Narrativa

Cuentos de los Hermanos Grimm: El hada del agua. Traducción de Luciano Pérez García

 

 

 

 

EL HADA DEL AGUA

 

Traducción de Luciano Pérez García

 

Junto a una fuente jugaban dos hermanitos, niño y niña, y hubo un momento en que se cayeron ahí dentro. Ahí estaba un hada, de las que llaman ondinas y viven en el agua y ella les dijo: “Los tengo en mis manos, y ahora tendrán que trabajar muy duro para mí”. Se los llevó para indicarles sus labores. A la niña le dio un montón de hilos revueltos para que los desenredara, una tarea imposible, además de que con sus escasas fuerzas tenía que acarrear agua en un enorme barril. El niño fue obligado a cortar leña de los árboles con un hacha sin filo. Y nada se les daba para comer, excepto albóndigas duras como piedras.

Los niños estaban muy afligidos por lo que tenían que hacer, y estaban impacientes por huir. Y ocurrió un domingo que la ondina se fue a la iglesia, y aprovecharon ellos para escapar. Cuando la misa concluyó y el hada volvió, se dio cuenta que los dos pequeños se habían ido y se propuso encontrarlos.

Logró avistarlos  y se fue tras de ellos, y para impedir que los alcanzara, la niña le aventó a la ondina un cepillo para que no avanzara más, y ese cepillo se convirtió en una montaña de cepillos, con miles y  miles de púas que picaron al hada y no le permitían pasar. Sin embargo, ella logró escalar y llegó al otro lado; ya estaba por alcanzarlos y el niño le arrojó un peine, que se convirtió en una montaña de peines, con miles y miles de picos. La ondina aguantó la subida y llegó  hacia el otro lado. Otra vez los tenía al alcance, y ahora la niña le lanzó un espejo, que se  convirtió en una montaña de espejos, tan lisos que era imposible escalar y pasar al otro lado. La ondina pensó: “Iré rápido a mi casa y traeré un hacha para derribar la montaña de espejos”. Así lo hizo, pero mientras se ocupaba de romper éstos pedazo a pedazo, los niños ya había huido más lejos, y el hada del agua, frustrada, decidió sumergirse otra vez en su fuente.

Luciano Pérez. Es originario de la Ciudad de México, nacido en 1956. Egresó de los talleres literarios del INBA, donde fue discípulo de los escritores Agustín Monsreal y Sergio Mondragón. De 1986 a 2006 laboró en la Subdirección de Acción Cultural del ISSSTE, primero como promotor de talleres literarios, y de 1989 a 1998 en la revista cultural del instituto, memoranda, donde fue secretario y luego jefe de redacción.  De 2007 a 2012  estuvo en Ediciones Eón, como redactor y corrector, y después como editor en jefe. Desde 2013 se ha dedicado a traducir del alemán al español, tanto para la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, como para  Editorial San Pablo. Narrador, ensayista y poeta, ha publicado los siguientes libros: Cacería de hadas (1990), Cuentos fantásticos de la Ciudad de México (2002), y Antología de poetas de lengua alemana (2006).  Actualmente es editor de la revista cultural en línea Ave Lamia, y aquí publica sus ensayos literarios, históricos y de cultura popular, además de cuentos de corte fantástico, así como también traducciones de autores alemanes.