Poesía

Amina Saïd (Túnez)

 

 

 

 

Amina Saïd (Túnez, 1953)

 

 

 

 

Yo soy niña y libre

 

Yo soy niña y libre

de habitar domingos eternos

en el sol posado sobre el horizonte

en la claridad de todas las cosas

la tierra contempla sus estaciones

yo no tengo lugar ni domicilio

la vida está en todas partes y en ninguna

 

de la cisterna del patio la abuela saca

el agua para la albahaca y la menta

muele la sal y las especias

libra su combate cotidiano con la realidad

la brisa abulta las listas de la cortina

la lámpara brilla todavía

yo juego del otro lado de las imágenes

 

en los jardines de mi padre

los árboles cargan frutos antiguos

cuchichean en la lengua de los pájaros

el agua de los pozos canta dentro de los surcos

bajo mi paso nacen los caminos de arena

estoy en la inocencia del día

puro comienzo sin antes ni después

 

de una casita construida como un bote

me dejo llevar por la emoción azul

un ballet de hipocampos roza

las estrellas caídas del cielo

los erizos ornan las rocas

las algas titilan en mi puño

solo vive el instante en lo que yo contemplo

 

Yo soy niña y libre

no tengo lugar ni domicilio

vasto es el horizonte cuando el mundo

entero es un poema

hay un día enorme sobre la tierra

la noche no ha sido creada todavía

yo hago pie en todos los tiempos

 

 

 

 

Siempre en el poema

 

siempre en el poema

escucharé el silencio

antes de escuchar la palabra

beberé de su boca misma

 

entonces nacen las cosas

las palabras el mundo

 

yo digo; siempre en el poema

escucharé el silencio antes de las palabras

 

y tú respondes: si existe un dios

es allí que habita

 

yo descubro la vertiente exacta

de la sombra y de la luz

donde él acaba donde él comienza

 

y el silencio palpita tal como el mar

en su vientre de sal

palpita come el ala de un pájaro

que domestica lentamente el cielo

como el viento la tierra la vida

 

y si existe un dios sí

es allí que habita

 

 

 

 

*

 

un día lo sé la página

no traducirá ya el silencio

en lenguaje humano

las propias palabras

no llamarán más a mi puerta

el tiempo me verá morir

lejos tal vez del mar

que abraza el horizonte

la estrella que brilla para mí

se extinguirá lentamente

la noche me replegará sosegada

en el huevo negro de la muerte

entonces se acordarán de mí

el alba de mi primera infancia

el árbol venerable que me vio partir

y todos los pájaros

que atravesaron mi cielo

cuando mi sombra

sea alcanzada por la luz

sabré que ella fue la réplica

exacta de mi misma

sólo una sombra de carne

puede caminar por la tierra

 

 

 

 

 

 

 

 

JE SUIS ENFANT ET LIBRE

 

je suis enfant et libre

d’habiter d’éternels dimanches

soleil posé sur l’horizon

dans la clarté de toute chose

la terre contemple ses saisons

je n’ai lieu ni demeure

la vie est partout et nulle part

 

dans la citerne du patio l’aïeule puise

l’eau pour le basilic et la menthe

pile le sel et les épices

livre son combat quotidien au réel

la brise gonfle les rayures du rideau

la lampe brille encore

je joue de l’autre côté des images

 

dans les jardins de mon père

les arbres portent des fruits anciens

chuchotent dans la langue des oiseaux

l’eau du puits chante dans les sillons

sous mon pas naissent des chemins de sable

je suis dans l’innocence du jour

pur commencement sans avant ni après

 

d’une maisonnette construite tel un bateau

je me laisse couler dans l’émotion bleue

un ballet d’hippocampes frôle

les étoiles tombées du ciel

des oursins fleurissent les rochers

des algues scintillent à mon poignet

seul vit l’instant dans ce que je contemple

 

Je suis enfant et libre

je n’ai lieu ni demeure

vaste est l’horizon quand le monde

tout entier est poème

il fait grand jour sur la terre

la nuit n’est pas encore créée

j’ai pied dans tous les temps

 

 

 

 

TOUJOURS DANS LE POÈME

 

toujours dans le poème

j'entendrai le silence

avant le mot

m'abreuverai à sa bouche même

 

alors naissent les choses

les mots le monde

 

je dis : toujours dans le poème

j'entendrai le silence avant les mots

 

et tu réponds : s'il existe un dieu

c'est là qu'il habite

 

je découvre l'exact versant

de l'ombre et de la lumière

où il finit où il commence

 

et le silence palpite telle la mer

en son ventre de sel

palpite comme l'aile d'un oiseau

apprivoisant lentement le ciel

comme le vent la terre la vie

 

et s'il existe un dieu oui

c'est là qu'il habite

 

 

 

 

Amina Saïd (Túnez, 1953), su padre era tunecino y su madre francesa.  Se crió bilingüe, educada tanto en árabe como en francés. Su compromiso específico con la poesía comenzó cuando un profesor de francés en la escuela secundaria la animó a escribir. A los dieciséis años, Saïd fue a París con su familia, obtuvo su bachillerato y entró en la universidad. Estudió Literatura inglesa, una elección que la  alivió de tener que elegir entre sus dos lenguas maternas. Saïd comenzó a publicar poesía a los veinte años, y fue reconocida rápidamente como una nueva voz única. Actualmente es autora de más de una docena de libros de poesía, entre ellos «Les Voyages d’ Aden» (al- Manar, 2011) y «L’ Absence l’ inachevé» (La Difference, 2009), así como dos colecciones de cuentos populares tunecinos. Su obra ha sido galardonada en Francia con numerosos premios literarios. En 1988 le fue concedido en Marsella el Premio Jean Malrieu y en 1994 el Charles-Vildrac que otorga en Paris la Societé des Gens de Lettres. Actualmente trabaja como periodista en París.