La música callada, la soledad sonora: simbología mística y religiosa en la poesía de Luís Gilberto Caraballo. Por Diana Guemárez Cruz

 

 

 

 

La música callada, la soledad sonora:

simbología mística y religiosa en la poesía de Luís Gilberto Caraballo

 

Diana Guemárez Cruz

 

 

La noche sosegada

En par de los levantes de la

Aurora

La música callada,

La soledad sonora,

La que recrea y enamora

Cántico Espiritual

San Juan de la Cruz

 

Me persigue la noche, su rastro,

Sus lirios en la prudencia del cielo

Espigado, en luna en trance, corretea

Mi instinto, su olor de siglos,

Luis Gilberto Caraballo

 

 

 

La vasta obra poética de Luis Gilberto Caraballo (Caracas, 1962) suscita múltiples lecturas. En mi quehacer crítico en torno a esta obra he visto el motivo del viaje como hilo que la une; he estudiado el símbolo del mar en ella; he escrito sobre el tema de la infancia en dicha poesía. He escrito, además,  sobre sus aforismos y sobre sus libros, “Iluminaciones de un lienzo” y La Gruta del Ávila. No es de extrañar que los motivos, símbolos y temas sean muchos en una obra poética que abarca más de tres décadas y más de 20 libros de los cuales 9 han sido publicados.

Recientemente he profundizado en la simbología mística y religiosa en la obra de este escritor venezolano. Luís Gilberto Caraballo es un autor muy espiritual, católico y su poesía alcanza un gran vuelo místico en ocasiones. Entre los símbolos religiosos que he visto en su poesía están las abadías, catedrales, las “Moradas y templos”, los cirios, la liturgia, y la oración. En su poesía hay una visión trascendente de la vida, propia del catolicismo.

Así mismo me he percatado de símbolos místicos en sus letras como la noche, las lámparas, el fuego, la música, el baile y los pájaros. Por otro lado, he visto una estructura poética que fue señalada por Juan Ramón Jiménez Simón, el rizoma, muy propio de la poesía árabe e hispano árabe. Gabriela Moreno ha pensado que esta manera de poetizar de Caraballo es una especie de caleidoscopio y ha vinculado esta habilidad de engarzar imagen con imagen a las habilidades plásticas de este autor (2021). Esta simbología mística religiosa es lo que me propongo analizar en este trabajo.

 

 

En su poemario de 2006, pero publicado en 2021, Es tiempo de volver: Destellos de un regreso ya aparecen símbolos religiosos. En este libro Loja, la ciudad ecuatoriana que lo inspira deviene en símbolo espiritual: “Loja deshabitada por su pasado fugaz,/ quieta desde su nido tibio,/catedral de aromas y/antigüedad”. (16) No sólo Loja es vista como catedral en estos versos sino que, aparece en este texto el símbolo del pájaro que he visto que se relaciona en la poesía de Caraballo con lo místico y lo espiritual: “Ensaya el vuelo,/un pájaro del sueño inacabado/como un último verso inalcanzable”.

Más adelante, en el poema “Abadía”, Loja se compara con ella. Una vez más Loja es vista de manera espiritual en el recuerdo del escritor venezolano: “Anoche cuando escuchaba/las campanas, las piedras/cayendo con su eco de río y vino/Loja parecía una abadía”. (19) El vino como símbolo católico está en estos versos. Hay también un sentido de la ciudad como claustro religioso en estas palabras:”La ciudad rezaba placentera/los monjes celebraban el sueño''. (19-20) Otros vocablos con connotaciones religiosas, espirituales en este poema son las palomas y los vitrales. De este modo, Caraballo demuestra cómo está ciudad, el viaje a ella en un festival de escritores, quedó en su corazón como imagen religiosa.

En un libro inédito de 2008, “Moradas y templos”, desde su título este autor imprime un sello espiritual en él. En una elegía que este poeta dedica a su padre aparece la visión de la vida como algo que trasciende. El poeta aspira a que su padre se deshaga de lo que lo une a la vida física, los deudos, incluso los aparatos médicos, y busque su cielo: “Deshazte de la incubadora mecánica,/arremete con ira, si es necesario,/ábrele un hueco al cielo donde te vacíes/que nosotros te veremos en un recuerdo vivo”. (6). El fuego, el vino, los túneles de la luz aparecen como parte de la visión trascendente católica, como parte de sus símbolos.

En Los caminos del tiempo, libro publicado en 2009, Caraballo empieza a introducir su visión de la poesía como un acto religioso. En el poema “Has tocado”, la simbología religiosa de índole católica se relaciona con su particular visión de la poesía como un viaje en busca de lo inasible como he visto antes. Escribe el venezolano: ”Has tocado el vientre último/el vuelo del pájaro que lleva en sus alas”. (13) Y añade, “Al menos una cruz./Habrá soledades en las nubes blancas,/que cubren/la mirada del anhelo,/el fuego en la catedral del tiempo/“. (14)

Curiosamente este es uno de los poemarios donde Caraballo alude a otras religiones y/o mitologías: la griega, las religiones de los pueblos originarios, incluso las religiones asiáticas. No obstante, esto sería un tema para otro ensayo pues rebasa los límites de este.

En el libro Poemas de números y series infinitas de 2012, Caraballo escoge como epígrafe de su poema, “Mi tiempo-el imaginario”, unos versos de Arthur Rimbaud que leen: “Es la visión de los números. Nos dirigimos hacia el Espíritu”. Indicando una vez más la fe en algo trascendente en sus letras. En dicho poema también aparece la figura de un ángel como metáfora de una sed poética virulenta. (14).

“Sueño Infinito II”, de este mismo libro contiene muchos símbolos religiosos católicos como el hábito del monje, la abadía y además la idea de la vida como algo trascendente. Volveré a este texto porque creo que es uno de los más ricos en simbología no sólo ya católica sino mística.

Y finalmente en su poema “Imaginarnos” de Poemas de números y series infinitas, Caraballo escribe: “La paz/se haga en nuestros restos, en la última/zona religiosa”.  En dicho poema se mencionan el altar, las súplicas, el lugar sacro, los caminos peregrinos, el verbo pulcro.

 

 

Iglesia en Miramar, San Juan de Puerto Rico

@Fotografia Diana Guemarez Cruz

 

El árbol de las casas vacías no escapa a estos símbolos religiosos que en esta ocasión Caraballo vincula a su visión como poeta. En el poema VI de este texto escribe: “Sobre esta mesa se han tomado los soles consagrados/por la dualidad/Se han vertido sobre la sangre/oxigenada con el canto ebrio de saberse ausente/el estar afuera y adentro”. Con un significado nuevo no hay duda que el rito de la consagración, la sangre aparece como símbolo católico al que este poeta da una nueva dimensión.

En este mismo y largo poema, más adelante expresa: “He sido bautizado/en el valle un gran jardín/lleno orquídeas blancas y pomarrosas santas”  En él menciona las mantras y este es un juego poético muy propio de este escritor venezolano, moverse de un sentido específico, católico aquí, a uno aún más universal, las mantras,  para profundizar en el sentido religioso del acto poético.

Si en El árbol de las casas vacías la creación se vincula al rito religioso, en Arpa Invisible, libro de aforismos publicados en 2020,  el poeta se presenta como ser espiritual: “No desandes/el paso que el espíritu/te guía/aún en la intemperie”. (42) De más está decir que el concepto del espíritu como la parte trascendente del humano no es solo un concepto católico.

Esta visión trascendente, espiritual del hombre se percibe en otro aforismo de este texto: “Vengo del silencio/y lo eterno,/tan solo tómame con tu tiempo sacro/y colócame sobre tus hojas”. Y es este carácter espiritual el que posibilita la salvación del hombre: “A pesar/de las cicatrices/mientras exista alma,/siempre habrá forma de escapar”.(113)

Ya señalé que Caraballo alude en su poesía a mitos religiosos grecorromanos, mitos de los pueblos originarios de las Américas y aún mitos asiáticos. En un bellísimo poema en prosa de su libro inédito “Aforismos”, título provisional, Caraballo se refiere al mito del Edén y a todos los elementos de este y lo ve más allá del mito. Lo ve como el recuerdo de una realidad trascendente vista por medio del sueño y de la que sólo tenemos un vago recuerdo. Esto es muy importante porque en la poética de este autor que he examinado en más de año y medio de estudio, él ve la poesía de esta manera. Con esto Caraballo está diciendo que el Edén no es mito, es la visión de algo trascendente de lo cual tenemos una memoria vaga. Esto es, el libro de Génesis no es mito, es poesía en el sentido primigenio de la palabra, es creación. Cito:

 

El Edén no es un mito, es la tierra donde descansan los sueños, yace invulnerable en

en su campo de elegante semblante. Adónde las plegarias sonríen con el viento,

adónde al todo le falta el pecado que viaja con su zigzagueante andar de misterios

en los ojos de aquel primer hombre emblemático….

 

En la cama del camino sueña con la sinfonía de la manzana tan esquiva y pulcra. Eva

sentada al pie de la noche invita…Fluorescente en su óbice duerme la serpiente. (38).

 

Esto en cuanto a los símbolos católicos cristianos en la poesía de este autor. Recuerdo, no obstante, que desde mi primer ensayo sobre su obra, “En búsqueda de lo inasible: la poesía del conocimiento de Luis Gilberto Caraballo, vi una dimensión mística en esta. Concluí entonces  lo siguiente;

 

Al aludir al viaje, Caraballo alude a

espacios, paisajes, casas, templos,

moradas, Gruta, y al mismo espacio

del papel o el lienzo, espacios que se

transitan en el devenir del tiempo en

búsqueda de algo superior y al hacer

esto consciente o inconscientemente,

Caraballo toca el concepto platónico de

la khora.

 

De acuerdo con la intelectual puertorriqueña, Laura Robledo, la khora, es ese espacio de lo poético en que el corazón del escritor se vuelve un receptáculo de todo lo creado y es uno de los rasgos que define lo místico y el misticismo de Ibn Arabi de Murcia o de San Juan de la Cruz. Caraballo, en mi opinión comparte este rasgo en su poesía. Pues escribe en “Álgebras de viento”, título provisional de libro escrito en 2021, lo siguiente: “Desde el balcón,/la noche, el alma,/se hace universo”. (86)

Volviendo a mi artículo recordé también que desde 2015, este autor vio la dimensión mística espiritual en su poesía y cito:

 

El camino también estará lleno de

ambigüedad, quedarán en el poema,

y será un reto lograr que el poema esté

imbricado en sus versos, y estos

pertenezcan al contenido total. Tocarlo,

leerlo es como abrir el espacio a una

memoria que le pertenece al infinito…

es tener vasos comunicantes con lo

atemporal. (41)

 

Después del estudio de la poesía de este escritor he podido identificar unos símbolos místicos muy claros en él, de los cuales hablé al principio de este ensayo. La noche como el espacio temporal propicio para su poesía y para elevarse en un vuelo en busca de lo atemporal, lo eterno, la realidad de la poesía y la vida. También mencioné los pájaros, los símbolos de fuego, la llama, la lámpara y aún el baile.

Estos símbolos captan mi atención pues soy una ávida lectora de la poesía mística española y he estudiado con la ilustre intelectual puertorriqueña, Luce López Baralt, la vinculación de algunos de ellos con la mística sufí. No implico una lectura de influencias de la mística sufí en la poesía de Caraballo porque este autor no ha leído a esos autores. De hecho, le sorprendió mi lectura de esos símbolos en sus textos. Las connotaciones que tienen estos símbolos en la poesía del venezolano son diferentes a la de los místicos españoles, influidos por el misticismo musulman sufí. Pero como Borges, veo la literatura como la diversa entonación de una misma metáfora. Es decir, veo esto como una feliz coincidencia literaria de símbolos, en este caso, que coinciden aunque con diversas connotaciones.

 

Paloma en Querétaro,

©️ fotografía Diana Guemarez-Cruz.  Un ave que Caraballo usa como símbolo y en lo biográfico ama.

 

Hace un año, el 31 de enero de 2021, Caraballo publicó en su página de FaceBook el siguiente aforismo que confiere esa dimensión espiritual que veo en su literatura. Cito: “El resplandor azul baña la mirada del cielo con su arcano umbral de llama amorosa. El temblor azul de la piel”.  Es obvio, que ve ese resplandor azul en todo como símbolo de la belleza que incluso pulsa la piel del poeta. El símbolo de la llama amorosa aparece aquí.

En la poesía de este importante poeta la noche es un símbolo polisémico. La noche es la noche factual, la noche es ese espacio relacionado con el sueño que veo como algo que sustenta a su poesía (y esto por su gran aprecio y conocimiento del surrealismo) y es también ese espacio donde el espíritu puede alzar vuelo y por lo tanto, tener una visión más profunda y abarcadora de la realidad. Así en un hermoso poema en prosa publicado el 22 de enero de 2021, dice: “Mi antigua noche se ha despertado, hoy temprano visajes en el cielo del vuelo antiguo”.

La noche con estas connotaciones surrealistas y místicas están en otro texto de Caraballo. Vuelvo al poema “Sueño infinito II” de Poemas de números y series infinitas” para mostrar un ejemplo de ello: “La noche misteriosa le dará vueltas/sus lámparas titilarán/entenderán/el tejido del poema ausente en su oscura/bóveda./Los arrancarán de su luces/ cuando toque el verbo desnudo…Entonces, lo

ungirá el tiempo/entre sus honduras, en la lejanía/de los astros”. (41)

E introduce en este bello poema otro símbolo que da esa dimensión mística a su poesía, las lámparas.  También en el poema publicado en FaceBook el 22 de enero de 2021 escribió:

 

La lámpara no deja de alumbrar, en cada

bajel el timón en soledad, y sus vocales

retorcidas del viraje, un viaje en cada

noche de ausencia.

 

Para este escritor, la poesía se busca a través de un viaje que puede darse en la contemplación de la naturaleza, en el sueño, en la imaginación. He estudiado esto extensamente en mi ensayo citado, “En búsqueda de lo inasible: la poesía del conocimiento de Luis Gilberto Caraballo”. Este viaje muchas veces se da de noche y por ello los símbolos de luz se asocian con ella.

La llama es otro símbolo que tiene connotaciones religiosas y místicas en su obra.

En Arpa Invisible apunta: “Llama azul/de alta hoguera,/silencio centro de lago/relámpago en boca de río,/muta el santuario,/ora en el ojo del poeta”. (34)

Otro símbolo que considero de altura mística en la poesía de Caraballo es el de las aves. Dicho símbolo aparece vinculado con el motivo del viaje astral y con la música en su poesía. En un aforismo de “Temblores de piel”, libro inédito de 2020, este autor expresa: “Se escucha el piano de los astros/en la anchura de la noche sobrevenido./en la agitación el sueño como pájaro vuelto/de azules en el jardín del pecho”. (73)

Y este mismo libro se vincula el poder espiritual que se alcanza por las letras con los pájaros; “Me inclino en tus palabras/con tu celaje, el árbol crece/y sus ramas caminan en la/ iridiscencia del poema/Se habita de pájaros”. (91)

Versos que recuerdan a estos de “Neblinas de sueño”, libro inédito de 2020: “Aquel vuelo del arrendajo/se ha quedado en los versos./Van por el horizonte/dialogan con los árboles,/se posan en copas altas”. (24)  O a estos versos de “Álgebras de viento”,: “El juego de los pájaros/azules aletean con la/lumbre de los sueños”. (66)

El baile es otro símbolo que Caraballo asocia con lo espiritual y/o lo instintivo. Este poeta estudió en el prestigioso colegio Emil Friedman de Caracas de niño y adolescente y puede tocar varios instrumentos musicales como la mandolina, el cuatro venezolano, la trompeta y el trombón. Esto explica su pasión por la música y las relaciones que establece en su poesía entre estas artes. En “Poemas en prosa”, libro inédito de 2021, el baile se vincula con la poesía, con la música, con algo que nos acerca a lo espiritual. Y cito;

 

Por esa calle se baila aún, aunque no

veas sino sombras, y esquinas muertas.

Hay un son sonoro en el eco de sus

vientos, en los ojos del cielo. En los

labios de las puertas resuena, ya pronto

se baila aún en el rescoldo queda el

espíritu intacto, queda la brisa y la vida

baila aún, las horas abrogada de

noches, y empecinada en el amanecer

de un buen café, de granos de tierra

selva en el centro del poema. (22)

 

En un poema publicado recientemente, el 3 de febrero de 2022, en FaceBook, Caraballo asocia el son con el instinto humano dando al baile, una vez más, una dimensión trascendente. Esto en un poeta que ha escrito tangos que han sido musicalizados y que escribe un libro homenaje a la salsa.

El último texto que quiero citar es un poema de su libro “Ráfagas” que se publicará próximamente. En “Esa Mirada” convergen muchos de los símbolos religiosos y místicos vistos en este ensayo: “Esa mirada/irreverente le pertenece a la noche/a un extraviado céfiro/enfila la catedral/ a  atemporal hermosea,/el latir de sus horas vuela,/y nada ha quedado de más,/tan solo nos llega orar.

“Y la lámpara/se enciende y va iluminando,/mientras respira el cuerpo/se oxigena mar y olas pasean su orilla/piel de nupcias en el mirar de aquellos ojos/de indelebles brumas e insomnes muelles soldados en su entrega”. (60).

Para concluir veo que la poesía de Caraballo es mística por el deseo que expresa el poeta de acceder a algo trascendente por medio de la imagen. Porque este escritor ha hecho de su corazón un receptáculo de todo lo creado como los poetas Ibn Arabi de Murcia o San Juan de la Cruz. Porque usa símbolos que se asocian con lo místico.

También y muy importante, es el uso del rizoma o la metáfora hilada en su poesía. Ese afán que tiene el venezolano de regodearse en la palabra, de evocar cosas y sensaciones por medio de estas imágenes hiladas responde a la insuficiencia del lenguaje poético. En mi opinión,  Caraballo siente, como sintió San Juan de la Cruz, como sintió Juan Ramón, el poeta andaluz, que el lenguaje racional y humano no le basta para hablar de lo trascendente, para revelar las pulsaciones de su alma. Acaso por ello es que en su última poesía publicada en FaceBook, este escritor medita tanto sobre el lenguaje y la lengua. Acaso habrá que inventar unos códigos nuevos para hacer la poesía como propone este autor en un ensayo en curso “El vacionismo”. O quizás, Caraballo tendrá que aspirar a “la música callada/la soledad sonora” como San Juan de la Cruz para hablar de lo inefable.

 

©️ De este ensayo, y de sus fotografías, Diana Guemarez Cruz

©️ De su pintura, así como de todos sus textos publicados e inéditos, Luis Gilberto Caraballo

 

 

 

Bibliografía

 

Caraballo, Luís Gilberto. Arpa Invisible.   Aguadilla, PR: Letras Salvajes, Col. Errancia del Ser, 2020.  Impreso.

____________________. “Álgebras de vientos”, título provisional, Inédito, 2021.

____________________. El árbol de las casas vacías. España: Baile del Sol, 2008.   Impreso.

____________________. Es tiempo de volver: Destellos de un regreso. Ed. J Malo. Madrid: Del Sur al Sur Editores. Col. Poetas de hoy, 2021. Impreso.

____________________. La Gruta del Ávila.  Aguadilla, PR. Col. Errancia del Ser, 2021. Impreso.

____________________. “Hebras de sílabas”, título provisional, Inédito, 2021.

____________________. “Iluminaciones de un lienzo”. Inédito. 2021.

____________________. Los caminos del tiempo. Pontevedra, España: El taller del escritor, 2009.

____________________. “Moradas y templos”. Inédito.

____________________. “Neblinas del sueño”. Inédito, 2020.

____________________. Poemas de números y series infinitas. Sin lugar: Puboteca, 2012.

         Impreso.

____________________. “Poemas en prosa”, título provisional. Inédito 2021.

____________________. “Ráfagas”, Inédito, 2021.

____________________. “Temblores de pie”, Inédito, 2020.

____________________.“Verdor del delirio”, Inédito, 2021.

Guemárez-Cruz, Diana. “En búsqueda de lo inefable: la poesía del conocimiento de Luís Gilberto Caraballo. Revista Cruce. Solsticio de verano: 22-41. https://cupey.uagm.edu>nueva_edicion.

Guemárez Cruz, Diana. “El mar/la mar como símbolo permutable en la poesía de Luís Gilberto Caraballo. Revista Taller Igitur. 12 de septiembre de 2021.             https://tallerigitur.con>tag>venezuela

____________________. “Iluminaciones de un lienzo de Luís Gilberto Caraballo: un ejercicio de écfrasis poético. Próxima publicación en Revista Cruce. Febrero de 2022.

____________________. “Niños, infancia y memoria en la poesía de Luís Gilberto Caraballo. Gambito de papel. 16 de diciembre de 2021. https://gambitodepapel.com

López-Baralt, Luce. “Simbología mística musulmana en San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús”. https://www.cervantes.virtual.com>

Robledo-Gonzalez, Laura. “La poética del espacio de San Juan de la Cruz y el receptáculo platónico de la joora”. Tesis doctoral inédita. Universidad de Puerto Rico, 2011. Directora de tesis: Luce López-Baralt.

_____________________. “Mi corazón es capaz (o recipiente) de cualquier forma: Ibn’ de Murcia, El “QALB” y El Timeo platónico en Melanges. Ed. Luce López-Baralt.  Zaghouan: Tunisia: Publications de la Fondation Temimi pour la Reserche Scientifique et la Information: May 2021: 2-8. Impreso.

Diana Guemárez Cruz (San Juan, Puerto Rico, 1954). Poeta, crítica y académica, realizó estudios de maestría y doctorado en la Universidad de Harvard, en Estados Unidos. Su tesis doctoral, “Juan Ramón Jiménez y el Grupo de Escritores de 1927 en sus empresas editoriales: Historia y polémicas”, ha sido publicada como un Google book. Es autora también de los poemarios: Divertimento (Chile, 2005); Pausa sobre la mesa (Puerto Rico, 2015), y De Eva y otros mitos (que saldrá en España este año). Ha dado a conocer artículos críticos sobre Juan Ramón Jiménez, Pedro Salinas, Antonio Espina y Luis Gilberto Caraballo, entre otros, en medios impresos como BHS (Escocia), Hispanística (India), Cuadernos de ALDEUU (Estados Unidos-España) y en revistas digitales como Cruce (Puerto Rico), Revista Literaria Taller Igitur (México) y Gambito de Papel (Argentina).