Poesía occitana: Trobairitz Beatriz de día (Francia, 1140-1175). Traducción de Marirì Martinengo
Traducción procedente de: Las Trovadoras, poetisas del amor cortés. Ed. Horas y Horas, 1997.
Los trovadores galos son valiosos y conocidos por su entusiasmo y labor compositiva, distintos estudiosos y volúmenes han detallado los orígenes de este conjunto de poetas, pero queda todavía mucho por aclarar y contradecir a este respecto, pues su estilo, semántica y retórica no corresponden a un modo genuino ni auténtico, no obstante el desarrollo de un modo de poesía cuya simiente es hispana. El estilo trovador deriva de un siglo previo, entre el XI y XII, cuando el proceso geográfico de España, tanto en el norte, con los reinos de Castilla, León y Navarra estaban en disputa entre familias y enemigos, como en el sur, al-Ándalus, cuando el califato Omeya estaba desmoronándose en taifas. Bajo este proceso, la lírica andalusí ya constituía una tradición, ya formaba un modelo compositivo genuino y el primero en Europa, que los trovadores copiaron más o menos conservando los mismos materiales, por ejemplo la figura del "amigo". Provenza había cedido ante el avance musulman en el siglo XI y el padre de Aquitania visitó Toledo en donde escuchó por vez primera las esclavas cantoras, ignorando en lo absoluto la lengua, sea el árabe y el aljamiado o romance; esas cantoras árabes e hispanas desarrollaban una formación musical, filosófica, poética y retórica en Damasco, Bagdad, Medina y otras regiones. Eran enviadas a Arabia justamente a recibir dicha preparación, siendo todavía pequeñas, para regresar a al-Ándalus, a cierta edad, aproximadamente 20 años, integrándose al harén de los califas. Bien, pues, las trobairitz, como lo fue Beatriz de día, son la continuación occitana y gala de las cantoras esclavas cristinas del al-Ándalus. De las trovadoras se sabe muy poco o casi nada, no obstante Beatriz de día es de las pocas que se conservan poemas.
Fernando Salazar Torres
Beatriz de día (Montélimar, 1140-Provenza, 1175)
Traducción de Marirì Martinengo
Ahora deberé cantar de lo que no querría,
tanto me lamento del que soy amiga,
pues le amo más que a cualquier cosa en el mundo
pero no valen ante él ni la piedad ni la cortesía
ni mi belleza, ni mi valor, ni mi juicio,
porque soy engañada y traicionada
como sucedería si fuera poco agraciada.
Me conforto pensando que jamás y de ningún modo
cometería equívoco hacia vos, amigo,
sino que os amo más de lo que Seguis amó a Valensa,
y me agrada venceros en amor,
amigo mío, porque sois el mejor;
sois orgulloso conmigo en las palabras y en los modos,
mientras que os mostráis amables con todos.
Me sorprende como hacia mí vuestro corazón se muestra duro,
amigo, por lo que tengo razón para dolerme;
no es justo en absoluto que otro amor os aparte de mí,
sea lo que sea lo que os diga o conceda;
¡y recordad cuál fue el inicio de nuestro amor!
el Señor Dios no quiera
que sea mía la culpa de la separación.
La noble virtud que habita en vuestro corazón
y el alto valor que poseéis me intimidan,
pues no conozco dama cercana o lejana,
que, dispuesta a amar, no sea atraída por vos.
pero vos, amigo, tenéis tanto juicio
que bien debéis conocer la más perfecta;
y acordaos de vuestro pacto.
Deben ayudarme mérito y nobleza
y la belleza y aún más la sinceridad de ánimo,
por ello os mando allá donde moráis
esta canción, que sea mi mensajera;
y quiero saber, mi gentil y bello amigo,
por qué sois tan altanero y cruel conmigo:
no sé si por orgullo o mal talante.
Más aún quiero que os diga el mensajero:
por demasiado orgullo mucha gente ha sufrido gran daño.
A chantar m’er de so qu’ieu non volria
tan me rancur de lui cui sui amia,
car ieu l’am mais que nuilla ren que sia:
vas lui no .m val merces ni cortesía
ni ma beltatz ni mos pret ni mos sens,
c’atressi .m sui enganad’e trahïa
com degr’ esser, s’ieu fos desavinens.
D’aisso.m conort car anc.non fi faillenssa,
amics, vas vos per nuilla captenenssa,
anz vos am mais non fetz Seguis Valenssa,
e platz mi mout quez eu d’ámar vos venssa,
lo mieus amics, car etz lo plus valens;
mi faitz orguoill en ditz et en parvenssa,
e si etz francs vas totas autras gens.
Be meravill com vostre cors s’orguoilla
amics, vas me, per qu’ai razon qu’ieu .m duoilla;
non es ges dreitz c’autr’amors vos mi tuoilla,
per nuilla ren qu’ie .us diga ni acuoilla;
¡e membre vos cals fo .l comenssamens!
de nostr’amor! Ja Dompnedieus non vuoilla
qu’en ma colpa sia .l departimens.
Proesa grans qu’el vostre cors s’aizina
e lo rics prtez qu’avetz m’en ataïna,
c’una non sai, loindana ni vezina,
si vol amar, vas vos non si’ aclina;
mas vos, amics, etz ben tan conoissens
que ben devetz conoisser la plus fina,
e membre vos de nostres covinens.
Valer mi deu os pret e mos partages
e ma beltatz e plus mos fis coratges,
per qu’ieu vos mandad lai on es vostr’ estatges
esta chansson que me isa messatges:
ieu vuoill saber, lo mieus bels amics gens,
per que vos m’etz tanta fers ni tant salvatges,
non sai, si s’es orguoills o maltalens.
Mas aitan plus vuoill li digas messatges,
qu’en trop d’orguoills o ant gran dan maintas gens.
Marirì Martinengo – Primum vivere deinde philosophare, in accordo o, meglio, nell’alternanza di queste due attività, Marirì Martinengo ha composto armoniosamente gli affetti, la cura di sé, l’attenzione per la vita quotidiana con l’insegnamento, l’interesse per la cultura e l’impegno nella politica. È sposata, ha una figlia, due nipotini e la Libreria delle donne di Milano. Dopo anni di pratica e scrittura in area pedagogica e storiografica, il suo ultimo libro La voce del silenzio (ECIG, 2005) – racconto di storia vivente – ha segnato una svolta nella sua ricerca; in seguito, sulle premesse di questo, ha fondato insieme ad altre, a Milano, nel 2007, il Gruppo di Storia Vivente, che, attraverso un approfondimento e una discussione in presenza, si propone di arrivare ad una scrittura femminile della storia, a partire radicalmente da sé. Seguendo l’esempio di Maria Zambrano, il Gruppo vede nella memoria e nella lettura attenta della propria interiorità, il documento fondamentale ed essenziale per “fare storia” senza escluderne altri.