Amazonas: Poetas brasileñas del siglo XX

 

 

 

 

Poemas publicados originalmente en Alforja. Revista de Poesía, México, número XIX invierno 2001.

 

 

 

Amazonas: Poetas brasileñas del siglo XX

 

 

 

 

Sabrina Bandeira Lopez (Curitiba, Brasil, 1978)

Traducciones de Martha Leñero y José Manuel Mateo

 

 

En sánscrito, significa:

al que me sacia de felicidad

 

Una cosa de mi amor que es bonita

es que siempre pide un plato diferente

en los restaurantes

algo que nunca haya probado

Y así con todo en la vida.

 

De un lado languidez

Del otro lascivia

 

Tristeza vaga

yo recuerdo el futuro

en que se irá no obstante

que siga siendo mi amor

Nuestra canción dice: “Never let me go”

pero yo necesito dejar que se vaya, porque se irá

 

Así como él se va por las mañanas

y, aunque yo no quiera, tengo que irme también

Él ya me presentó con las noches

Examinó mi vagina con el dedo

mirando el líquido que de ella escurría

Curioso, como un niño de cuatro años,

un indio quiere saber cómo funciona el avión

y un hombre sin cuna quiere entender de vinos

escarbando, horas, en el supermercado

Su voz, la más suave, pero siempre la voz de un hombre

siempre me interroga cuando levanto el teléfono

 

Yo lo amo, quería escribir en un poema en sánscrito

un poema donde hubiera Sol, paisajes místicos

una miel dividida entre las bocas

en un baño rico

especialmente la miel

podría haber dátiles también, aunque nunca los haya probado

cualquier fruta de nombre sabroso es comparable a sus labios

pero no hay, yo no conozco tal fruta

no puedo hablar de fuentes arrojando leche como la imagen del paraíso

 

para mí o que hay es un té caliente por la mañana, la tele prendida

galletas industrializadas

y un amor que se conmueve

pues la cosa más linda que puedo decir sobre mi amor

es que él se conmueve

cuando escucha esa música que lo hace acordarse de mí

y que se une a mí, en la noche

y sé, sin que él nunca lo diga

que está un poco arrepentido de haber preferido sólo dormir

 

mi amor se despierta demasiado temprano

se cansa locamente en mis brazos

y cae dormido más rápido de lo que caerá muerto

siento una necesidad de despertarlo

de conversar, aún sin tener asunto

para oír su voz, que me acomoda

tan bien como el resto de los sentidos

el resto de su cuerpo

 

la mejor piel para apoyar mi rostro

y una boca a la cual me aproximo como si fuera fruta

una piel que se debe tocar sólo para comprobar que existe

cabellos negros y la barba rubia

cicatrices en la nariz y en la boca

y el mirar más tierno del mundo, entre castaño y miel,

un poco verde

y que es mi champagne

 

 

 

 

Cláudia Ahimsa (Porto Alegre, Brasil, 1963)

Traducción de Eduardo Langagne

 

 

Hueco de sus dioses bebedores de sangre

sólido como los lagos de Tenochtitlan

que los espanoles secaron

seco de las centenas de millares de neuronas

que en él fueron muriendo día a día

mientras estaba vivo y sin pensar que

ciego por entero, aún así

sería un espejo tan remoto como íntimo

expuesto en caja de vidrio

con sus oídos vacíos

del viento y de la música de conchas y carrizos

agujero separado del esqueleto

sin el comando de los sueños

sin los temores del tiempo

humano incluso así

bajo la lámpara en caja de vidrio

no como flor muerta de invernadero

(aunque fuera de las fiestas primaverales)

sino la materia duradera

como madera buena

El cráneo. triunfante

con sus clientes de odio y sonrisa.

 

 Un azteca

 

Ciudad de México, verano del 98

 

 

 

 

Astrid Cabral Felix de Sousa (Manaus, Brasil, 1936)

Traducción de Saúl Ibargoyen

 

 

El fuego

 

Juntos urdimos la noche

más su manto de tiniebla

cuando las paredes retroceden

en discretos horizontes

más allá de la cama y en un espacio

de altiplano rodamos

nuestros cuerpos bravíos

de animales sin collar

y juntos encendemos el día

en cascadas de luz

como las centellas que nosotros

seres primitivos forjamos

con la piedra quebrada

de los sexos vivos

 

 

 

Lírico y lúbrico

 

Lírico y lúbrico

el amor brota lirios

y tritura pulpas frutales.

De luz centellea el encuentro

en que a fondo nos probamos

curvas de carne y bosques de pelo.

Más allá, arrancado el tiempo

rueda expulsado del cielo

que en el suelo conquistamos.

Y nos sentimos pájaros

donde plumas de nubes

sobre el dorso posaran.

Y nos probamos raíces

investigando a la tierra

en su secreto de barro.

Y prisioneros somos

entre próximos cristales

de estrellas y ríos.

 

 

 

Desastres de amor

 

Mujer tetera de loza

se deja agarrar por el asa

y vierte sudor y sangre

en cantidades exactas.

Di con la nariz

en la puerta de tu corazón.

Fue sangría desatándose

y la puerta de primeros auxilios

también encontré cerrada.

Le dije a mi corazón:

Tranquilo pues todo pasa.

La nada no es perdición

sino un estado de gracia.

Desde que el mundo es mundo

el destino:

el amor, centella

que hace el incendio

y la ceniza.

 

 

 

 

Sabrina Lopes. (Curitiba, Brasil, 1978). Publicou poemas nas revistas Alforja (México), Medusa e Babel, no jornal Rascunho e no livro Passagens – poetas contemporâneos do Paraná. Escreveu a peça Perca a vida para o verão junto ao grupo Gabinete de Curiosidades. Desenvolveu pesquisas sobre feminismo e teoria queer durante o curso de Ciências Sociais (UFPR), e, posteriormente, feminismo e justiça ambiental, na secretaria da Rede Brasileira de Justiça Ambiental (2005-2006). Atualmente reside em Curitiba e mantém o blog www.lopessabrina.blogspot.com

 

 

 

Cláudia Ahimsa (Porto Alegre, Brasil, 1963). Poeta. Poeta.Escritora. Artista Visual. Curadora. Crítica de arte. Estudió teatro, danza y música. Autora de libros mo Vivace. Prelúdios poéticos (1994), Noite sem dormir. Poemas timorenses (2000) y Habi­tante (2001), A vida agarrada (2006).

 

 

 

 

 

Astrid Cabral Felix de Sousa (Manaus, Brasil, 1936). Poeta, cuentista, profesora y ambientalista.​ Es viuda del poeta Afonso Felix de Sousa. A los dieciséis años, publicó sus primeros poemas en el diario local.​ Diplomada en Letras Neolatinas por la Universidad Federal de Río de Janeiro, en idioma inglés, y en literatura estadounidense por la Teacher's Training Course de IBEU. Durante los 1950s, fue miembro del innovador movimiento literario conocido como Clube da Madrugada.​ Fue Profesora universitaria en la Universidad de Brasilia desde 1962, pero debió renunciar por razones políticas, en 1964, con el golpe cívico-militar de 1964. Con el restablecimiento de la democracia en 1988, fue amnistiada,​ y pudo reasumir su carrera académica.​ Fue Oficial de cancillería del Ministerio de Relaciones Exteriores y Oficial de cancillería de la Embajada de Brasil en Beirut y en Chicago.