Documentos históricos de la Independencia de México. Por Fernando Salazar Torres
Documentos históricos de la Independencia de México
Fernando Salazar Torres
La larga y diferida construcción de la libertad política de nuestro país respecto de la Corona española presentó enormes contradicciones, si se considera la influencia ideológica europea, sin mencionar los problemas sociales al interior y las disputas ideológicas entre los distintos grupos antagónicos, principalmente, alrededor de muchas de las ideas que permitieron, durante los primeros años de la lucha por la Independencia, la constitución de una forma de Gobierno. El dilema oscila en definir qué tipo de Gobierno es el justo. Aristóteles en su célebre libro Política dedica un capítulo completo en donde discierne en torno a las formas justas y formas injustas de Gobierno, y la paradoja está en que la Democracia está dentro del campo valorativo de lo denominado injusto. Entonces, pues, ¿cómo fue posible el tránsito de la Democracia de una forma injusta a una manera justa de gobierno? La clave de todo este problema práctico y conceptual está en los Derechos Naturales. John Locke elabora todo un argumento político y cualitativo para definir ciertas condiciones naturales del ser humano aunque él siempre habla del “hombre”; es decir, por el mero hecho de nacer, los seres humanos poseen o adquieren maneras de ser que la Naturaleza, bajo el designio de Dios, cede a cada uno, siendo la principal, la vida, pero bajo el contexto social, la libertad. Y al ser o nacer todos libres, justo en ese acto se encuentra la igualdad. Nuestra igualdad de seres humanos está en el rasgo de que todos somos libres. Nacemos libres bajo el mismo derecho natural. Estas ideas detalladas en el Tratado sobre el gobierno civil sirvieron de fundamento para la ulterior lucha de la Revolución francesa cuyos resultados la Historia los documenta como consecuencia en Hispanoamérica.
Esta mínima glosa, que busca concentrar el desarrollo argumental del buen gobierno para su población, interesa porque también expresa la manera de hacer y escribir política en la vida de México en su búsqueda por la Libertad. La liberación precisamente de una Corona, de una Monarquía. El propósito por liberarse de España debía sustentarse en documentos, ideas, ideologías y hechos prácticos que lo hicieran posible. Así, pues, existe una serie de documentos históricos creados en el proceso de la Independencia que, bajo la influencia de otros archivos extranjeros, permitieron a lo largo de aproximadamente 10 años consumar la Independencia. En lo particular me refiero a la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano redactados en Francia, en el año de 1789 con el propósito de destituir el gobierno monárquico. También existe la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana, de fecha incierta, pero atribuida al año de 1791. Este programa de preceptos cívicos es, en efecto, una total copia, del primer documento mencionado, no obstante este problema epigonal, sobresale la importancia social y política de cambiar un gobierno por otro. Este fenómeno real, es decir, práctico, da testimonio de la realización de aquellas ideas que Locke sentara en su docto libro sobre el gobierno civil. Los derechos de los reyes se destituyen a favor del ciudadano. Los derechos naturales, con el paso del tiempo, se convertirían en los Derechos Humanos. Hablo de 400 años de pensar y hacer para que eso fuera posible.
Bien, pues, Los Sentimientos de la Nación, redactados el 14 de septiembre de 1813 por José María Morelos y Pavón, cumplen 205 años, y representan la primera declaratoria de la Independencia de México. Este importante documento mexicano refleja, en general, el ideal político francés de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, negando con ello toda la herencia y legado hispánicos. La herencia de la identidad francesa en el afán de construir una identidad mexicana obligatoriamente ha sido un terrible error que hasta la actualidad ha generado terribles dificultades. Al independizarse México como virreinato del Imperio español, del que formábamos parte como nación, se inaugura el primer gobierno mexicano independiente con una Monarquía, bajo la Corona de Agustín de Iturbide la cual solo duró nueve meses.
Pensar la Política implica pensar nuestra Historia, misma que sigue en construcción.
José María Morelos
Sentimientos de la Nación
1º Que la América es libre independiente de España y de toda otra Nación, Gobierno o Monarquía, y que así se sancione, dando al Mundo las razones.
2º Que la Religión Católica sea la única, sin tolerancia de otra.
3º Que todos sus Ministros se sustenten de todos y solos los Diezmos y Primicias, y el Pueblo no tenga que pagar más obvenciones que las de su devoción y ofrenda.
4º Que el Dogma sea sostenido por la Jerarquía de la Iglesia, que son el Papa, los Obispos y los Curas, porque se debe arrancar toda planta que Dios no plantó: omnis plantatis quam non plantabit Pater meus Celestis cradicabitur. Mat. Cap. XV.
5º Que la Soberanía dimana inmediatamente del Pueblo, el que sólo quiere depositarla en el Supremo Congreso Nacional Americano, compuesto de representantes de las Provincias en igualdad de números.
6º Que los Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial estén divididos en los cuerpos compatibles para ejercerlos.
7º Que funcionarán cuatro años los Vocales turnándose, saliendo los más antiguos, para que ocupen el lugar los nuevos electos.
8º La dotación de los Vocales será una congrua suficiente y no superflua, y no pasará por ahora de 8.000 pesos.
9º Que los empleos sólo los Americanos los obtengan.
10º Que no se admitan extranjeros, si no son Artesanos capaces de instruir, y libres de toda sospecha.
11º Que los Estados mudan costumbres, y por consiguiente la Patria no será del todo libre y nuestra, mientras no se reforme el Gobierno, abatiendo el tiránico, substituyendo el liberal, e igualmente echando fuera de nuestro suelo al enemigo español, que tanto se ha declarado contra (nuestra Patria / esta nación).
12º Que como la buena Ley es superior a todo hombre, las que dicte nuestro Congreso deben ser tales, que obliguen a constancia y patriotismo, moderen la opulencia y la indigencia; y de tal suerte se aumente el jornal del pobre, que mejore sus costumbres, alejando la ignorancia, la rapiña y el hurto.
13º Que las leyes generales comprendan a todos, sin excepción de cuerpos privilegiados; y que éstos sólo lo sean en cuanto al uso de su ministerio.
14º Que para dictar una Ley se haga Junta de Sabios, en el número posible, para que proceda con más acierto y exonere de algunos cargos que pudieran resultarles.
15º Que la Esclavitud se proscriba para siempre, y lo mismo la distinción de Castas, quedando todos iguales, y sólo distinguirá a un Americano de otro el vicio y la virtud.
16º Que nuestros Puertos se franqueen a las Naciones extranjeras amigas, pero que éstas no se internen al Reino, por más amigas que sean, y sólo habrá Puertos señalados para el efecto, prohibiendo el desembarque en todos los demás, señalando el diez por ciento.
17º Que a cada uno se le guarden sus propiedades, y respete en su Casa como en un asilo sagrado, señalando penas a los infractores.
18º Que en la nueva legislación no se admita la tortura.
19º Que en la misma se establezca por Ley Constitucional la celebración del día doce de Diciembre en todos los Pueblos, dedicado a la Patrona de nuestra Libertad, María Santísima de Guadalupe, encargando a todos los Pueblos la devoción mensual.
20º Que las tropas extranjeras, o de otro Reino, no pisen nuestro suelo, y si fuere en ayuda, no estarán donde la Suprema Junta.
21º Que no se hagan expediciones fuera de los límites del Reino, especialmente ultramarinas, pero que no son de esta clase propagar la fe a nuestros hermanos de tierra dentro.
22º Que se quite la infinidad de tributos, pechos e imposiciones que nos agobian, y se señale a cada individuo un cinco por ciento de semillas y demás efectos u otra carga igual de ligera, que no oprima tanto, como la alcabala, el Estanco, el Tributo y otros; pues con esta ligera contribución, y la buena administración de los bienes confiscados al enemigo, podrá llevarse el peso de la Guerra, y honorarios de empleados.
Chilpancingo, 14 septiembre 1813. José Mª Morelos
Fernando Salazar Torres (México). Poeta, crítico literario, ensayista y gestor cultural. Licenciado en Filosofía por la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa (UAM-I). Maestría en Teoría Literaria (UAM-I). Doctor en Literatura Hispanoamericana en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) con estancia de investigación en la Universidad de Salamanca (Usal). Docente en la Escuela de Escritores (Madrid) y Casa Lamm (México). Ha publicado los poemarios Sueños de cadáver (México, 2015), Visiones de otro reino (México, 2018), el libro de artista Ghazhal/Gacelas (Espolones, 2021) en conjunto con el artista plástico y poeta Fernando Gallo, y Divã da Hispânia/Diván de Hispania (Portugal, 2022) con el que obtuvo el XX Premio Literario Naji Naaman (Líbano) en el área de creación. Su poesía y ensayos se han publicado en revistas literarias impresas y electrónicas. Su poesía ha sido traducida al italiano, portugués, rumano, catalán, búlgaro, griego, árabe, bengalí, persa, ruso, coreano e inglés, y publicada en varias antologías. Director de la revista literaria Taller Ígitur. Coordinador en Hispanoamérica del “Dylan Thomas Day”, colaborador organizativo en la Feira do Livro Maputo, Mozambique. Es miembro del PEN Club de México. Forma parte de la Cátedra Hispánica de Estudios Literarios.