tuviera ganas Arnon Grunberg. Alguien tenía que hacerlo.
IN DE WINTER BUITEN WONEN
We misten je pas toen je vertrek niet langer kon worden uitgesteld.
Later in de dag breaking news dat jij kaarsrecht op de achterbank
en je weigerde elk commentaar. Bestaat daar een woord voor
of zou een auditie je goed doen: er is studioruimte beschikbaar
een piepjonge coach met weetjes. Iedereen is mooi in het licht,
iemand vingert je standpunten en ik kan je bijna aanraken
vandaag is iedereen trouwens goed in alles beangstigend.
Een paard valt op knieën in de sneeuw, zei je zo vinden ze me.
ALL INCLUSIVE
Wat wil je geven? Of beter vragen wat het laatste is dat je onthield,
het kon wel eens de moeite waard zijn. Hecht je aan boodschappen?
Vandaag kocht ik doodgewone groene rijst. Ik trof een wethouder
in de supermarkt die tegen me zei: hoe snel het organisme zich herstelt!
Ook slechte mensen overleven gemakkelijk. Ons gesprek was van christelijke aard,
want overigens zijn we het oneens. Hij eet met kerst bij voorkeur in zijn hoekhuis.
Ik heb je liefde genoemd als woord en daad en jij valt van de trap en je hoofd knapt
en het geheugen stroomt uit je oren. Liefste, zwijgen verheft niet steeds.
We zullen middelen moeten vinden onze eindigheid te vervullen.
Keer de attracties niet de rug toe. Botsen, zweven, duiken, rollen, hangen
en trilling lengt tijd.
IEMAND MOEST ZICH KONING HETEN
Ik droomde dat ik jong lag opgerold in vreemd gewaad, ik was bedekt met dieren.
Ik kende nog geen naam van buiten, eigennaam ook kwijt. Kleine hermelijnen zwegen.
Ik droomde letterlijk dat niets op liefde wees, de dageraad kwam ook maar niet.
Ik droomde dit: mijn leven was te ruil, mijn staf keek uit naar eentje met illusies.
Hij koos voor water, ruilde me, ik was het water. Later zei ik iemand moest het doen.
Iemand moest de dijken spoelen, iemand moest de grond verschonen. Iemand moest
de goden Holland tonen. Lotsbestemming was niet echt mijn ding. Toen wilde ik mijn leven
nog eens ruilen. Misschien had Arnon Grunberg zin. Iemand moest het doen.
Anne Vegter (Holanda, 1958) es la actual «poetisa nacional» de los Países Bajos y la primera mujer en ejercer esa función. Posee una pluma polifacética, de la que no solo han brotado poemas sino también libros para niños, obras teatrales y cuentos eróticos. Antes de la presentación de su primer poemario, Het veerde [Rebotó] (1992), publicó la novela infantil De dame en de neushoorn [La dama y el rinoceronte] (1989). Su poemario más reciente, Eiland berg gletsjer [Isla montaña glaciar] obtuvo el premio de poesía Awater en 2012.
Diego J. Puls (Argentina, 1956), quien nació en Buenos Aires, estudió Traductología en Ámsterdam y ha enseñado traducción al español y participado en varios proyectos de lexicografía bilingüe. Entre sus traducciones cabe mencionar el Diario de Ana Frank, Los señores del té de Hella Haasse y textos de un gran número de destacados poetas de Holanda y Flandes.