Entrevista

Entrevista a Roxana Dávila Peña: ¿Qué es un haiku? / te lo dirá un jilguero / en la alborada. Por Fernando Salazar Torres

 

 

 

 

Entrevista a Roxana Dávila Peña:

¿Qué es un haiku? / te lo dirá un jilguero / en la alborada

 

Por Fernando Salazar Torres

 

 

 

1.- La tradición hispánica del haiku es sorprendentemente tardía, quizá poco más de 100 años. ¿Qué razones darías para explicar este hecho?

 

Considero que el haiku de origen japonés, aunque es una mera re – creación de lo que sucede en la naturaleza, expresada con sencillez y autenticidad, es un arte constituido por una estética y un lenguaje ajeno a occidente que requiere de una comprensión profunda y sensible. Esta dificultad quizá ha sido una barrera que impide un acercamiento fiel al cánon tradiconal japonés por resulta muy misteriosa para nosotros, los hispanohablantes. Los ideogramas y sus combinaciones en el haiku producen un efecto poético, que detonan una conmoción en el alma humana que se expresa por la vía de los sentidos y no a través de la lírica a la que estamos acostumbrados. Despojarnos de lo que hemos aprendido y de las riquezas literarias en nuestro idioma es un requisito indispensable para poder acercarnos al espíritu de lo sagrado o al corazón del haiku que implica intuición, imagen, sensibilidad e impacto. Atribuyo también a esto el hecho de que la tradición hispánica haya sido tan tardía. Actualmente ya hay mejores traducciones al español de los haikus de los principales autores japoneses, pero tal vez, también por un tema de economía en las editoriales, no se ha logrado dar a entender a la comunidad interesada en leer y crear haiku que una sola breve composición puede tener múltiples sentidos y significados, por lo que se debería ofrecer mínimo dos o tres traducciones con distintas interpetaciones en nuestro idioma, situación nada sencilla que sigue retrasando la tradición del haiku hispánico. Afortunadamente ahora ya contamos con la contribución de grupos de estudio profundo de haiku (a los que se puede acceder en línea y de manera gratuita) y que han elegido al haiku como camino. Algunos de ellos son la Asociación del haiku de Albacete, el Rincón del haiku, Hojas en la Acera, La Escuela de haiku Makoto y Radio HELA en España;  Puente y camino en Argentina; y en En clave de haiku, La luna roja, el Blog Haiku- Do “Decir la nada” en Cuba. También está Marcela Chandía en Chile, Lámpara de papel  y Gonzalo Marquina en Perú, y en México ya se está formando la tan necesaria Sociedad Mexicana del haiku como resultado de una aventura colectiva y generosa. También hay grupos en redes sociales donde se celebran festivales y talleres que han resultado ser de gran importancia por la calidad de sus ponentes y el resultado de la creación.

 

 

2.- Sucintamente, ¿puedes exponer cómo surge la estructura del haiku y a qué genealogía poética se debe?

 

Como bien escribe el gran estudiuso de haiku Fernando Rodríguez Izquierdo, “…el haiku no ha brotado espontáneamente del genio creador de un poeta.  Sus raíces se extienden a lo largo de los siglos, y alcanzan a la especulación religiosa prebudista. El budismo Mahayana, el Zen chino japonés, el Taoismo y el Confucianismo, así como el propio desarrollo de las literaturas china y japonesa…” Influyen el arte chino, la pintura japonesa, la poesía china, y a la poesía japonesa, llamada waka que data del siglo VII d.C. y el renga o canción encadenada. La estructura del haiku surge de la independización del hokku que es el primer verso del haikai renga, un estilo poético que nace dentro de la evolucion de la poesía clasica japonesa en la era Muromachi. El haikai tiene una métrica de 5 – 7 – 5 sonidos o sílabas donde se combinan palabras chinas, coloquialismos y extranjerismos (haigon y haigen), y además también hay palabras que hacen referencia a la estación del año (kigo) y se mezclan. Usa kireji que son palabras de una o dos sílabas que no tienen un significado, más bien marcan una pausa o enfasis en el poema.

El haikai pasa a llamarse haiku hasta que Shiki Masaoka crea el término dos siglos después a principios del periodo Meiji. Ahora sabemos que haikai y haiku hablan de lo mismo. Los conceptos básicos que debía tener el haikai son el ritmo (más no métrica) que tiene que ver en cómo se corta el poema en sonidos y versos cortos y largos o de la misma extensión para poder entenderlo a base del énfasis que se logra con su lectura o recitación. La temática también es una característica y habla de la naturaleza que se manifiesta en las cuatro estaciones del año, del mundo que habita el ser humano y el año nuevo, pero también de los pequeños detalles, simples y cotidianos, que tienen el mismo valor que lo grandioso o magnífico y que nos mantiene en el momento presente a través de la contemplación por la vía de los sentidos.

 

 

3.- La producción literaria de esta pequeña gran estructura es muy amplia y fructífera a ambas orillas del Atlántico, a tal magnitud que hay quienes escriben exclusivamente haiku. ¿Cuáles son las matrices o tendencias de los haijines contemporáneos?

 

La respuesta para esta pregunta es complicada. Hay mucha producción de “haiku” en el mundo, sí, pero como platicaba con Enrique Linares, de Radio HELA, en Albacete, sobre el haiku como el poema más fácil de escribir, pero muy difícil de escribir bien, porque no por ser breve se logra. Muchas veces se traiciona la simplicidad y la belleza del momento vivido con palabras rebuscadas o intelectualizaciones que destacan más la habilidad poética del autor que la experiencia sentida o el asombro percibido. Se pierde el tono admirativo que se necesita para transmitir el aware o la simple celebración de la marvilla vivida. Otras veces leemos composiciones que se quedan en meras descripciones del evento. El oficio de escribir y corregir un buen haiku es muy complejo, primero porque no estamos muy acostumbrados a transmitir nuestras sensaciones, y aquí hablo de lo percibido a través de la vía de los sentidos, y segundo porque hay que considerar una estética para “construir” el efecto poético que se entrelaza con la sensibilidad propia y novedosa, íntimamente ligada a la experiencia personal. Entonces, hay brevedad, sí, pero hay conexiones de sentido, ambigüedad, equilibrio, insinuaciones, y evocaciones en una forma muy condensada. Implica toda una vocación artística. Escribir como si no se estuviese escribiendo. Por tanto, aunque haya muchos haikus por ahí publicados en libros, en redes sociales y en foros, habría que preguntarse si realmente se apegan a la tradición japonesa o son composiciones que pertenecen a otros géneros poéticos que no por pertenecer a otros, son menos bellos o importantes, pero que no son haiku. Con respecto a las matrices o tendencias del haiku contemporáneo escrito en español, leo que se introducen cada vez más elementos urbanos, que se ha modificado la forma o teikei y que se ha adaptado a las posibilidades de nuestro idioma, lo cual me parece maravilloso, ya que, poco a poco deja de escribirse un haiku rígido muy apegado a la forma, pero muy alejado de la transmisión de un asombro con sensibilidad.

 

 

4.- Coordinas un índice muy bello en la Revista Literaria Taller Igitur, “Formas breves de la poesía japonesa”. Háblanos de este trabajo que realizas en conjunto con otros autores, poetas y haijines.

 

Agradezco mucho la oportunidad que se me ha dado para colaborar con la Revista Literaria Taller Ígitur, porque me mantiene al día en la búsqueda de investigadores, traductores, ponentes, críticos, maestros, divulgadores y creadores de haiku. Es una tarea que requiere de todo mi cuidado y atención ya que es necesario que la tradición del haiku clásico japonés perdure y se reproduzca en nuestro idioma de manera respetuosa y digna. Hay muchas publicaciones que despistan a los lectores porque se alejan del espíritu o corazón del haiku que pretende simplemente transmitir la experiencia de lo que se siente con asombro (aware): y como dice el gran estudioso del tema, Vicente Haya, sin aware, no hay haiku. Así que, sí, reconozco que en la sección de “Formas breves de la poesía japonesa” intento recopilar de manera responsable la selección poética y la calidad de los contenidos que elijo para ser difundida en su respectiva clasificación. Mi total gratitud para todos los colaboradores que han contribuído para que se vaya formando un gran acervo que servirá de referente y de consulta para esta y otras generaciones. El espacio que se nos ha otorgado para las formas breves de la poesía japonesa es de extrema importancia y agradezco también que la Revista Literaria Taller Ígitur se interese por estos géneros que han tenido poca difusión, pero que ahora llegan a todos los rincones del mundo. Es importante decir que los lazos fraternos que se han logrado con otras personas que aman el arte del haiku es invaluable y uno de los regalos más entrañables que rescato de esta labor que realizo poniendo todo mi corazón.

 

 

5.- Publicaste un libro, Desde la raíz. Libreta de haiku (Dragón Rojo, 2016), con ilustraciones de Fabricio Vanden Broeck. ¿Cómo se construyó el poemario?

 

Desde la raíz. Libreta de haiku es un poemario que está dividido en las cuatro estaciones del año, año nuevo y haiku erótico; además hay senryus y tankas. Nació derivado de una forma distinta de habitar el mundo y sobre todo, de sentirlo. Fue un ritual de transformación. Me gusta mucho viajar por México y también hacer senderismo. De pronto, fue creciendo la necesidad de compartir las sensaciones y los asombros percibidos en estas tierras tan maravillosas con mi familia y amigos. La intención era solo esa, dejar testimonio de la belleza contemplada y sentida a lo largo del camino en lugares como Michoacán, Chiapas, Guerrero, Puebla, Estado de México, Oaxaca, Morelos, Coahuila y los volcanes que rodean mi ciudad natal; quise hacerlo a través del bello arte del haiku y de la poesía breve de origen japonés. Fue mi primer intento en el camino del haiku; sin duda hoy lo hubiera escrito diferente. En fin, al sentir la inquietud de plasmar mis asombros, tuve la gran fortuna de coincidir con Fabricio Vanden Broeck y su esposa Mónica González Dillon, directores de la Editorial El Dragón Rojo, quienes me propusieron editar el libro e ilustrarlo con los maravillosos dibujos en tinta china sobre papel de algodón de Fabricio Vanden Broeck. Gracias a la colaboración de todos, resultó un libro, objeto bellísimo que puede sentirse profundamente, tanto por los dibujos extraordinarios de Fabricio, como por la calidad del papel, el gramaje del mismo, las diferentes tintas utilizadas y la textura.

 

 

6.- ¿Qué formas de la poesía japonesa pueden leerse en tu libro y qué aspectos o rasgos hispánicos incorporas?

 

En Desde la raíz podrás encontrar haiku, haiku erótico, muki, senryu y tanka que te arraiga a este México sagrado que brilla y que a través de sus destellos emociona y vibra. Incorporo elementos típicos de nuestra tierra, como lo son el maíz, las chinampas, los volcanes, los cenzontles, los huipiles y rebozos, también el tequila y el chile, pero también comparto escenarios de la naturaleza que tenemos en común con Japón y con muchos otros países del mundo. En algunas composiciones hay palabras en náhuatl que se han quedado ya para siempre en nuestro uso cotidiano.

 

 

7.- Identifico a lo largo de Libreta de haiku un bestiario. ¿Esto obedece a una intención o responde al carácter del kigo como elemento estacional del haiku?

 

¡Uy, me hiciste pensar en Juan José Arreola, en Julio Cortázar o en Jorge Luis Borges, ¡grandiosos!, sin embargo, no, los animales que aparecen en este libro son de carne y hueso y su protagonismo en las composiciones no conlleva ningún simbolismo. El asombro o la conmoción profunda que provocaron en mi corazón es lo que intenté transmitir, así sin más, percibidos con inocencia. Y, sí, efectivamente, en esta publicación cuidé mucho que cada haiku fuera representado por una palabra de estación o kigo para ubicarnos en un momento concreto de alguna de las cuatro estaciones del año o al periodo de Año Nuevo. En la cutura japonesa las palabras kigo disparan una serie de asociaciones culturales, pero no todas estas tienen la misma carga aquí en nuestro territorio o en otros países ajenos a esa tradición, por lo que se pierde mucho sentido. Sin embargo, en Desde la raíz incorporo ciertas palabras que aluden a las plantas, a los animales, a la vida cotidiana y a las celebraciones de México que representan una estación del año o una fiesta tradicional, lo cual tiende puentes entre las dos culturas y aporta a la diufusoión de nuestra riqueza, que ya no solo hará sentido para nosotros, sino también a los lectores de otros lugares del mundo.

 

 

8.- De acuerdo a charlas entre colegas, reunión con amigos y el conocimiento que tienes del medio del haiku, ¿existe una tendencia a hispanizarse alejándose más de su forma original o más bien consideras una posible conjunción entre la Hispanosfera y Japón en términos poéticos?

 

Tu pregunta es muy inrteresnte y de suma importancia. Actualmente, se está reflexionando mucho con respecto a, de una vez por todas, hispanizar la forma del haiku escrito en español, ya que la lingüística japonesa es complicada y su fonología es muy diferente a la del español. Esto además de reconocer que las composiciones de haiku en japones y el uso de la palabra kigo implica toda una simbología que para nosotros es ajena. Recordemos que hay todo un contexo emocional y psicológico que también genera el hecho concreto del pensamiento y en consecuencia de la poesía. También tendríamos que comprender las expresiones del sistema de escritura en kanji para poder conjuntar a la perfección la Hispanosfera y Japón en términos poéticos ya que un poema se escucha de una manera, pero al leerlo puede generar múltiples interpretaciones. Las lenguas no se cosntruyen igual y es común confundir significante con significado. Yo tengo sentimientos encontrados con respecto a la hispanización porque no me gustaría que lo que se escirbe en nuestro idioma se aleje de la forma original, pero estoy consciente de que es necesario adaptarnos y por ende, transgredir, pero no sin antes estudiar profundamente el cánon tradicional japonés que no debe perderse. Es necesario ya dotar de sentido y significado a nuestras composiciones con elementos propios de nuestras distintas entidades para que tengan esa carga que les brinda chispa o sabor a haiku.

 

 

 

 

 

Roxana Dávila Peña (Ciudad de México, 1968). Es haijin. Actualmente imparte el Taller permanente de haiku. Fundadora de Talleres y Cultura México. Es Lic. en Ciencias de la Comunicación. Diplomada en Literatura Mexicana del Siglo XX por el INBA. Tesista de la Maestría en Filosofía en la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México. Es autora del libro Desde la raíz, libreta de haiku, publicado en 2016, por Editorial Dragón Rojo. Algunos  de sus haiku aparecen en La Revista de la Universidad de México, en Círculo de poesía, Revista electrónica de literatura, en la publicación semestral Tema y Variaciones de Literatura, Haiku: poética y transculturación por la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco y en la Revista Literaria Taller Ígitur de la cual es responsable para la sección de Poesía breve de origen japonés. También ha colaborado con la revista sueca La libélula vaga, para la revista bengalí Teerandaz y para la plaqueta argentina Espacio Luna Alfanje COVID – 19.  Recientemente fue seleccionada para incluir sus haiku escritos originalmente en inglés para la elaboración de un saijiki universal en Haiku University de Japón. Invitada a compartir sus haikus en distintos recitales en Cuba y Costa Rica. Ponente en el Taller de Iniciación al haiku. Algunos de sus senryū, haikai, muki y haiku han sido traducidos al japonés, al inglés y al bengalí.

 

Foto: Rogelio Cuéllar

 

 

 

Fabricio Vanden Broeck. Nace en 1955, en la Ciudad de México. Licenciado en Diseño Industrial por la Universidad Iberoamericana, con maestría en Diseño por la ECAL, Lausanne, Suiza, su actividad profesional se ha orientado a la producción artística, la ilustración tanto editorial como de libro infantil, la docencia, la publicación de ensayos sobre diseño e imagen, y, más recientemente, la conceptualización y edición de proyectos editoriales. Sus ilustraciones han sido publicadas en The New York Times, La Vanguardia (Barcelona), Libération (Paris), El Mundo del siglo XXI (Madrid) y la revista El Malpensante (Bogotá). Ha sido ilustrador de la revista Letras Libres donde además fungió como editor de ilustración desde su lanzamiento en 1999 hasta 2013. Fué también colaborador del periódico Reforma ilustrando el suplemento político Enfoque, de 1993 a 2008. Desde 2013 colabora con la revista Nexos en la conceptualización y resolución de las portadas.

Ha ilustrado numerosos libros para niños y jóvenes en editoriales e instituciones culturales de México, Estados Unidos, Canadá, Japón, Italia, Colombia y Venezuela. Ha recibido importantes reconocimientos, tanto en México como el extranjero.

En 2010 fue el candidato de México al Premio Hans-Christian Andersen en la categoría Ilustración, la distinción más importante a nivel internacional dentro del campo de la literatura infantil y juvenil, otorgada por el gobierno de Dinamarca.

 

 

 

 

Fernando Salazar Torres (México). Poeta, crítico literario, ensayista y gestor cultural. Licenciado en Filosofía (Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa, UAM-I). Maestría en Teoría Literaria (UAM-I). Doctorado en Literatura Hispanoamericana (Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, BUAP) con estancia de investigación en la Universidad de Salamanca (Usal). Docente en Escuela de Escritores (Madrid) y en Casa Lamm (México). Autor de los peomarios: Sueños de cadáver (2015), Visiones de otro reino (2018) y el libro de artista Ghazhal (2021), en conjunto con el artista plástico Fernando Gallo. Su poesía y ensayos se han publicado en distintas gacetas y revistas literarias impresas y electrónicas. Su poesía ha sido traducida al italiano, portugués, rumano, catalán, griego, árabe, bengalí, ruso, coreano e inglés, y publicada en varias antologías. Director de la revista literaria Taller Igitur. Coordinador en Hispanoamérica del “Dylan Thomas Day”. Es miembro del PEN Club de México.