Ensayo

Abū Nuwās, entre el delito y el deleite; una suerte de cosmogonía del deseo. Cantar al Vino. Por Jonathan A. Jaramillo Z.

 

 

 

 

Abu Nuwás, entre el delito y el deleite;
una suerte de cosmogonía del deseo. Cantar al Vino.

 

Jonathan A. Jaramillo Z.
Universidad de Antioquia. Instituto de Filosofía

 

Habiendo vivido y verificado todos los argumentos
contra la vida, la he despojado de sus sabores
y, enfangado en sus heces, he sentido su desnudez
Abu Nuwás

Introducción

 

En el presente ensayo se hará una revisión del pensamiento de Abu Nuwás puesto, de forma galante y literaria, en una de sus más celebres obras: El Cantar al Vino. Siendo así una interpretación poética, no se pretende incrustar la reflexión, simplemente, en estos preceptos. Es pues, que el objetivo segundo de este ensayo, es contener las constelaciones del pensamiento nuwasíes en una suerte de cosmogonía del deseo, es decir, llamar a los argumentos contra la vida, el despojo de sus sabores, el tránsito de la desnudez, el devenir político y el placer.

Por orden, es importante iniciar este ensayo con una aclaración biográfica para así, poder centrar nuestra reflexión en un punto específico del pensamiento musulmán y en ése orden, abrir la reflexión a los preceptos literarios de Abu Nuwás.

 

Abu Nuwás

 

Abu Nuwás (145-198 de la Hégira), es, después de Bashar, el más importante de los poetas renovadores. Oriundo de la antigua Mesopotamia, vivió entre los siglos Vlll y lX, durante las primeras décadas del califato abasí de Bagdad, la que fuera, sin duda, la época dorada de la literatura árabe clásica oriental y, también, de la expansión del territorio. En la época abasí creció el comercio, florecieron las ciudades. Se hicieron extraordinarias realizaciones en arquitectura y artes en general. Las Mil y Una Noche es una referencia al cómo y el porqué de esta época especifica de la galantería económica, política y artística de Oriente.

Su lengua materna era el persa, por lo que Abu Nuwás se arabizó concienzudamente conviviendo con tribus árabes y nómadas, aprendiendo a su vez, textos sagrados musulmanes y la poesía árabe preislámica, leyó fuentes originales de la forjada gramática de la lengua árabe. Cabe agregar lo siguiente, e insisto que no es para nada gratuito, que su inmersión cultural beduina fue tal que Abu Nuwás acabó por rebelarse en su contra. Es, por consecuencia, que su obra cuenta con un gran número de sátiras hacia esa conservadora y ruda forma de vivir que llega a aborrecer profundamente en contraposición con la vida disoluta, placentera y ciudadana de la que luego se jactará en Bagdad. Es importante resaltar que Nuwás destacó en todos los géneros poéticos pero sobre todo el báquico, el erótico y el sátiro; de esto se sigue, por necesidad histórica, de que fue el primer poeta en liberar a la poesía árabe, con empeño y tesón, del peso y la tradición de la poesía típica.

Instaurado en Bagdad, Nuwás quedó al servicio de Mohammed Al-Amine, el cual después de reprocharle ciertas extravagancias, le puso en prisión. Murió en Bagdad, al tiempo de haber salido de prisión.
Tras lo anterior, es preciso encausar el siguiente apartado en lo que, al parecer histórico-poético, es el inicio de una poesía determinada por el placer, el desenfreno de la carne; son los eslabones del Nihilismo moderno, en cuanto la acedía, el desembriagamiento, y, ¿por qué no? El llamamiento a una suerte de Filosofía y prostitución.

 

 

Universo poético de Abu Nuwás

 

En este segundo apartado denotaré dos momentos cruciales de este trabajo, para que de ésta manera no sea, simplemente, un llamamiento a la poesía de Nuwás, sino que también, al pensamiento nuwasíes, es decir, al universo de sus figuras retóricas.
Me tomé la libertad de traer desde el universo báquico de Abu Nuwás algunas constelaciones puesto que, describirlas una a una con toda la atención, escaparía al deber ser de este ensayo. No obstante, he decidido traer unas de las más relevantes, con la esperanza de que más tarde sirvan para ilustrar la lectura del Cantar al Vino.

Ahora bien, siguiendo a Philip Kennedy, es relevante contener acá el elemento que es constante, es más, el más constante en sus obras: el vino o el placer (Kennedy, 2005).

El vino y sus atributos: El vino, en la obra de Abu Nuwás, no constituye un elemento aislado, sino que siempre aparece rodeado de toda una pléyade de atributos perceptibles a través de los cinco sentidos.

Los efectos del vino: El vino es siempre embriagador para nuestro autor. Gracias a estos efectos, el feo se vuelve bello y el necio inteligente. Su poder es tan grande que, tan solo en una noche, puede dejar rendido a un ejército de comensales.

El espacio báquico: El espacio báquico, a diferencia del tiempo, que en Abu Nuwás es sólo presente, se expande en diversas direcciones, ocupando lugares muy diversos. Siguiendo a Vicent Mansour, todos esos lugares tienen, sin embargo, un denominador común: en ellos el poeta y sus amigos gozan del vino, del amor y de la música (Monteil, 1979). De esta manera, Tabernas, Conventos, Jardines y Viñedos, se convierten en la poesía de Abu Nuwás en espacios físicos de libertad, placer, de hedonismo y de amistad.

En lo siguiente, traeré, de la mano del poeta y crítico árabe Adonis, el elemento que a mi juicio, es el más importante y complejo en el universo poético de Nuwás: Vino vs Islam.

Vino e Islam: Nuwás fue un maestro en el arte de la provocación y su rechazo manifiesto por todo aquello que la península arábica y sus habitantes dieron al mundo, como no podía ser de otra manera, a una de sus principales aportaciones: el Islam. ¿Pero de dónde nace esta crítica hacia la religión?

En primer lugar, hay que mencionar el carácter ortodoxo del califato de Harún Al-Rashid, que como hemos visto llevó a Abu Nuwás a prisión. No se debe olvidar, como segundo factor, que el califa es también una suerte de imán, es decir, el guía espiritual de la comunidad musulmana y la máxima autoridad religiosa después de la muerte del Profeta. Asimismo, los preceptos restrictivos del Islam en lo tocante al vino, así como el libertinaje y la libertad de pensamiento, llevaron a nuestro hombre a cometer las peores faltas. Adonis argumenta, en ése sentido: “Abu Nuwás convierte la vida del placer (y secretamente el vino) en un elemento de culto, creando a su alrededor toda una escatología divina” (Adonis, 1997).

En el orden de las ideas que anteceden, nos encontramos ante un poeta que hace de sus versos una reivindicación de la libertad, de la vida, del presente y del placer.

A continuación, traeré a reflexión los fragmentos que, para esta discusión, cumplen con los parámetros hasta acá expuestos. Aclaro que, al finalizar cada fragmento, adjuntaré una [posible] interpretación que haré, ésta, ajustada a la época, a la escuela racional a la que, muchos críticos, entre ellos Adonis, postulan a Nuwás; además, tal interpretación versará, también, desde los postulados de la reforma que Al-Mutanabbi introdujo en la poesía árabe: la fuerza del pensar, de la descripción y la expresión. Abu Nuwás, en vez de comenzar el poema con la instrucción tradicional, comenzaba directamente sus versos galantes como tales. Éstos proyectaban tanto su propia vida como la del lujo de su tiempo. La época en que le tocó vivir no tenía nada en común con la vida del desierto, ni con el nomadismo. La vida era, entonces, dulce y placentera.

 

 

 

 

Abū Nuwās al-Hasan Ibn Hāni’ al-Hakamī (Irán): Cantar al vino

 

 

 

 

 

 

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