Poesía panameña: Porfirio Salazar.
PORFIRIO SALAZAR (Panamá)
AQUEL DOLOR FUE EL CARIBE
I
De lejos tus aguas: sol y sal.
Un cónclave de peces
en tu losa de espumas,
un sótano de nácar/
alquimia del coral.
Una huesa de muertos,
una fosa de africanos muertos
y sus huesos,
pedazos que nadie reclamará,
porque son los huesos sin alma
-lo dijo el esclavista-
de los antiguos habitantes
vencidos,
deshojados,
gimiendo en el rezo que nadie escuchó:
ademán de codicia que fundó legiones
a merced de un rey extraño.
II
El dolor,
como la más sencilla lágrima,
está en el Caribe.
Un fondo de galeones,
un aire de metales.
Una ironía de proa en proa,
naufragio de una pena
en los años que se encienden
cuando inicia un siglo
y comienza a repartir sus máscaras.
¿Cuáles son los antifaces,
la ceniza y la consumación,
quién dejó este caballo que ladra
la guerra entre los hombres,
quién tosió la flema del discurso
que enfrentó a sistemas enemigos?
III
Caribe del mar y de las islas:
a todos nos faltó coraje
para defenderte y defendernos
con el puño de diamante
de quienes hicieron un camino nuevo.
IV
Para muchos:
Caribe puta y guaro.
Caribe borrachera y sexo.
Caribe diapasón de aguas muertas.
Caribe perro y goce.
Caribe plenitud.
Caribe circo.
Caribe carnaval.
Caribe de armadillo y pena.
Caribe lío.
Caribe sementera.
Caribe para tantos.
Tú, Caribe, el mar, mi mar hirviendo penas.
Eres el mar.
Eres nuestro mar.
Eres aquel turbión
de barcazas en el arrecife.
Y eres energía:
la soledad se martiriza
con la flor que no te vence.
V
Un día dirás tu verdad.
Esa llaga escondida.
Un día tu reino,
cegará la pupila del odio para siempre.
Un día nos harás a la mar
sin piedras de infortunio
a nuestros pies.
Ese día,
serás de nuevo cielo.
Y nadie cerrará tu abrazo.
UN INVIERNO LLAMADO NICARAGUA
Heroico vendaval, fulgor- Sandino,
regresa de tu noche más profunda.
Que la proclama de tu amor, fecunda,
ilumine la senda del camino.
Tu gente sangra y ya la voz, sin trino,
avanza hasta la muerte ¡Cómo inunda
de pesares la muerte furibunda
cuando mueren las vidas de tu sino!
Como el ave que no detuvo el vuelo
es la fe de tu lucha verdadera
sobre la nube ingrata del desvelo.
Nicaragua de viento y de madera,
de lagos y volcanes, y de cielo:
¡de luto está manchada tu bandera!
EL GRITO DESGARRADO
Cruza el portal, el mar, sus alambradas.
Si yesca fuiste en la memoria ajena,
guarda el agua, los panes y la cena
para la sed de voces adumbradas.
Siembra un beso en orillas no cruzadas
donde un clamor de mar y luna llena
invade el corazón y la serena
tempestad de tristezas enterradas.
Cruza tu miedo. Cruza todo el cielo.
Ve lo humano del cielo en cada tierra
y en tierra ve lo humano de este vuelo.
Aquel dolor, aquel dolor destierra.
Sé siempre tú, el grito de tu anhelo,
vencedor y vencido en esta guerra.
PALABRAS PARA UN MÁRTIR
I
Tu voz es un muro de niebla
donde revuelan pájaros
tras la prisa de la bruma más doliente.
Poderoso el acento
que se deshoja del árbol de tu boca,
marcha,
colérico trueno,
por los parajes de la gloria y el pánico,
porque eres pan de nuevas luchas,
búsqueda del ser,
ansia del fusil
en el centro de la aurora.
II
Siembras rosas de poesía
en los cárdenos caminos de la piedra,
y avanzas como silbo de agua
a la fuente de las palabras misteriosas
donde no se quiebra la arcilla
de tu cántaro.
Sales por las ventanas de los siglos
y rompes la casa del pasado
con el dominio de tu puño,
con la fragancia olorosa a flor
de tus palabras,
con la mano invencible
que no mendiga
pedazos de mérito
ni hurga la llaga del exterminio.
Avanza tu espíritu,
astro tras el paisaje del viento,
y amanece en la hora presente
como un día que retorna
de un viaje terrible
al reloj de la historia.
III
En la bóveda tus huesos
ya no existen
ni el milagro de los panes
ni la sombra.
Si digo lucha y veo tu nombre
el mar se cae
y en su itinerario de olas,
eres una fuerza más, un ahínco
en la colmena de la espuma;
rebelión y luz, mártir en el eco de las naves.
Duermes, viñedo y mar,
miel en la hojarasca,
y destruyes con tu espada rabiosa de felinos
al solitario de siempre
cansado de cortar
los vuelos
de una pobre compasión.
IV
Despierta, despierta,
hombre de pueblo, mártir nunca muerto,
siembra la semilla,
abona los pétalos del jardín
del barrio devastado,
ahora que nos hemos quedado sin héroes,
sin sombra, sin clamores.
Barniza con tu aceite
los sedientos labios de la tierra
y en sus surcos
pon nueva semilla,
haz florecer el lirio de verdad
con todas sus hojas
de resurrección.
Despierta, despierta,
devora el pan hambriento a los espantos,
desanda tus caminos de muerte
y vuelve a la vida, marea sin fin,
con tu oratoria de lloviznas,
para que inundes de proclamas
los verdinegros ríos del silencio
y calmes la sed que nos ahoga…
Porfirio Salazar nació en la ciudad de Penonomé, provincia de Coclé, el día 5 de marzo de 1970. Es Licenciado en Derecho y Ciencias Políticas (1993) y Máster en Derecho Procesal (2006), ambos títulos por la Universidad de Panamá. Ha sido docente universitario, asistente de magistrado, juez civil y penal, y actualmente labora como Defensor Público del Sistema Penal Acusatorio de Coclé desde 2011. Hizo estudios de lengua inglesa en Saint Petersburgo, Florida, Estados Unidos, (1998-1999). Primer lugar del Premio Municipal de Poesía “León A. Soto” en 1992, 1993, 1997 y 2005. Municipio de Panamá. Premio Único de la Universidad de Panamá “Demetrio Herrera Sevillano” en 1993. Premio para poetas Jóvenes “Gustavo Batista Cedeño” en 1994 y 1995, convocado por el Instituto Nacional de Cultura de Panamá. Premio Único “Luis Andersen” en 1997.Radio KW Continente. Primer lugar del Concurso “Esther María Osses”, auspiciado por el Instituto de Estudios Laborales, Ministerio de Trabajo, en 1996, 1997 y 2001. Premio Único “Stella Sierra”, Fundación Cultural Signos, en 1998 con la obra: “Canto a las espumas del Reino”. Premio Nacional de Poesía “Ricardo Miró” (el más importante reconocimiento de las letras panameñas) en 1998 con la obra: “No reinarán las ruinas para siempre”, y en 1999, con la obra: “Ritos por la paz y otros rencores”. Con el libro Animal, sombra mía obtuvo el Premio Centroamericano de Literatura “Rogelio Sinán” 2007-2008, convirtiéndose en el primer panameño que logra tal distinción, como poeta, entre autores de toda Centroamérica. Premio Ricardo Miró, ensayo, año 2009, con el libro La piel en la llama. Premio Nacional de Literatura Infantil 2018 Hersilia Ramos de Argote, con la obra: La piña María y otras canciones. Será presentado en septiembre de 2019. Con el libro Animal, sombra mía ganó el Premio Centroamericano Rogelio Sinán 2008 (el más importante de la región), convirtiéndose en el primer panameño que logra tal distinción entre 48 autores de Centroamérica.
ke sutil …. muchas gracias
Muy bonitos y elegantes versos. Me complace ser amiga de este magnífico poeta y escritos panameño el cual está aun por darnos lo mejor de su arte.
Sun duda estamos ante un poeta que profundiza con su lira, que da pinceladas de amor y de dolor, de vida y de muerte ante crudas realidades de nuestros orígenes, de nuestras confrontadas realidades históricas- presentes en Latino America. Felicitaciones penonomeño. Llena de orgullo a la patria chica y a la patria Panamá.
¡Qué hermosa fluidez de metáforas, vate Salazar!