María Ángeles Pérez López sobre Ernesto Cardenal: la poesía permutante y exteriorista
Con motivo de la más reciente edición de la Poesía completa (Trotta, 2019), de Ernesto Cardenal, una de las voces vivas más trascendentales de la poesía hispanoamericana, entrevisto a la responsable de la edición y estudio, que acompañan a este significativo trabajo editorial, la poeta y Doctora María Ángeles Pérez López, de la Universidad de Salamanca.
Fernando Salazar Torres
Ernesto Cardenal, la poesía permutante y exteriorista
1.- ¿Cómo nació y qué causas motivaron esta nueva poesía completa de Ernesto Cardenal?
La obra de Cardenal dialoga de tal modo con las grandes cuestiones de nuestro presente que la editorial Trotta decidió emprender el proyecto en julio de 2017. Esta magnífica editorial tiene una colección titulada “Biblioteca de Ernesto Cardenal” en la que han ido publicando gran parte de sus libros. Contactaron con el poeta y con Luz Marina Acosta, su secretaria y amiga desde hace décadas y me propusieron editar la obra y escribir el estudio preliminar. Deseábamos alcanzar una edición completa y definitiva de su obra poética (al menos, la más completa y definitiva que nos fuese posible). Cardenal había aprobado la propuesta y ofrecía su colaboración. A partir de entonces, solo eran posibles la inmensa alegría y las muchas horas de trabajo.
2.- Existen varias antologías y/o ediciones que reúnen su obra poética, no obstante esta nueva suma presenta cambios elaborados por el propio autor, ¿cuál es la importancia de esta nueva edición y en qué radican tales cambios?
La atención a la obra de Cardenal ha sido constante desde los tempranos Epigramas y ha conocido numerosas ediciones y varias reuniones de su obra. La Poesía completa editada hace varios años por la Universidad Veracruzana de México, en tres tomos, es un magnífico ejemplo. También la publicada por la editorial Patria Grande en Buenos Aires, que en 2013 editó en un tercer tomo Cántico cósmico. Ello da cuenta del interés que ha suscitado la obra del nicaragüense en muchos países. Lo que nos permitía la publicada en Madrid en 2019 era tener en cuenta el modo en que Cardenal deseaba disponer sus textos, organizados en grandes ciclos, y dar cabida a las últimas obras del autor, especialmente Hijos de las estrellas, que incluye dos emocionantes inéditos: “Estamos en el firmamento” y “Con la puerta cerrada”.
3.- ¿Cuáles fueron las dificultades en el camino de este proyecto?
El trabajo era de gran complejidad porque se trata de 1200 páginas de una obra publicada en muy diversos lugares, con muchos interrogantes que se abren ante cualquier lector y todavía en marcha (¡el segundo inédito llegó cuando Trotta estaba ya imprimiendo el volumen!). Pero esas dificultades podían ser esperables. Sin embargo, ha habido dos momentos dramáticos, que nos hicieron temer que no iba a ser posible lograr este sueño hermoso: la rebelión de abril de 2018 contra el gobierno de Daniel Ortega y la grave enfermedad del poeta en febrero de 2019.
La primera ha sido acompañada de una muy dura represión, denunciada por Amnistía Internacional y otros organismos independientes, que conmocionó al poeta de tal modo que se suspendieron las comunicaciones con Nicaragua y resultó muy difícil avanzar en las muchas cuestiones que íbamos revisando.
La segunda tuvo una gran dosis de angustia: Cardenal llegó a estar muy enfermo. Tras su recuperación, hemos tenido la felicidad enorme de poderle entregar la Poesía completa y el vídeo que envió como acogida y agradecimiento es irreemplazable.
4.- Pienso en la poesía del autor como un archipiélago, ¿cómo se articulan estos puntos nodales o no es necesario que esto ocurra en una obra tan prolífica como la de Cardenal?
Pues es una interpretación muy aguda, porque su obra está tan imbricada con la geografía, la historia, la cultura nicaragüense y centroamericana que la metáfora del archipiélago (¡el de Solentiname!) se convierte en literalidad: no solo se trata de una obra prolífica y muy ambiciosa, sino que al tiempo, no hay suficientes adjetivos para definirla: cósmica, revolucionaria, ecologista, de raíz indígena, de raíz cristiana, de vocación política y siempre marcada por el amor, desde los tempranos poemas a las muchachas de su adolescencia y juventud, a los poemas que nos abrazan a cada quien de nosotros entre los billones y billones de estrellas.
5.- Has seguido de cerca la trayectoria del Maestro, porque también editaste la antología Hidrógeno enamorado (Ediciones Universidad de Salamanca, 2012) con motivo del Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, ¿cómo ha ido permutando su estética a lo largo de sus diferentes poemarios?
En Cardenal las búsquedas son permanentes aunque su estilo sea siempre reconocible. En los últimos años, se ha ido afianzando la experiencia amorosa y religiosa en su fusión estrecha con la ciencia, de modo que Hijos de las estrellas nombra el abrazo cósmico frente a la noche oscura cuando se vuelve experiencia gozosa: la de ser parte de esa comunidad inagotable que puebla el espacio interestelar.
Por otra parte, el estilo cardenaliano es inequívocamente contundente: desde el temprano exteriorismo, lo reconocemos en su denuncia de la explotación y barbarie actuales y en la fusión de elementos heteróclitos que proceden tanto de las teorías del lenguaje como de sus vivencias viajeras o la divulgación científica, siempre en insólito conjunto de cruces intertextuales.
6.- Su papel como poeta es tan importante como su participación política y social, ¿cómo explicas la incorporación de los discursos documentales, históricos, testimoniales y de voces míticas del pasado de América en los distintos procedimientos literarios de la obra cardenaliana?
Homenaje a los indios americanos, que publica en 1969 y luego continúa ampliando en Quetzalcóatl (1985), Los ovnis de oro (poemas indios) (1988) y Tata Vasco (2011), parte de la asunción de la “visión de los vencidos”, tomando el título del conocido libro de Miguel León Portilla, pues incide de modo relevante en la destrucción que sufrieron las culturas prehispánicas por los europeos. A la vez, en sus poemas también tiene cabida la crítica a los grandes imperios prehispánicos a partir de una agilísima superposición de planos temporales.
A partir de la reescritura de los Cantares mexicanos y de los poemas de diversos autores, en especial Netzahualcóyotl, el gran poeta de Texcoco del s. XV, Cardenal se interna en el pasado prehispánico para actualizar el legado oral de los nativos americanos.
Para él, los conflictos del mundo desarrollado podrían hallar solución en el comunalismo, el agrarismo, el antimaterialismo y la espiritualidad de los pueblos americanos. Como parte entonces de un mismo tono poético, una cierta temperatura lingüística y ética, esos libros los hemos agrupado en su Poesía completa con el título de Los ovnis de oro (poemas indios). Su belleza y cohesión es muy grande.
7.- Otro rasgo sobresaliente, en la lírica de Cardenal, es la correspondencia entre ciencia y religión, por ejemplo, Los hijos de las estrellas, cuyo poema aparece en una primera versión en el año 2018 y ahora contiene unos inéditos. Háblame un poco más sobre esto.
Hijos de las estrellas es su libro más reciente. Contiene dos poemas que ya habían sido publicados y los dos inéditos que incorporamos en Trotta. Se trata de “Así en la tierra como en el cielo” e “Hijos de las estrellas”, que da título al libro, así como “Estamos en el firmamento” y “Con la puerta cerrada”.
El primero lo publicó Anamá Ediciones en 2018; en él Cardenal propone una oración que es canto a la vida y al universo, y en la que resuenan los cantos de amor de sus libros Telescopio en la noche oscura (1993) y Versos del pluriverso (2005).
“Hijos de las estrellas”, recientemente publicado por Anamá (2019) anuda microcosmos y macrocosmos, galaxias lejanas y corporeidad en el aquí. Cardenal va imbricando de modo muy estrecho sus últimos libros y en el poema que da título al conjunto insiste en un ritornello: “Nacimos de la nada/ pero no volveremos a ella”.
En cuanto a los dos poemas inéditos, coinciden con los anteriores en la presencia inicial de los billones y billones de galaxias y de estrellas que en sus numerosos interrogantes dejan como respuesta la plenitud del amor. Amor compartido y amor supremo. Atención a lo más cercano (la represión del gobierno contra los jóvenes) y al macrocosmos en su abrazo total.
8.- ¿Crees que la poesía está ceñida a cierto formato del discurso o su literariedad es libre? Me gustaría que asociaras tu respuesta a la poética del autor.
La poesía no conoce caminos preconcebidos. Recuerdo que Gelman escribió en “Ruiseñores de nuevo”: “de césar vallejo caen caminos para que los pies de la poesía caminen/”. De los poetas, de las poetas que admiramos caen caminos y la poesía continúa haciéndose y haciéndonos para volverse oxígeno imprescindible y por qué no, también hidrógeno enamorado.
9.- Hay una sección titulada Otros poemas. ¿Cómo está construida y qué criterios fueron?
“Otros poemas” es una coda a la Poesía completa porque es la sección en la que Cardenal ha incluido algunos de los poemas sueltos que ha ido publicando a lo largo de los años, desde su temprana infancia en León hasta “Cantata del extraterrestre”, “Humboldt” y “Saga del tercer chimpancé”, estos dos últimos escritos en 2013.
Recorrer “Otros poemas” es retomar aquellas sendas que van abriéndose en un itinerario de décadas muy plenas. Aventuran una miscelánea conformada por poemas que no han tenido carácter orgánico en relación con magnos proyectos de Cardenal, pero que permiten completar su itinerario vital y poético.
10.- Hay una suerte de dedicatoria al final del libro llamada Final escrita por Luz María Acosta quien es clave en el proceso de compilación. ¿Qué papel tiene ella en este trabajo?
Ella es la que ha hecho posible el diálogo constante con Cardenal. Conoce su obra muy bien y está atenta a todo aquello que él pueda necesitar, de modo que sin ella todo habría resultado mucho más complejo. Es una mujer extraordinaria.
11.- Finalmente, un comentario para nuestros lectores.
Traigo aquí a otro poeta, José Emilio Pacheco, quien en “Al terminar la clase” recuerda con maravillosa lucidez que nada importa el espacio del “comentarista” de poesía (sea docente, o quien ejerce la crítica literaria, o quien responde a una entrevista como esta), porque la poesía es llama que “no se extingue”. “Solo duerme,/ prensada y seca flor en un libro,/ que de repente/ puede encenderse/ viva”. Animo a acercarse a esta nueva y actualizada Poesía completa de Ernesto Cardenal porque hallarán poesía encendida y viva.
María Ángeles Pérez López (Valladolid, España 1967). Poeta y profesora titular de Literatura Hispanoamericana de la Universidad de Salamanca, donde coordina la Cátedra Chile. Es autora del prólogo a una edición de Mío Cid Campeador de Vicente Huidobro (Universidad Autónoma de México, 1997), de la monografía Los signos infinitos. Un estudio de la obra narrativa de Vicente Huidobro (Asociación Española de Estudios Literarios Hispanoamericanos, 1998), de la introducción a Páginas en blanco de Nicanor Parra (Universidad de Salamanca y Patrimonio Nacional, 2001), de la coordinación del monográfico Juan Gelman: Poesía y coraje (La Página, 2005) y de la edición e introducción de la antología Oficio ardiente de Juan Gelman (Universidad de Salamanca y Patrimonio Nacional, 2005), además de la edición de Hidrógeno enamorado de Ernesto Cardenal (Universidad de Salamanca y Patrimonio Nacional, 2012). Ha publicado numerosos artículos sobre poesía hispánica. En 2015 se publicó Letras y bytes: escrituras y nuevas tecnologías (Reichenberger), del que es coeditora. En 2018 se ha publicado la poesía completa de Francisca Aguirre en Calambur, de cuya edición se ha encargado. Acaba de publicar en Trotta la Poesía completa de Ernesto Cardenal, de cuya edición y estudio preliminar se ha ocupado.
Como poeta, ha publicado nueve libros y dos plaquettes. Ha obtenido varios premios literarios. Antologías de su obra han sido publicadas en Caracas, Ciudad de México, Quito, Nueva York, Monterrey y Bogotá. Recientemente han aparecido las antologías bilingües Algebra dei giorni (Álgebra de los días) -en Italia- y Jardin[e]s excedidos -en Portugal-. Es miembro correspondiente de la Academia Norteamericana de la Lengua Española, hija adoptiva de Fontiveros y miembro de la Academia de Juglares de Fontiveros, el pueblo natal de San Juan de la Cruz. Ha sido jurado de varios premios literarios, entre otros, el Premio Cervantes y el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana.