Una palabra que se esculpe en el poder de la lengua que la alimenta. Por Susanna Busato. Traducción Maribel Roldán
Una palabra que se esculpe en el poder de la lengua que la alimenta
Susanna Busato
Traducción Maribel Roldán
Nada es fácil en una antología. El trabajo de reunir en un mismo espacio de poemas de autores diversos cubre el cielo de ese terreno con colores distintos como si lo viéramos en momentos especiales del día, en que el sol matiza las nubes y los gases con su luz, formando una zona de rayos que se mueven en un sentido serpenteante de contracción y refracción. Así es como percibo la recopilación de poemas que confluyen en esta antología organizada / coordinada por Amosse Mucavele y Micheliny Verunschk.
En esta antología, los poemas confluyen bajo la acción de esculpir con la lengua a la palabra, una metáfora que se refiere a la poiesis, haciendo equivalente a un escultor que quita su esencia de la piedra en bruto, o mejor dicho, la esencia que el artista busca o investiga tocando y sintiendo la materia prima de su oficio. Es la palabra, en el caso de esta antología, la masa bruta que se somete a la acción del poeta escultor, que sólo tiene su lengua como herramienta de trabajo. La lengua portuguesa en su extracción cultural también matizada por los colores de los que se nutre en su variada primavera continental: África, Portugal y Brasil. Es esta lengua la que también da la universalidad necesaria para que los poemas se reúnan en este mismo espectro, en diversas esculturas, doradas en la lengua que da forma a su perfil. La lengua del poeta, su poder, savia que navega de un poema a otro, mostrando al lector la diversidad expresiva marcada por la experiencia de cada autor.
La poesía que anima este espacio es una poesía que dispara ante todo conocimiento: de sí misma, del mundo, del sujeto. La poesía tiene este extraño carácter de promover los marcos de un mundo creado con las miradas que provienen de la naturaleza, vestidas de signos, que nacen del propio sujeto, escuchándose a sí mismo en su ejercicio de escritura, buscando el tema de sí mismo en la palabra. En otras ocasiones, es el mundo que invade la dicción de los poemas de esta antología. Un mundo vivido, un mundo de experiencia del sujeto. La voz nace como puede en el diseño de los versos: en prosa actual y desgarradora; en versos fragmentados, imitando la espontaneidad del pensamiento atrapado en pleno vuelo; o incluso en versos que dibujan la imagen en la palabra, labrando en sonido y sentido la nota escucha en el mundo, un llamamiento, una sensación, un retrato de la experiencia vivida que traduzca el poema en pura imagen.
Los poetas de lenguas portuguesas (y el plural aquí enfatiza el matiz de la diferencia y su importancia para marcar la escritura de una voz y su cultura) se unen aquí con sus voces particulares. Muchos de ellos dibujan en el poema lo abstracto de los ojos, eso que en un flujo imaginario se expande en figuras en movimiento de oruga, en un cierto erotismo de expresión, exponiendo el cuerpo como deseo. O incluso, dibujando el tiempo y la espera, lugares comunes de la lírica que captan al sujeto circunscrito en referencia a sí mismo. Otros poemas construyen imágenes que se tejen en un flujo que se despliega en más imágenes (en un cierto tono verborrágico en algunos poemas). Inauguran mundos posibles, salidas amenas de una realidad insostenible, de la guerra, de la situación femenina, de la incomprensión del mundo, mencionadas en su presencia dramática, por una voz reivindicadora de la diferencia. En algunos poemas se percibe una racha de romanticismo matizado, en el que el sujeto sueña con ser un pájaro, una voz de lucha, o incluso un maldito, que, sin voz, marca su destino como inapropiado.
Parece que para muchos poemas la palabra, esculpida con el lenguaje, significa ser esculpida por la voz flagrante de un deseo, de una experiencia que necesita ser escuchada, tomarse concreta, en una palabra matizada. El uso del metalenguaje refuerza la presencia de un dicho inaugurado por la palabra que se afirma como voz.
Muchos poemas se apresuran a decir. El trabajo con la forma se nutre del querer decir, un querer trazar lo que oprime al sujeto. En otros poemas, se percibe la forma pensada en sí, la escultura de sí misma, atrapada en el proceso de espera para presentarse como una voz en el espacio. En otros poemas los versos se rompen prosaicamente, como para establecer una coherencia entre la prioridad del discurso y la imagen de la acequia, de lo que la experiencia reprimió y enseñó: la guerra, la nostalgia, los terrores de la violencia, el miedo, el amor, la esperanza. En estos, la forma se expande y se convierte en el lugar del grito, el deseo de semantizar el mundo.
Transcribo aquí el saludo inicial de la Antología, en el poema de Micheliny Verunschk, que traduce en poesía lo que percibí en los poemas y lo que el lector encontrará plenamente realizado aquí. Se salva a la palabra, lengua rica, que nos representa y nos alimenta. ¡Salve a la poesía!
Micheliny Verunschk (Recife, Brasil, 1972). Traducción Maribel Roldán
Susanna Busato (São Paulo, Brasil) é uma gaivota paulistana. Filha dos anos 60, meio hippie nos anos 1980, virou professora universitária nos anos 1990 com a poesia na rota da vida. Durante os voos virou Mestre em Comunicação e Semiótica (PUC/SP) e Doutora em Letras (UNESP/São José do Rio Preto), onde fincou o bico como professora de Poesia Brasileira. Hoje se dedica a devorar nos lírios as serpentes que habitam seu corpo. Por isso traça roteiros pra tudo. Viaja dormindo, sonha acordada e realiza os desejos em voo rasante. Deixou seus rastros e pensamentos em várias revistas como a Revista Cult, Revista Brasileiros e nas eletrônicas como Zunái, dEsEnrEdoS e Aliás, Cronópios, Gérmina, e outras revistas acadêmicas. Num dos vôos, ganhou o Prêmio Mapa Cultural Paulista na fase estadual, Categoria Poesia, em 2010. Prefaciou dois livros de poemas, Signicidade, de Frederico Barbosa e Poesia sem Pele, de Lau Siqueira e organizou três livros de ensaios sobre questões estéticas da poesia contemporânea. Agora está aguardando o nascimento próximo de sua plaquete de poemas, Papel de Riscos, pelo Centro Cultural São Paulo.
Maribel Sánchez Roldán. (1997, Puebla). Se ha iniciado en la literatura, traducción y enseñanza de las lenguas a edad temprana, lo que llevó a su primera publicación y colaboración poética en “Causalidades: Antología de poesía poblana” (2013) y posteriormente en “Antología viva de la poesía volcánica” (2018). Ha participado a su vez en proyectos literarios nacionales e internacionales, tales como las revistas de difusión poética “Arroba Textos” (2012) “Fractalario” (2015) “Página en Blanco” (2017), “Círculo de Poesía” (2018), “Prosa” (Colombia, 2018) y traducido para las editoriales “Visor” (México, 2018) y “Electrón Libre” (Marruecos, 2018). Entusiasta de la filosofía, el arte, la guitarra, el canto y el dibujo. Actualmente, directora y docente en “Etymos” Estudio de Lenguas Extranjeras.