Romancero viejo: Romance de Abenámar (Anónimo)
El presente romance, de carácter histórico, canta un episodio central del periodo de la Reconquista, así llamada al proceso de la ocupación del territorio español por órdenes de los Reyes Católicos, desplazando, una suerte de diáspora doble, geográfica y literaria, a los moros, judíos y árabes de la naciente España. El Romance de Abenámar pertenece al Romancero viejo (XVI), de autoría anónima, constituye parte esencial de la tradición oral trasmitida por las voces, los cantos de las mujeres a lo largo de sus generaciones, de las abuelas a las madres y de las madres a las hijas hasta nuestro presente. Esta tradición, esencia del español, viene ser una de las hispanidades de la lírica de nuestra lengua.
El lector puede leer este bello poema, que narra un episodio clave en el desplazamiento de nuestra lengua, al mismo tiempo que es interpretado musicalmente por el ensamble andaluz Sephardica.
Fernando Salazar Torres
Romance de Abenámar
Anónimo
-¡Abenámar, Abenámar,
moro de la morería,
el día que tú naciste
grandes señales había!
Estaba la mar en calma,
la luna estaba crecida;
moro que en tal signo nace
no debe decir mentira.
-No te la diré, señor,
aunque me cueste la vida.
-Yo te agradezco, Abenámar,
aquesta tu cortesía.
¿Qué castillos son aquellos?
¡Altos son y relucían!
-El Alhambra eran, señor,
y la otra la Mezquita;
los otros los Alixares,
labrados a maravilla.
El moro que los labraba
cien doblas ganaba al día,
y el día que no los labra
otras tantas se perdía
desque los tuvo labrados
el rey le quitó la vida
porque no labre otras tales
al rey de la Andalucía.
El otro es Torres Bermejas,
castillo de gran valía;
el otro Generalife,
huerta de par no tenía.
Hablara allí el rey don Juan,
bien oiréis lo que decía:
-Si tú quisieras, Granada,
contigo me casaría;
daréte en arras y dote
a Córdoba y a Sevilla.
Casada soy, rey don Juan,
casada soy, que no viuda;
el moro que a mí me tiene
muy grande bien me quería.
Hablara allí el rey don Juan,
estas palabras decía:
-Echenme acá mis lombardas
doña Sancha y doña Elvira;
tiraremos a lo alto,
lo bajo ello se daría.
El combate era tan fuerte
que grande temor ponía.
Romance de Abenamar (anónimo s.XVI, Andalucía).
Emilio Villalba: guitarra renacentista.
Sara Marina: bendir.
Ángeles Núñez: canto.
Sevilla - 2019.
Arreglos de Emilio Villalba.
Sephardica es un proyecto original de Emilio Villalba y Sara Marina
www.emiliovillalba.com
Sencillamente ¡encantador! mas, me pregunto si será lo publicado el romance íntegro, total, que muero de ganas de leerlo todo.