Ensayo

Todos los humanos son iguales. Por Sophia Jamali Soufi (Irán)

 

 

 

 

Todos los humanos son iguales

 

Sophia Jamali Soufi (Irán)

 

 

En casi todas las culturas y religiones, algunas personas han sido consideradas inferiores o superiores por su apariencia, como el color de la piel, el lugar de nacimiento, el idioma, las costumbres y la cultura, o por pertenecer a una tribu, nacionalidad o creencia.

El racismo significa creer en esta categoría acientífica e incorrecta de que las características personales, sociales o morales de una persona son causadas por sus características biológicas. El racismo no se limita al color de piel y puede incluir varios aspectos culturales y verbales, esta idea viene de años de abandono y opresión de algunas razas por sus características y color de piel.

Actuar sobre la base del racismo es definitivamente una violación a la libertad de los demás, el racismo es un serio obstáculo para la convivencia de personas con diferentes pensamientos, creencias, culturas, idiomas y razas, e impide el progreso de la sociedad.

De acuerdo con el principio de igualdad, que se origina en la dignidad inherente a toda persona humana, ninguna persona es superior a otra, por el color de su cuerpo y rostro, o en términos de lengua, o descendencia y raza, ningún ser humano es creado superior o inferior a los demás, por eso nadie puede gobernar a otro sin razón.

El origen de todos los seres humanos es el mismo, por lo tanto, nadie tiene una superioridad inherente sobre otro. La única ventaja es la personalidad de las personas. El fundamento y raíz de la superioridad debe encontrarse en las cosas que tienen unidad y fusión con el alma y el alma humana, es decir, parte de la verdad del hombre, que es su alma, y nunca de la riqueza, la raza y el color, las cosas materiales. posición y posición, tener hijos y Atribución a tribus y personalidades, que están lejos y separadas de la verdad y el carácter del hombre, no pueden afectar el carácter y la excelencia del hombre.

El racismo es una de las formas de fortalecer los prejuicios y distanciarse de la ética y los derechos humanos. Cuanto más avancemos hacia el debilitamiento del racismo, necesariamente reduciremos los prejuicios y aumentaremos la buena moral y el respeto por los derechos humanos. No ser racista no es un privilegio que damos a los demás, sino un deber humano y social de todos nosotros.