Escritura como pestaña: Poemas de Giacomo Leronni (Gioia del Colle, Bari, 1963). Traducción de Hiram Barrios
Giacomo Leronni (Gioia del Colle, 1963)
Escritura como pestaña
Traducción de Hiram Barrios
Escribo poemas carnales
corolas que no encuentran el cielo
moscas encerradas en botellas
frente a la aridez.
Un crujido envuelto en el viento
en la cabaña de la noche.
En pueblos aledaños
brechas para la espera:
la quemadura
se esparce en mi corazón
como cómplice del jardín.
***
Palabras, que dispones
en una luz incauta
para tu tarea
de diligencia y error.
Palabras que puedes empujar
con la cabeza a la horca
de famélicos clamores.
Palabras vagas, cojas:
nada que pueda minar
la provisión del silencio.
Como si viviera
Estas son las páginas, su miel
todo es tan claro, como si viviese
el otoño
insinúa señales en su carne
sobre sus labios la luz silencia.
Un signo
espontáneo, astuto
que gira sobre sí mismo
un nicho donde
masticar el pan. Una vez
que pasa del polvo al jugo
cuero claro
que gotea de espera.
Estaba ahí
con las llaves en el pecho.
Apareció en su diminuta túnica
apenas botón
suspendido en el cielo de la cólera
el cuerpo no distinguía más
su picadura.
Declaración de conformidad
Me defino con respecto al nogal
que tengo de frente: la mariposa
que atraviesa el vado sin observarlo
la posición absorta
de un lechuza, conocimiento
machacado con otro conocimiento
todo tomado por algo
que no existe pero que presiona
y golpea fuerte
hasta que el corazón elude
los lenguajes, la sangre
rasga la jerga
y desnudo, atravesado por el tiempo
paso de un umbral a otro
lo trasfiguro
nada
nunca se logra, compacto
unánime
se detiene la oscuridad, la escritura se disloca
en el fondo agradezco
no haber entendido.
De: Scrittura come ciglio (2019)
Scrivo carnali poesie
corolle che non incontrano il cielo
mosche chiuse in bottiglia
sul fronte dell’aridità.
Un croco rimuginato dal vento
nel casolare della notte.
In villaggi, tutto intorno
brecce per l’attesa:
l’ustione
si spaccia nel mio cuore
per complice giardino.
***
Parole, che disponi
in una luce incauta
per il tuo compito
di diligenza ed errore.
Parole che puoi spingere
a capo chino verso il cappio
di famelici clamori.
Parole vaghe, zoppicanti:
nulla che possa insidiare
l’accortezza del silenzio.
Come se vivesse
Queste le pagine, il suo miele
tutto è lampante, come se vivesse
l’autunno
insinua segnali nella sua carne
sulle sue labbra la luce zittisce.
Un segno
spontaneo, astuto
che si rigira su se stesso
una nicchia in cui
biascicare il pane. Una volta
che procede dal pulviscolo al succo
cuoio chiaro
che gronda d’attesa.
Ero lì
con le chiavi in seno.
Apparve nella sua minuta veste
appena pulsante
sospesa nel cielo della collera
il corpo non distingueva più
la sua puntura.
Dichiarazione di conformità
Mi definisco rispetto al noce
che ho di fronte: la farfalla
che valica il guado senza osservarlo
la posizione assorta
di un barbagianni, conoscenza
macinata da altra conoscenza
tutto preso da qualcosa
che non c’è ma che preme
e picchia forte
finché il cuore elude
i linguaggi, il sangue
gualcisce il gergo
e nudo, attraversato dal tempo
scandisco una soglia dopo l’altra
la trasfiguro
niente
è mai compiuto, compatto
unanime
regge il buio, si sloga la scrittura
in fondo grazie
per non aver compreso.
Giacomo Leronni (Gioia del Colle, 1963). Graduado de la carrera de Lengua y Literatura Extranjera en la Universidad de Bari. Profesor de francés en la escuela secundaria. Es autor de los libros Polvere del bene (Mani, 2008), con el que obtuvo el Premio “Alessandro Contini Bonacossi” en 2009; Le dimore dello spirito assente (Puntoacapo, 2012); y Scrittura come ciglio (Puntoacapo, 2019).
A decir de Alberto Cappi: “Las páginas de Leroni parecen estar llenas de confianza en los dones de lo poético que es distribuido por una figura original que se hace sentir por una fuerte energía lingüística”. Daniela Maria Pegorari escribe en el prólogo de Scrittura come ciglio: “La poesía de Leronni es la aspiración a una Nada en la que uno tiene fe para encontrar el Todo, a un silencio místico y, por lo tanto, semánticamente lleno”.
Hiram Barrios (Ciudad de México, 1983). Ha traducido poemas de Edoardo Sanguineti, Roberto Roversi, Alda Merini, Bartolo Cattafi y aforismos de Carlo Gragnani, Fabrizio Carmagna, Rinaldo Caddeo, entre otros. Preparó la antología bilingüe Voces paranoicas. Bitácora inédita, de Eros Alesi (Cuadrivio, 2013) y coordinó, junto a Donato Di Poce, la antología bilingüe Silenzi scritti / Silencios escritos (I Quaderni del Bardo, 2020), que reúne la obra de 14 aforistas: 7 mexicanos y 7 italianos.
Es autor de los libros de ensayo El monstruo y otras mariposas (Naveluz-UNAM, 2013) y Las otras vanguardias (UANL, 2016). En Apócrifo (Naveluz-UNAM, 2018) reúne sus aforismos.
Muchas gracias por esta traducción. Creo que no hay fronteras en la vida, porque el lenguaje no tiene límites. Así que todo el mundo se entiende, sin saberlo. Este es el milagro de la poesía. Por este milagro hoy quiero agradecer mi amigo Hiram Barrios