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Lo divino y lo sagrado habitan la poesía. Por Ángela Gentile (Argentina)

 

 

 

 

LO DIVINO Y LO SAGRADO HABITAN LA POESÍA

Ángela Gentile (Argentina)

 

Los poetas incluidos en el libro Lumini de candele / Luces de velas dialogan con lo divino, son denominados poetas-teólogos. Los editores (Vasile D. Suciu y Carmen Bulzan) y la traductora-Carmen Bulzan- también filosóficamente se preguntan por esta denominación. Ellos son protagonistas en clave divina de una figura de intelectual no tan difundida. Los contemporáneos podrán focalizar o no en arbitrarias clasificaciones; aunque en territorios poéticos todo se universaliza.

Los debates entre filosofía y poesía son ancestrales; como así también los vínculos entre la figura del poeta y su relación con el mundo circundante.

La relación entre ambas disciplinas es una fortaleza que los poetas ponen en marcha, para enfrentar un mundo que tiende al desasosiego. He aquí como la jerarquía escolástica de las ciencias: el teólogo, imprime a la poesía una construcción estratégica basada en el conocimiento. De este modo la lectura poética aparece como una sanación del alma.

En la lectura se encuentran indicios de un sendero hacia la liturgia de la vida misma. Entonces, queda ante el lector una memoria invisible e indivisible una proyección divina en este siglo XXI.

Los poetas-teólogos dejaron sus mensajes a través de los siglos; muchas veces encriptados para los no iniciados. Aquellos como Dante Alighieri, Marsilio Ficino, Fray Luis de León o Ernesto Cardenal cumplieron la misión de alfabetizar el alma.

Estos 21 poetas reúnen la Trinidad simbólica del dos más el 1; un indicio más que nos lleva como lectores a buscar cuáles son los caminos propuestos.

 

 

Sandu Gabriel Constantin

 

Sus poemas se acercan a la oralidad, de manera sutil y perfecta. No deja espacio para retroceder en el camino de la lectura; sino que indica avanzar junto a la diafanidad del día, de la luz.

 

(…)

La dulce Liturgia fluye

Con la fuente de la santidad

Y el canto dorado huye,

Llena los vacíos con claridad.

(…)

 

Las enunciaciones predominan entre las líneas y no basta compartir la razón. Su modalidad expresiva intenta que el hombre se detenga a sentir y lo interpela para dejarlo en el umbral de la reflexión.

 

(…)

Tener un corazón humilde

Cómo es el agua cruda (…)

(…)

-¿Qué le haremos, hombre, hermano?

 

 

Theodor Damian

 

Un poeta transita como un peregrino el alma y desde allí construye, pone en versos aquello no dicho, aquello que se debe construir junto al alma del otro. No hay respuestas en sus poemas, hay una búsqueda para encontrar el verbo:  (…) el desierto se mide en silencios/y la eternidad en palabras.

 

(…)

La palabra que escuchas

y lees

pronunciado al principio de la historia

qué mal que la historia empieza

con la gran caída

la palabra por la que estás

la única forma que pasa

sobre cualquier abismo

incluso el abismo de la muerte

y conduce a la Resurrección (…)

 

 

Ioachim Giosanu

 

El Paraíso está dentro de aquel que puede vivir en estado de beatitud; para ello el despojarse de todo servilismo material es necesario enderezar la nave hacia el locus, donde solo ingresarán los puros: “Todos los santos de nuestro país, incluso los sin nombre”

 

(…)

Les llama por nombre, los ama a todos,

los escucha siempre orar.

En ellos conozca su rostro eterno

de su alma brotar (…)

 

 

Dan Dumitru Gîrjoabă

 

Convoca a sus líneas lo cósmico y lo terrenal; las musas como inspiración y la naturaleza como hábitat, para el hombre que deberá sorprenderse y aceptarse para alcanzar reunirse en el camino: Mi cuerpo hecho de barro...  porque late allí algo que dice en dos líneas: El sonido antiguo/no se ha calmado.

 

(…)

Y el hombre, aún hombre, un barro de anhelo y pasiones, además

Se sienta en la galería de la vida, mirador de discusión,

Una estrella que, en el cielo, ya no tendrá lágrimas

Puede tener otro invierno, motivo de salvación (…)

 

 

Iordache Grecu

(Pseudonim / Seudónimo Ignatie Grecu)

 

Transitar parece sostener el poeta en sus versos, es ir a la búsqueda de lo ancestral y lo divino. Su camino simbolista y su necesidad de encontrarse lo llevan hacia la orilla deseada con la actitud del peregrino: Humilde para ser como la hierba/esperando en silencio (…)

 

(…)

El mar del alma profundamente tumultuoso

Recoge grandes olas de emoción hasta la cima (…)

 

Es la existencia lo que hace al hombre deambular para reunir su esencia:

Si me preguntas quién soy,

¿Qué puedo decirte,

Yo, ¿el insignificante? (…)

 

 

Constantin Hrehor

 

¿El mundo es una distopía? ¿Se ha consolidado como tal?  Aquí la encrucijada ya no es precedida por la Hécate mitológica. Aquí la siembra el hombre en su transitar y la cosecha el poeta que reflexiona sobre la no-palabra, sobre la ausencia y el vacío.

 

(…)

con cada fila el yo pierde

la identidad beatificada bajo el colapso

de los idiomas no hablados (...)

 

Otro interrogante sobrevuela los poemas: —¿Hacia dónde vamos sin lenguaje? Y aparece el calígrafo para advertir desde su oscuridad: ¿qué puede hacer la biblioteca frente a la muerte? / ¿qué puede hacer la muerte frente a la biblioteca?

 

(…)

de todos los libros del mundo

lágrimas fluyen

sólo del libro de los libros

fluye sangre

 

 

Dumitru Ichim

 

Nuevamente el verbo se convierte en búsqueda incansablemente, hace de la poesía un refugio, un lugar perfecto. La desazón invade pero la esperanza respira entre líneas. El poeta escribe y no rinde su pluma ante el caos y la convierte en epifanía:

 

Primero

las vocales aclararon el silencio,

hasta todas las palabras

han adquirido altura extranjera,

tan azul,

que, entre ellos, los manzanos

habían aprendido el sabor de la floración

vuelo bañado por la luz.(…)

 

 

Nicolae Jinga

 

Me extingue en silencio dice el poeta y nos presenta el dolor como reflexión. Hay un transitar penoso pero poético; hay un respirar en cada línea que va dejando una estela que confirma en su último poema:

 

(…)

Dentro de mí

es un trueno

hacia los bordes del borde de Arriba.

 

(…)

y de las cálidas palmas tamizar sobre el mundo

esta amarga ceniza de letras.

 

 

Marcel Miron

 

La enumeración parte del dolor de los soldados que caen despojados, de los niños que recrean espacios, de los poetas, de los sacerdotes; es decir de la Humanidad: nosotros. Un cristal donde se reflejan nuestras actitudes en todas las escalas de valores; y de ese modo, nos deja abierto el camino hacia la reflexión:

 

(…)

Los escritores

calentarse con valles de luz

y caminan descalzos

en los senderos de la crítica

pavimentados con astillas de cristal.(…)

El dromos  es precisamente  afianzar la lealtad del espíritu y la poesía en su estado más puro puede acortar el camino:

(…)

El des petrificación

y la floración

vida misteriosa

del poeta.

 

 

Iuliu-Marius Morariu

 

He puesto a la búsqueda fin,/En mí primero y en los de alrededor. Llegar a la conclusión de lo realizado, no es abandono, es encuentro.

¿Quién está unido a la esencia? El poeta que recurre al principio porque sabe que allí nada se separa:

 

(…)

En las noches negras cuando la luna,

Su sonriso brillante

Lo escondí en el abismo de la cuna

Del vacío inmanente, (…)

 

(…)

Él la deja a bajar

Por encima de su letra.

 

 

Augustin Florian Motoc

(Pseudonim / Seudónimo Augustin Florian)

 

El poeta nos habla de transfiguración, sin mencionarla. Que vean la luz como en Tabor. ¿Dónde encontrar esa luz? En el canto de un salmo o en Bendición desde el altar.

 

(…)

No tengo sombra, ni nombre,

Sombra de ramo no tengo.

(…)

 

 Ese mismo hombre se aferra a viaje y atraviesa las tinieblas:

 

(…)

Pecados del viento y del agua

Golpean en el barco amado,

Rompen los lienzos y lo entierra en el agua

En el fondo y por nadie encontrado...

 

 

Sever Negrescu –Negrești

 

La religiosidad atraviesa esta poesía, el hombre regresa al origen, continua desafiando la oscuridad:

 

durante el apocalipsis

entre todos los vivos

tu sola figura

de un universo figurativo

había resucitado (…)

 

La esperanza transita los versos de manera desafiante para que el ser humano respira con tranquilidad y crea en la luz:

 

(…)

el sol tomó tus ojos

para verlo a Dios por la noche

la luna tomó tu olor

para borrachearse el día

con la flor de albahaca

las manos los pies el cabello

los han divido las estrellas

(…)

 

 

Mircea Lucian Nincu

 

Arranca las hojas de tus manos/ y que caigan en las tumbas. No hay sitio para alojar la Eternidad, en ese lugar en el que descansarán pájaros prometidos.

Poesía con aroma a salvación, rodeada de imágenes que remiten sinestesias donde los sentidos afloran para acompañar el silencio:

 

(…)

Estaba llena de iglesias, muchas iglesias.

En el caldero yo era el más ardiente y más caliente brasa.

Olía el incienso a lirio.

¡El perfume más limpio que puedo imaginar! (…)

 

(…)

Velas de cera negra estaban encendidas.

Me estaba haciendo viejo escuchando el anochecer.

 

Solo es una estación donde Los horizontes, como unas ventanas cerradas,

callan y esperan la luz.

 

 

Cornel Paiu

 

El ritmo de las anáforas forma la musicalidad que acompaña la lectura:

 

(…)

no importa cuán fuerte sople el viento

no importa cuánto rompería el raudal las orillas

no importa cuánto mordería de mi carne (…)

 

El poeta es música en las reverberaciones de las grandes campanas.

¿Será el alma música? ¿Será la música la luz del alma? Es una propuesta abierta y bienhechora, un refugio.

 

(…)

una botella de agua no iniciada

para el ángel bueno de más allá del mundo

para el alma que me espera en la eternidad

bondadosa y paciente.

 

Poesía de instante, de encuentro y recuerdos.

 

 

Ioan Petraș

 

Lo sagrado en el recorrido de los símbolos para construir la liturgia, aromas y sabores son la arquitectura de sus palabras, la fortaleza desde donde dialoga:

 

(…)

un Pan sagrado

que lo escondes en un Cáliz

como a un vestido,

para no quedarte extranjera y desnuda

querubín-criatura.

 

Un poeta deambula y en su recorrido permite que la verdad se instale en su sangre:

¿Quién eres TÚ,

gorrión de la Eternidad

al lado de la Verdad escondida

en las semillas de mi Lagrima?

(…)

¿Quién soy YO,

albahaca olvidada en los brazos de la Eternidad?

 

 

Ionel Rusu

 

Los caminos infinitos de la fe llevan al poeta a detenerse para poder fundirse en su mística:

 

(…)

La luz de las candelas y de las oraciones

Destierra misteriosamente las imaginaciones,

Y Cristo del cielo desciende por el libro en mí,

Con luz suave.

(…)

 

Lo bucólico se transforma entonces en necesidad, en pilar indestructible para avanzar hacia en el encuentro con lo divino:

 

(…)

Los aromas fluyen del paraíso,

La campana llama a los antepasados de casa, en la iglesia,

Para cantar en los pensamientos de los de hoy,

Como un enjambre estelar descendido de la Vía Láctea (…)

 

 

Călin Sămărghiţan

 

De alguna manera la alta inspiración es producto de las lecturas. La palabra poética dibuja espacios, pero se pronuncia reflexiva y comprometida, un modo de sumergirse en aguas bautismales:

 

(…)

 En el borde-de-la-piedra-de-la-ex-fuente

la-sed-se-seca-al-sol (…)

 

Asciende aquello que ilumina, busca el cosmos como el territorio de Dios.

 

(…)

El incienso sube lentamente

como si fuera tímido,

aumentando la niebla del amanecer (…)

 

 

Stelian Spînu

 

Me encontrarás en el invierno en trineos oxidados. Lo que se aguarda con serenidad y convicción permanece, no se detiene, late. La poesía encuentra reposo entre los versos y el poeta se permite la espera:

 

(…)

Si viniera en otoño, por lluvias pintadas en arte lindo,

Me convertiría en hoja, como en un gesto humil,

Serás romántico, seguro, lo pondrás en un libro

Para tenerla, con misericordia, a Tu lado, febril.(…)

 

 

Vasile D. Suciu

(Pseudonim / Seudónimo Vasile Derunc)

 

Pero nunca he sido solo, / Dios fue conmigo siempre. La idea absoluta del encuentro inicial, la persistencia de saberse creado:

(…)

y en cada una se ve la mano de Dios (…)

 

Detenerse para respirar profundo y seguir en el viaje poético-religioso:

 

(…)

La estrella guiadora conduce mis pasos

de Fe, de Esperanza y de Amor

hacia la Reunión Suprema

por lo que vale la pena

nacerte, vivirte, morirte,

para salir, volverte, encontrarte a ti mismo...

(…)

 

 

Clara Georgeta Tîrcă

 

Tu silencio/llora nuestros silencios. La voz femenina ingresa a la mística no del vacío ni de la Nada sino de aquello que se puede escuchar aun en los abismos, del anhelado encuentro con el ser:

 

(…)

Llueve con duda

y fuga,

con puertas cerradas

en el infierno...

la Resurrección

nos llueve...

 

Lo existencial es parte de la corteza humana pero aquello que se pliega sobre el corazón no tiene espacio ni tiempo.

 

 

Mihalache Tudorică

 

El itinerario fue el viaje hacia uno mismo. Aquí la síntesis tenía que llegar allí/

Sea/ como la humildad de una noche.

 

La poesía lo alcanzó cuando estaba Junto con la luz.  Nos habla desde la realidad cotidiana para que los sentidos despierten en el tiempo justo, a pesar de la lluvia que purifica y limpia heridas:

 

(…)

No grites.

Nadie te escucha.

Como si

los muros estarían muertos,

si no así

siempre lo han sido.

 

 

Un recorrido mínimo por la literatura de estos poetas-teólogos que despliegan su escritura desde la expresión de sus almas creadoras, nos acercan al encuentro con nuestra maravillosa esencia, así como dolores y angustias recorren los versos procurando mostrar la belleza de la Creación. Los autores revelan sus preocupaciones humanas y también espirituales. Nos quedan interrogantes como si es posible repensarnos como seres vivientes, como seres que van por el sendero de entender la revelación.

Veintiún poetas que han compartido como el pan, el concepto de fide qua.

 

 

 

Ángela Gentile nació en Berisso. Argentina. Prof de lengua y literatura española e italiana. Becaria Universidad de Perugia. Integró el centro de estudios italianos (UNLP) Premio Nacional de Literatura –Ministerio de Educación y justicia de La Nación (Bienal 1985-1987). Premio "Pregonero" Feria Internacional del libro 2009.  Asociación Mundial Amigos de Nikos Katzantzakis, Suiza, 2020. Dámaso Alonso 2020-Academia Hispanoamericana de letras, Madrid. Ciudadana ilustre de  Berisso. Publicó: Escenografías (Edit, Fénix), Cantos de la Etruria (Edit Fénix) Los pies de Ulises (Edit, Ocelotos, Atenas, Grecia) Voces Olvidadas (Edit. Del Árbol, Auspiciado por la UNESCO; Bizancio (Editorial Vinciguerra) Palabras originarias (Editorial Mandioca); Ocho Centurias ( Univ.Salamanca 2018).Palabras, la voz de las mujeres indígenas (Editorial Hudson, 2020); Madras (editado en español, Mago editores, Chile 2019, en portugués Edit Labirinto, Lisboa 2020; en francés, París, Edit. L´Hammartan 2021) .Incluida en la colección Juan Gelman de poesía argentina del Ministerio de la Nación.