Ensayo

Del dios Hermes a la hermenéutica como disciplina: Por Donaldo Borja (México)

 

 

 

 

Del dios Hermes a la hermenéutica como disciplina

 

Donaldo Borja

 

 

Hablar del proceso histórico de las cosas, remite, necesariamente a las categorías de espacio y tiempo. Por un lado, el espacio nos permite comprender qué es lo que se está hablando, y en relación a qué actúa este primer referente. Por el otro lado, el tiempo, nos permite comprender la relacionalidad que una cosa tiene con otra, especialmente, su génesis y su fin.

De ese modo, al hablar del proceso histórico que configura la hermenéutica, esta, entendida como: “El arte y ciencia de interpretar textos”[1], según el Diccionario de la Lengua Española. Componente esencial de la hermenéutica es el proceso interpretativo que nace con un ens, que es el texto. El proceso interpretativo, nace de la realidad, de un texto, que debe ser entendido de forma polisémica, de tal modo, que como a cada arte o ciencia le compete su objeto, “el objeto de la hermenéutica es el texto, pero el texto es de varias clases.”[2]

 

 

La hermenéutica y su rastreo etimológico

 

El hombre es un ser, que con su inteligencia tiene el ferviente deseo de conocer[3], esta deseo brota de la misma constitución de hombre, la inteligencia. Dicha facultad, permite al hombre cuestionar la realidad, preguntar por el esse de las cosas. Pero, no basta con el contacto de las cosas con el sujeto cognoscente; existe un proceso más, el cual le permite saber más, poner en su contexto al objeto conocido. Primeramente, haremos un rastreo conceptual de lo que es el término hermenéutica.

De este modo es preciso entender que la hermenéutica significa: “Arte de interpretar textos, originalmente textos sagrados.”[4] Estos textos sagrados no, necesariamente se refiere a la interpretación de los texto de la Sagrada Escritura, sino incluso, a los mensajes de los dioses. Ahora, volviendo al término hermenéutica, esta definición lingüística, resulta nítida, dado que no agota el problema de la universalidad de la misma, tal como Hans-Georg Gadamer lo propone y explica.[5]

Más aún, Coromines presenta que concepto de Hermenéutico o Hermenéutica, aparece en el español en “1884. Tomado del griego hermēneutikós ‘relativo a la interpretación’, deriva de hermēneús ‘interprete’, ‘explicador’, ‘traductor’”.[6] Sin embargo, “se sabía ya que la palabra «hermenéutica» aparece por primera vez en un escrito de Joh. Conrad Dannhauer, y se sabía al menos desde Dilthey que la hermenéutica tiene una cierta prehistoria humanista”[7], este aporte del teólogo alemán Dannhauer, sirvió para que el concepto, como ha llegado hasta estos días, sea permisible, especialmente, en las Ciencias del Espíritu.

Más aún, el concepto, hermenéutica, que aparece en 1629 con la finalidad de manos de Dannhauer, buscó una lógica de la interpretación, una forma de justificar aquello que conocía, y es así que el “verdadero interés reside en presentar la «hermenéutica» como una concepción científica del siglo XVII que expresó en la idea boni interpretis de Dannhauer (1630).”[8] Lo presentado aquí, puede mostrar la aparición del concepto ‘hermenéutica. Empero, hace falta definirla.

El concepto, hermenéutica, está relacionado con la influencia del dios Hermes, lo cual se tratará en otro punto. Aunque, su génesis es de procedencia griega. Ferraris, recupera que la hermenéutica procedente del concepto griego:

Hermeneia, la palabra y la cosa, está en la base de todas las palabras derivadas de la misma raíz y de todo lo que en ellas ‘resuena’: de hermeneus, hermeneutes, hermeneutike. La raíz puede ser idéntica a la del latín sermo.[9]

Con justa razón, empleará Boeccio el término hermeneia en la traducción al latín de una de las obras del Organón de Aristóteles que se intitula peri hermeneias, que trata, más de la interpretación sobre los enunciados, dado que: “El sentido puramente cognitivo de hermeneia y hermeneus, […] puede significar «explicación docta» o «comentador» y «traductor».”[10] Esta ambivalencia de los conceptos, en cuanto a su significado, permite, entonces, comprender a la hermenéutica como universal. Sin embargo, dentro de los más conocedores de la hermenéutica, colocan a este concepto la raíz de hermeneia, que: “suele significar en sentido más neutral una «enunciación de pensamientos»”[11].

Todavía más, el concepto, que por sí mismo oscila en la disparidad de los significado, se coloca, también en su raíz del verbo hermeneuein, el cual “significa igualmente interpretar que comunicar”[12]; Gadamer será un tanto exhaustivo en cuanto a esta última terminación, por lo que, para él, “el sentido de hermeneuein oscila entre la traducción y el mandato, entre la mera comunicación y la invitación a la obediencia.”[13] Luego, entonces, en cuanto al término se refiere, le es más proporcional la raíz de hermeneuein, dado que el mensaje transmitido, en ocasiones se enfatiza más, se codifica, o simplemente se comunica y se obedece. Así es, que cuando vemos el símbolo de ‘peligro’, interpretamos dicho símbolo, que nos muestra un cráneo, obedecemos en no pasar, y decimos a otros que no se debe pasar por ahí.

 

 

La relación de Hermes con la hermenéutica

 

Hasta este momento se ha buscado el origen etimológico de la palabra hermenéutica. Sin embargo, falta su definición como tal. Pero antes de ello, es importante, detenernos a analizar la relación del dios Hermes con la hermenéutica. Así, al hablar de un concepto en la lengua española es hablar, también, de su procedencia. Y dicha procedencia puede remontar a diversos lugares, épocas o momentos; tal es el caso del concepto hermenéutica, el cual tiene cierta cercanía con el dios Hermes, aunque algunos autores como Kerényi, expresa que es una formación posterior, y que por ende, sólo tiene que ver con la fonética, una parte lingüística.[14] Sin embargo, existe otra tradición que avala dicha relación con Hermes el cual, define la función de la palabra hermenéutica,  que significa interpretar, pues “se sabe que Hermes era el intérprete de los dioses, el que entregaba sus mensajes a los hombres.”[15] Por ello, se plantea ¿Existe una relación entre Hermes y Hermenéutica? y ¿Es la relación de Hermes con la hermenéutica la que define el objeto de esta disciplina? Para la respuesta a la primera cuestión, es menester, contextualizar, quién y cuál era la función de Hermes, posteriormente, encontrar su relación con la hermenéutica, y así dar respuesta a la segunda pregunta.

El traspaso del mythos al logos, abrió un brecha para entender la realidad, aunque para algunos el mito suena fantasioso, y el logos como algo racional, en ambas formas de entender la realidad se gesta, también, las dos formas de la expresión lingüística de la misma realidad, es así que: “El mythos da cuenta del mundo a través de un explicación dramática; el logos, en cambio, lo hace de un abstracto.”[16] Ambos modos de concebir la realidad acercan, de modo analógico, a la relación que existe entre el dios Hermes y la Hermenéutica. Tanto así, que el paso del mito al logos justifica no sólo como Kerényi menciona, en cuanto hace refiere al concepto hermenéutica como un phonē.

Aunque, para algunos “estudiosos de la Antigüedad clásica señalan el siglo IV a. C. como fecha de inicio del despliegue del logos, entendiendo por éste el pensamiento racional, […] habría que retrotraer esa fecha al siglo anterior”[17] esto con la finalidad de entender, que el mito es racional, como la misma razón se desprende del mito, por ello, se menciona, que para encontrar la relación entre Hermes y Hermenéutica es necesario, confrontar el mito con el logos de modo analógico.

 

 

Psicoanálisis de Hermes

 

Más aún, Hermes hijo de Zeus y de Maya , la mayor de las siete Pléyades: “ nace en una caverna del monte Cilene. La madre lo deja bien envuelto en sus pañales y ante la admiración de todos, se transforma en un niño que salta de la cama y se va en busca de aventuras.”[18] La psicología de Hermes se presenta como un ser inquieto, y tanto así, que robó los bueyes de Apolo, el cual al escuchar a Hermes tocar una flauta que el mismo había hecho, trató Apolo con Hermes, a fin de darle Hermes la flauta y Apolo entregaba el cetro con el que gobernaba a sus bueyes. Pero Hermes, dios sutil, trató con Apolo: “Yo te doy la flauta y tú me enseñarás a formular oráculos.”[19] Sin embargo, Apolo no pudo complacer a Hermes en ello, pues Apolo no podía otorgar ni un poder, dado que esa facultad sólo la podía dar Zeus. Empero, los dioses se dirigieron al Olimpo y dieron cuenta a Zeus, el cual dijo a Hermes que a partir de ahora respetaría la propiedad ajena y no iba a decir mentiras.

Quedó complacido [Zeus] de la astucia y frivolidad de su nuevo vástago y le ofreció darle una encomienda en el Olimpo. –Hazme el mensajero divino –dijo Hermes–. Yo te prometeré no tocar lo ajeno, no decir mentiras […]. –Tú serás –[dijo Zeus]– el mensajero de los dioses, presidirás los tratados, lo mismo públicos que privados, fomentarás el comercio, custodiarás los caminos y serás el amparo de los viajeros en todo el mundo.[20]

La misión que Zeus encargó a Hermes es posible notarla en los poemas de Homero, por ejemplo, cuando Atenas ruega a Zeus que dejé volver a Ulises a su tierra, y manda a Hermes a que dé dicho aviso a las ninfas: “enviemos a Hermes, el guía luminoso: que vaya al islote de Ogigia y en él sin demora transmita a la ninfa de hermosos cabellos el firme decreto de la vuelta del héroe sufrido de entrañas.[21]

Como es posible notar, Hermes es el polýtropos (el de muchas tretas o artificios), es la misma personalidad de este dios el que abre la relación proporcional con la hermenéutica, pues es de entenderse que la hermenéutica busca los límites, lo ajeno, como este dios juró respetar. Un dato interesante es la genealogía de Hermes, un dios que se debate entre lo divino y lo humano, lo cual le propicia conocer ambas realidades.[22] Así mismo, la hermenéutica, como quedó constado arriba, busca conocer la realidad. Por lo tanto, la relación que existe entre Hermes y la Hermenéutica se basa en la búsqueda, en la transmisión de un mensaje cifrado, en ocasiones por medio del signo y del símbolo, y aquí es menester entender que el lenguaje es, también, rico, es signos y símbolos.

 

 

El mensajero de los dioses y la transmisión del mensaje

 

No obstante, “Hermes era el inventor del lenguaje.”[23] Y aquí subyace una pregunta, la cual combatió Jenófanes de Colofón en tanto al antropomorfismo: ¿Los dioses, entonces, hablaban un lenguaje como el de los humanos? La única certeza que se encuentra aquí, es que, dentro de la mitología, que intenta explicar la realidad desde la alegoría,[24] el dios Hermes “es hermenéus, mediador a través de la palabra. [….] Es el inventor del lenguaje, pero sobre todo, es traductor, el intérprete y emisario de los dioses hacia los hombres.”[25] Luego, entonces, lo propio de la hermenéutica, por lo que hemos visto arriba, permite hacer comprensible el lenguaje de la realidad, busca la hyponoia, el sentido profundo, de ahí que la hermenéutica explica, interpreta, anuncia, traduce[26], ese sentido profundo, a semejanza de Hermes.

Por otro lado, la relación de Hermes con la Hermenéutica define el objeto de esta última en el sentido de que Hermes, como mensajero de los dioses, llevaba un mensaje cifrado, un texto. Dicho mensaje permitía el movimiento de la inteligencia, es decir, la disposición para obedecerlo. Hermes es el psicopompo y psicagogo, el conductor de las almas, y esto mediante el mensaje que transmitía[27], de modo que ese mensaje era capaz de conducir a la vida o a la muerte, ejemplo de ello lo da Homero en la Odisea, especialmente en el Canto I.[28]

Más aún, al pensar el mensaje de Hermes como un texto, propicia, entonces, la unión del mythos y el logos, como dos maneras de expresar el mensaje, un texto que debe ser entendido en diversas maneras: “puede ser escritos, orales, actuados, incluso plasmados materialmente en la obra de arte”,[29] entonces, todo texto es digno de interpretación. Por lo tanto, la relación de Hermes con la Hermenéutica define el objeto de esta última, en el sentido de que al igual que Hermes, que es un mediador del mensaje divino, la Hermenéutica es igual mediadora del texto, pues es ahí donde se congregan el autor y el lector[30], apoyada de la subtilitas, a semejanza del dios Hermes.

 

 

La hermenéutica como disciplina

 

Después de haber escudriñado las nociones etimológica y mítica de la hermenéutica; ahora, es tiempo de presentar por qué la hermenéutica es definida como disciplina. En la parte de arriba, se mencionó, como primer momento la definición lingüística, sin embargo, esta definición sólo se ocupa de una parte de la hermenéutica, que es la interpretación de los textos sagrados. Por otro lado, es sabido que hermenéutica quiere decir: interpretar, comunicar, traducir, y en algunos casos, mandar y obedecer, esto desde la cuestión nominal y etimológica del concepto.

Más aún, la hermenéutica se presenta como un algo, como un proceso, de ahí que se diga que: “la hermenéutica designa ante todo una praxis artificial.”[31] Al referirse a praxis, debe entenderse a la conjunción de la teoría con la práctica. Sin embargo, aquí, la definición de hermenéutica se declina a la tejne, al arte. Y en cuanto a la hermenéutica se refiere, entonces se presenta como: “El arte […] del enuncio, la traducción, la explicación y la interpretación, e incluye obviamente el arte de la comprensión”.[32] Con esto, Gadamer, el padre de la hermenéutica moderna, coloca a esta como un arte, un ars “como la oratoria o el arte de escribir o la aritmética: más una destreza práctica que una «ciencia».”[33]

Sin embargo, es preciso retroceder a los tiempos de la Academia de Platón, donde no lo coloca a esta cuestión de la hermenéutica en referencia a que es ciencia o arte, sino más bien, a una inspiración divina:

porque no es gracias a una técnica por lo que son capaces de hablar así, sino por un poder divino, puesto que si supiesen, en virtud de una técnica, hablar bien de algo, sabrían hablar bien de todas las cosas[34]

Esto en razón con los poetas que interpretan y escriben sus obras. Más, otras escuelas como Alejandría y Pergamo, se centrarán en una interpretación analógica, es decir, empezarán a establecer ciertos métodos, de los cuales se podrán apoyar para hacer un buen trabajo interpretativo y de traducción, tal es el caso de Aristarco de Samotracia con el método histórico-gramatical y de Crates de Malo con el método alegórico, con esto se abre el parteaguas de que la hermenéutica es pensada como ciencia más que como arte, esto es un pensamiento protocientífico de la interpretación.

Los métodos que se empezaron a fijar para la cuestión de la interpretación, propicio a constituir algo fijo, un modelo, una ciencia. Tanto Ferraris en Historia de  la Hermenéutica y Mauricio Beuchot en Perfiles esenciales de la Hermenéutica, ofrecen la configuración de la hermenéutica como ciencia, esto, por la Ilustración, “que propone la ciencia, con su racionalismo y su empirismo, a veces irreconocible”[35], es así, que la búsqueda de los ‘exacto’, ‘de lo concreto’, llevó a la hermenéutica hasta ser considerada como una ciencia. De ahí, que la hermenéutica se entendió como: “el significado unificado o la reducción al máximo de la polisemia”[36] en los textos. La hermenéutica como ciencia surge pues, por la necesidad de lo concreto, esto como contraposición a las llamadas Naturwissenschanften (las ciencias naturales), dado que las Geisteswissenschaften (las ciencias del espíritu), debían de ser interpretadas, por el hecho que son históricas, dígase de ello, el arte.[37]

Es así, que la hermenéutica se ha discutido entre dos posturas, sí es arte, y sí es ciencia. Sin embargo, la hermenéutica tiene algo de ambas, es análoga, dialoga en parte con la ciencia, de donde tiene algo, y dialoga con el arte, de donde, también, se nutre. Por ello:

Dependerá de lo que entendamos por una y otro [ciencia y arte]. Si entendemos, con Aristóteles, la ciencia como un conjunto estructurado de conocimiento en el que los principios dan organización a los demás enunciados, aunque sin la rigidez de la axiomática aristotélica ni de la moderna –sino que podrá irse enriqueciendo el sistema tanto inductiva como deductivamente–, podemos considerar como ciencia a la hermenéutica ya que tiene ciertos principios (unos cuantos) que le sirven para estructurar lo que va aprendiendo acerca de la interpretación de los textos. Por otra parte, si entendemos –igualmente con Aristóteles– el arte o la técnica como el conjunto de reglas que rigen algo podemos entender la interpretación como un conjunto de reglas que se va incrementando al paso que la experiencia interpretativa nos enseña y alecciona, y como una aplicación bien adaptada de los principios y leyes generales que la hermenéutica va agrupando en cuanto ciencia. Con ello podemos ver también la hermenéutica como arte.[38]

Es así, que en este sentido la hermenéutica se entenderá como: “la disciplina de la interpretación; pues bien, ella puede tomarse como arte y como ciencia, arte y ciencia de interpretar textos.”[39] Se retoma la hermenéutica en el sentido de disciplina, dado que, como la misma etimología de la palabra disciplina lo esclarece: es como el discípulo, que recibe una ordenanza, pero, a la vez, es el discípulo el que busca los medios posibles para hacerlo, pues de hacerlo igual que el maestro, entonces, no sería el discípulo el agente y no habría aprendizaje, sino que sería una copia del maestro, algo mimético, que no tiene vida ni sentido[40]. Luego, entonces, la hermenéutica como disciplina proporciona “un proceso, no […] un acto instantáneo y definitivo, sino que va profundizando sucesivamente en lo que interpreta.”[41] Abre espacios en lugares donde a simple vista parecería que no los hay, permite confrontar la realidad, dando la posibilidad de conocerla, comprenderla e interpretarla.

En conclusión, el traspaso del concepto ‘hermenéutica’ es, parafraseando a sor Juana Inés de la Cruz, una bisagra entre lo mítico y lo lógico. Un concepto que se construye y se reconstruye desde una visión de analogía, es decir, que comparte la naturaleza del mito, con relación proporcional a la naturaleza y a la psicología del dios Hermes; y que comparte su constitución en relación proporcional como un proceso de construcción racional para interpretar la realidad textual. Hermes, mensajero de los dioses, codifica y transforma el mensaje a un lenguaje comprensible, incluso inventivo pero apegado a lo que los dioses han querido expresar. La hermenéutica, disciplina de la interpretación, como Mauricio Beuchot lo ha propuesto, superando en ello a Gadamer y Ricoeur, lanza a la hermenéutica a un plano inventivamente constructivo, es decir, un proceso en el que, de lo hermético o arcano, pasa a lo lucido y transparente, mostrando así, el sentido profundo, la hyponoia, del mensaje textual.

 

 

 

[1] BEUCHOT, M., Tratado de hermenéutica analógica. Hacia un nuevo modelo de interpretación, UNAM, México 2009., p. 13.

[2] Ibídem., p. 14.

[3] Cfr. ARISTÓTELES., Metafísica, I, 980b 25

[4] ASOCIACIÓN DE ACADEMIAS DE LA LENGUA ESPAÑOLA., Diccionario de la Lengua Española H/Z, Editorial de la Real Academia de la Lengua Española, España 2014., p. 1168.

[5] Sobre este asunto, se refiere a los tomos de la exposición hermenéutica del autor alemán, encuéntrese en GADAMER, H., Verdad y método I, Ediciones Sígueme, Salamanca, 2012. [Traducción de Ana Agud Aparicio y Rafael de Agapito]; y en mismo autor., Verdad y Método II, Ediciones Sígueme, Salamanca 2015. [Traducción de Manuel Olasagasti].

[6] COROMINES, J., Breve diccionario etimológico de la lengua castellana, Editorial Gredos, Madrid, 2008., p. 295.

[7] GADAMER, H., Verdad y Método II, Ediciones Sígueme, Salamanca 2015., p. 283 [Traducción de Manuel Olasagasti].

[8] Ibídem.

[9] FERRARIS, M., Historia de la Hermenéutica, Siglo XXI, México, 2014., p. 11. [Traducción Armando Perea Córtes].

[10] GADAMER, H., Verdad y Método II, Ediciones Sígueme, Salamanca 2015., p. 96. [Traducción de Manuel Olasagasti].

[11] Ibídem., p. 95.

[12] BEUCHOT, M. Hermenéutica, analogía y símbolo, Editorial Herder, México, 2004., p. 34.

[13] GADAMER, H., Verdad y Método II, Ediciones Sígueme, Salamanca 2015., p. 95. [Traducción de Manuel Olasagasti].

[14] Cfr. FERRARIS, M., Historia de la Hermenéutica, Siglo XXI, México, 2014., p. 11. [Traducción Armando Perea Córtes].

[15] BEUCHO, M., El arte y su símbolo, Calygramma, México, 2013., p. 28.

[16] BAUZÁ, F. H., Qué es un mito: una aproximación a la mitología clásica, Fondo de Cultura Económica, Argentina, 2012., p. 110.

[17] Ibídem., p. 117.

[18] GARIBAY, A. MA., Mitología griega: dioses y héroes, Editorial Porrúa, México, 2015., p. 22.

[19] Ibídem., p. 23

[20] Ibídem., p. 23-24

[21] HOMERO., Odisea, I 84-87.

[22] Cfr. CERVANTES ESPINO, A-E. El Dios Hermes: un acercamiento a la Hermenéutica analógica, en CONDE, N., Estadios en el camino de la hermenéutica analógica, Editorial Torres Asociados, México, 2013., p. 81.

[23] BEUCHO, M., El arte y su símbolo, Calygramma, México, 2013., p. 33.

[24] Cfr. BAUZÁ, F. H., Qué es un mito: una aproximación a la mitología clásica, Fondo de Cultura Económica, Argentina, 2012., p. 23.

[25] BEUCHO, M., El arte y su símbolo, Calygramma, México, 2013., p. 33-34.

[26] Cfr. GADAMER, H., Verdad y Método II, Ediciones Sígueme, Salamanca 2015., p. 95. [Traducción de Manuel Olasagasti].

[27] Cfr. BEUCHO, M., El arte y su símbolo, Calygramma, México, 2013., p. 30.

[28] Cfr. HOMERO., Odisea, I 35-40.

[29] CERVANTES ESPINO, A-E. El Dios Hermes: un acercamiento a la Hermenéutica analógica, en CONDE, N., Estadios en el camino de la hermenéutica analógica, Editorial Torres Asociados, México, 2013., p. 86.

[30] Cfr. BEUCHOT, M., Tratado de hermenéutica analógica. Hacia un nuevo modelo de interpretación, UNAM, México 2009., p. 23-27.

[31] Ibídem.

[32] Ibídem.

[33] Ibíd., p. 96

[34] PLATÓN, Ion 534c.

[35] BEUCHOT, M., Perfiles esenciales de la hermenéutica, Fondo de Cultura Económica, México, 2013., p. 19.

[36] Ibíd., p. 49.

[37] Cfr. FERRARIS, M., Historia de la Hermenéutica, Siglo XXI, México, 2014., p. 118. [Traducción Armando Perea Cortes].

[38] BEUCHOT, M., Tratado de hermenéutica analógica. Hacia un nuevo modelo de interpretación, UNAM, México 2009., p. 16.

[39] BEUCHOT, M., Perfiles esenciales de la hermenéutica, Fondo de Cultura Económica, México, 2013., p. 33.

[40] COROMINES, J., Breve diccionario etimológico de la lengua castellana, Editorial Gredos, Madrid, 2008., p. 195.

[41] BEUCHOT, M., Perfiles esenciales de la hermenéutica, Fondo de Cultura Económica, México, 2013., p. 33.

 

 

 

 

Donaldo Borja (Oaxaca, México, 1995). Estudió la licenciatura en Filosofía en el Instituto de Estudios Superiores Tomás de Aquino (IESTA) de la Ciudad de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Ha publicado cuentos y ensayos en el periódico El Péndulo de Chiapas, al igual que artículos en el Periódico Semanario de Católico. Ha traducido algunos poemas de Óscar Oliva del español al latín, colaboró en la producción del CD donde se tradujo el poema “Al volante de un automóvil por la carretera panamericana de Tuxtla a la Ciudad de México” del latín al español. Participó en el programa colectivo Carruaje de Pájaros en la radio de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH) de 2016-2018. Creador y director del programa de Radio y Podcast Tertulias en la azotea dependiente de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO). Es creador del Club de Lectura Tertulias en la Azotea afiliado al Fondo de Cultura Económica. Ha sido profesor en las asignaturas de Español e Historia en nivel secundaria. Así como profesor de Latín y Etimologías Grecolatinas en nivel superior.