Entrevista con Octavio Paz: desde mi soledad, desde mí mismo

 

Esta entrevista aparece en el libro El poeta en su tierra. Diálogos con Octavio Paz (2014) una serie de charlas-entrevista que el periodista Braulio Peralta tuvo con el nobel de literatura, editado por la Legislatura LXII Cámara de Diputados, Consejo Editorial de la Cámara de Diputados, pp.  35-38.

 

 

DESDE MI CUARTO,

DESDE MI SOLEDAD, DESDE MÍ MISMO

 

Entrevista por Braulio Peralta

 

“Cuando yo era joven, estaba poseído, como todos los jóvenes, de la idea de mi propia importancia. Creía que el lector no existía. Que lo que existía era mi mensaje. Lo que yo iba a escribir. Lo que yo iba a decir. Ahora, me doy cuenta de que no es así: toda literatura es un diálogo con un interlocutor —al que no conocemos—. Ahora, ya mayor, pienso siempre en el lector. En este sentido, en la prosa, me gustaría ser claro, preciso. Por lo que se refiere a la poesía, a lo que yo aspiraría es a ser simple. Decir lo máximo en un mínimo de palabras: esto es lo que es, para mí, la literatura.”

El escritor dialogaba con sus lectores en la IV Feria Internacional del Libro de la Ciudad de México. Sus palabras eran escuchadas con interés. Las miradas del público lo seguían con atención:

“La poesía no es un género popular, actualmente. Pero la poesía es un género que dura más; cuando se hayan olvidado casi todas las no- velas y los ensayos contemporáneos —incluido el mío sobre sor Juana Inés de la Cruz— quedarán algunos poemas de algunos poetas.”

Era una conferencia del poeta, sin diálogo con el público. Extrañamente, sin ningún medio de comunicación de por medio. De repente, llegó Televisa —el consorcio televisivo más poderoso en México— con sus cámaras a presenciar el acto. La reportera de Televisa le pidió al poeta hablar un instante con los lectores ahí reunidos. Y surgieron las preguntas. Nadie se atrevía, hasta que este reportero en ciernes —como si fuera un estudiante— se arriesgó.

—Desde dónde escribe usted, ¿desde el centro, desde la izquierda, desde dónde?

—Desde mi cuarto, desde mi soledad, desde mí mismo. Nunca desde los otros.

—¿Qué opina del Premio Nobel de Literatura a Gabriel García Márquez?

—Es un buen escritor.

—¿Y de sus ideas políticas?

—Me parecen deplorables. Pero yo no creo que sean ideas políticas. Yo creo que son opiniones políticas. Pues bien, como opiniones, son deplorables.

—A los estudiantes nos llamó mucho la atención las declaraciones que a favor de Nicaragua hiciera Julio Cortázar. Usted, ¿qué opina?

—Mi punto de vista lo he expresado muchas veces y no quiero entrar en discusiones con Julio...

En ese momento, el micrófono de Televisa, instalado en la mesa donde el poeta conversaba con el público, cayó al suelo. Octavio Paz se agacha a recoger el artefacto, para decir inmediatamente:

“Ve usted, el espíritu de Julio Cortázar me dijo que no hablara sobre eso. ‘—Por favor, Octavio, recuerda nuestros años de amistad—’… Así que cambiemos de tema.”

Y el ensayista aprovecha para anunciar la publicación de dos nuevos libros: uno sobre crítica literaria y arte; otro más, relacionado con el or- den político y la moral, en el que se recogen artículos publicados en los últimos años, además de algunos inéditos.

Y como el público no se animaba, el reportero seguía preguntando: “Elena Poniatowska, Carlos Monsiváis y otros escritores han llamado la atención pública sobre el problema del alza de los libros y el posible freno a la creatividad. ¿Está usted de acuerdo?”

—En primer lugar: eso de “freno” me suena represivo. Mejor habría que decir: la dificultad de publicar puede desanimar —para poner en buen español lo que usted acaba de decir— a los escritores jóvenes. Sin embargo, no estoy muy seguro de eso. Creo que los que tienen vocación seguirán escribiendo. La obsesión moderna de favorecer a los escritores y convertirlos en una clase privilegiada, a mí, me repugna profundamente. Después de todo, Cervantes tuvo mucho menos facilidades para escribir que la mayor parte de nosotros. Creo que los escritores modernos deberíamos ser más humildes. Lo que sí es grave es que la carencia de libros impida que la gente pueda leer. A los lectores sí hay que defenderlos.

Aún así, el libro va a continuar. El libro representa algo precioso: un diálogo silencioso con el autor. Y la posibilidad de reflexionar. Platón, por ejemplo, estaba en contra de la palabra escrita. Era partidario de la palabra hablada. Esto es imposible en sociedades tan grandes como las nuestras. Además, el tipo de diálogo que uno tiene en la conversación no es el mismo que el que existe entre el autor y el lector. La lectura nos da un conocimiento distinto. No va a ser posible acabar con ella.

—Pero, ¿y los precios de los libros?

—Eso es otra cosa. Eso debe hacer pensar a los mexicanos que una de las grandes fallas de nuestra sociedad es la ausencia casi total de bibliotecas en México. Cuando yo oigo a los escritores protestar por tantas cosas, pienso: ¿por qué no protestan por lo más urgente: que haya bibliotecas? Tanto guía de la humanidad que anda por allí suelto, bueno, pues que se ocupen de cosas mucho más prácticas como es el fundar bibliotecas, a las cuales uno pueda ir y, con una pequeña cuota, sacar libros. “Hace falta que la gente lea. Y la gente no tiene dinero para leer.

Pero no es la única razón: hay que decir que la gente rica de México —y también la clase media, en general— no compra libros. No por falta de dinero sino por sobra de pereza e ignorancia.”

Y el público rió junto con Octavio Paz, que se abstuvo de seguir dialogando. Prefirió firmar sus libros.

Y todos compran títulos del escritor.

Y hacen colas para obtener la rúbrica del poeta mexicano.

Y este reportero había logrado —sin que el poeta lo supiera— una de sus primeras entrevistas periodísticas con Octavio Paz.

Braulio Peralta: Ha trabajado más de 38 años el periodismo cultural, por el que ha obtenido algunos premios, entre ellos: El Gallo Pitagórico, en el marco del Festival Internacional Cervantino, en 1981. El de Periodismo Cultural Fernando Benítez, 2003, en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. El Nacional de Testimonio Chihuahua, 2005. Y un premio internacional: Pen Club a la “excelencia periodística”, 2011, por su lucha de los derechos humanos de las minorías. Fue director editorial de Random House Mondadori y editor del Grupo Editorial Planeta. Ha publicado los libros: De un mundo raro (editorial Conaculta).El poeta en su tierra. Diálogos con Octavio Paz (Editorial Grijalbo). El clóset de cristal y Otros nombres del arcoíris (Ediciones B). Es coautor de varios libros colectivos. Escribe en el diario Milenio y en diversas revistas del país.

Fotografía: Ramón Nava

 

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