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Reseña: Dīwān de las Poetisas de al-Ándalus | Poesía femenina hispanoárabe. Por Lillian von Der Walde Moheno

 

 

 

 

Dīwān de las Poetisas de al-Ándalus, Madrid: Hiperión, 1986 (Poesía Hiperión, 92), 166 pp.

 

María Jesús Rubiera Mata, Poesía femenina hispanoárabe, Madrid: Castalia-Instituto de la Majer, 1989 (Biblioteca de Escritoras, 12), 165 pp.

 

 

 

Lillian von Der Walde Moheno

Universidad Autónoma Metropolitana/Iztapalapa

 

 

 

A no ser las jarchas (que por lo general no se analizan como creaciones femeninas), a investigación dela poesía de las mujeres de al-Ándalus había permanecido en un relativo abandono. Desde la ya lejana tesis inédita de Luis Gonzalvo y París (Avance para un estudio de las poetisas musulmanas en España; Madrid: Universidad Central, 1905), hay muy pocos artículos que se ocupan del tema. Sin embargo, tal parece que este descuido tiende a subsanarse en virtud del interés que ha surgido en los últimos años por la cultura femenina hispanoárabe. Prueba de lo aseverado es la aparición del volumen La mujer en al-Andalus. Reflejos históricos de su actividad y categorías sociales (ed. de María Jesús Viguera Sevilla: Universidad Autónoma de Madrid y Editoriales Andaluzas Unidas,1989), y de tres libros que traducen y compilan las obras poéticas de mujeres de la Hispania musulmana: los dos aquí presentados, y el de Mahmud Sobh, Poetisas arábigo-andaluzas (Granada: Diputación Provincial, s.f.). Desde luego, las antologías señaladas favorecen el acercamiento de los no arabistas a la poesía femenina de al-Ándalus, antes un tanto difícil de localizar dada su dispersión en diversas traducciones de carácter general, como la sobresaliente de Emilio García Gómez, El libro de las banderas de los campeones, de Ibn Sa'id al-Magribi (2ª ed., Barcelona: Seix Barral, 1978 [la ed. 1942]).

En lo que concierne al libro de Teresa Garulo, cabe indicar que se divide en dos partes, seguidas de una amplia bibliografía y un índice de nombres propios. La primera parte está constituida por una "Introducción" en la que la erudita, a lo largo de 51 páginas, ofrece un panorama global sobre las poetas musulmanas de la Península. Lo primero que se especifica en el texto son los problemas con los que se enfrenta el investigador para realizar un trabajo de las características del que se presenta: es difícil localizar la información pertinente, determinar quiénes son ciertamente poetas y quiénes simplemente leyenda, acercarse a las posibles fechas de nacimiento y muerte de las autoras representadas, etc. Posteriormente, y en esta misma sección, Garulo expone aspectos generales de las escritoras hispanoárabes; por ejemplo, habla de la situación social de estas y sus ocupaciones, los lugares donde vivieron, los géneros poéticos que abarcaron, los temas que explotaron y la curva de evolución literaria. La segunda parte consta de las 'Biografías y poemas'' de las 34 poetas relativamente conocidas de al-Ándalus (alguna es de origen judío). Y aquí conviene destacar el importante esfuerzo de la investigadora en la elaboración, en lo que cabe, de extensos y bien documentados materiales biográficos. Por tanto, es posible decir que esta sección conforma uno de los más completos e informados estudios historiográficos, compuesto con só1idas argumentaciones y con afán de precisión, que se aprecia en a constante remisión a las fuentes de obtención de datos. Las composiciones poéticas se hallan intercaladas en las biografías respectivas y, cuando es posible, se encuentran contextualizadas y comúnmente comentadas (incluso se marca el metro y la rima). Abundan las explicaciones al pie, aunque los legos hubiéramos deseado más; sobre todo, aquellas referentes a las imágenes y simbología del mundo árabe, Para ejemplificar, veamos tres versos de un poema de Wallada bint al-Mustakfi, en los que se recrimina al amado su inclinaci6n por una esclava:

 

Sabes que soy la luna llena,

pero por mi desdicha

de Júpiter estáis enamorado

 

Aquí, el lector intuye que, contra la tradici6n occidental, Júpiter es un planeta negativo, mientras que la Luna, y más si está llena, es un elemento positivo; sin embargo, nada se nos dice al respecto, pero quizá sea mucho pedir a tan ex­celente libro, erudito "y pulcramente editado.

Pasemos ahora a la edición de María Jesús Rubiera Mata, elaborada, me parece, pensando en el gran público. Posee asimismo una "Introducción", seguida de una Bibliografía básica comentada (las notas al pie amplían mucho esta bibliografía). Vienen después dos secciones que conforman la antología; una, dedicada a la lírica tradicional, y la otra, a la poesía culta escrita por mujeres de nombre conocido. La "Introducción" es realmente buena, ya que en un cuidado resumen se nos muestran diversos aspectos de la inserción de la artista hispanoárabe en su mundo, En primer lugar, Rubiera Mata cementa la situaci6n de las mujeres en al-Ándalus, para de ahí pasar a determinar qué fue lo que les permitió a algunas escribir y que sus creaciones se conservasen. Subraya la idea de que la poesía femenina, y la permanencia de esta, de alguna u otra manera se y en condicionadas por la relación de las creadoras con el universo masculino. Igualmente, destaca la presencia de esclavas cantoras en los ambientes literarios de los hombres, lo que le sirve para. afirmar previa e interesante argumentación; que fueron fundamentalmente ellas las que transmitieron las cancioncillas populares a los poetas masculinos para, la elaboración de sus moaxajas, La explicación que nos brinda con respecto a las jarchas es bastante extensa, pero no introduce debido quizá a que disiente cuestionamientos como los lanzados en los últimos tiempos por investigadores como, entre otros, Richard Hitchcock (se limita a señalar, en una ocasión y ya no en este prólogo, la dificultad de interpretación de algunas jarchas en romance). Finalmente, la autora habla de la poesía clásica femenina, exponiendo con claridad los géneros que las escritoras cultivan en los diversos movimientos poéticos que se dieron en al-Ándalus.

En lo que se refiere a las composiciones traducidas y antologadas, una sección se dedica, como ya lo indique, a la lírica tradicional. Rubiera Mata acertadamente decide agrupar las jarchas según su contenido, que fue expuesto, y desde el punto de vista de literatura eminentemente femenina, en 1a "Introducción''. Así, tenemos canciones de requerimiento, de queja, de confidente, de ausencia, albas y nanas, Las versiones son propias, y ello debido a bien a que se difiere “ligeramente de las del maestro de arabistas [E. García Gómez], o bien porque sus versiones en calco rítmico [ ], utilísimo en sus estudios de métrica, no [ ] parecían lo más adecuado para esta antología" (38). Las jarchas van acompañadas de algunas pocas explicaciones al pie, así como de las fuentes donde asimismo se encuentran.

La última sección antologa a 21 poetas hispanoárabes conocidas. A diferencia de Garulo, que las presenta según orden alfabético, Rubiera Mata prefiere la disposici6n cronológica. La biografía que de cade una de ellas nos da es muy pequeña, y básicamente resume los datos expuestos en el Diwan de las poetisas de al-Ándalus. Pero este no era su cometido, que ya había sido realizado con toda solidez en el primer libro reseñado. Su propósito, me parece, era brindar versiones atrayentes para un público amplio. Y esto se aprecia en virtud de algunas modernizaciones, en su afán de economía, en la relativa libertad de traducción, y en la búsqueda de las palabras más bellas para revelar un sentido. Tiene algunos logros notables que, estéticamente hablando, superan otras versiones. Sin embargo, en otras ocasiones se Ie podría Júpiter de los versos de Wallada arriba anotados, se convierte en "sombrío planeta" en la versión de Rubiera, y como este hay varios casos. También la economía la lleva a eliminar palabras (rosas y azahares por "flores'') o a concentrar versos paralelos en uno solo. Y esto, quizá, alguien lo podría censurar, aunque por lo general su síntesis es muy buena. Por último, hay entre las dos investigadoras aquí reseñadas disimilitudes notorias en 10 que concierne a la interpretación de unas cuantas composiciones. Compete al arabista determinar a que se deben tales disparidades, algunas de las cuales tal vez procedan del uso de fuentes diferentes.

 

 

 

 

Lillian von Der Walde Moheno. Doctora en Literatura Hispánica por El Colegio de México. Profesora e investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores. Fue directora de la revista Signos Literarios (2006-2007) y presidenta de la Asociación Internacional de Teatro Español y Novohispano de los Siglos de Oro. (2013-2017). Codirectora de la revista Medievalia. Directora académica de la editorial Grupo Destiempos. Sus líneas de investigación se centran en la literatura medieval, retórica, poesía y teoría teatral.