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Llegarán suaves lluvias, de Sara Teasdale y Paisaje de invierno, de John Berryman, por Lucas Margarit

 

 

Llegarán suaves lluvias (antología) de Sara Teasdale

(trad. de Juan Carlos Villavicencio), Santiago de Chile, Descontexto, 2018.

 

Paisaje de invierno (antología)  de John Berryman,

(trad. de Armando Roa Vial) Santiago de Chile, Descontexto, 2018.

 

 

Por Lucas Margarit

 

Tenemos en el escritorio dos libros que son dos antologías publicadas en Santiago de Chile. La editorial Descontexto ya había presentado en nuestro medio una de Georg Trakl (trad. de Juan Carlos Villavicencio) y otra de Ezra Pound (trad. por Armando Roa Vial), entre otros tantos libros y ediciones muy cuidadas de poesía. En esta ocasión se trata de dos nuevas antologías de poetas estadounidenses del siglo XX realizadas por los mismos traductores que recién señalamos. La primera poeta, quizá menos recordada, fue una escritora activa durante los inicios de ese siglo, rodeada por las vanguardias y el modernismo en lengua inglesa, pero notoriamente apartada de dichos experimentos con la palabra.

Sara Teasdale (1884-1933) es una poeta cuya producción entra en tensión entre los últimos alientos de poéticas del siglo XIX y la sensibilidad del XX, incluso en sus libros publicados en la primera década de 1900 se destaca por buscar un tono de quietud, quizá más cercano a la pradera o a la subjetividad posromántica, sin embargo, pese a ese detenimiento, la presencia de la voz poética se planta frente al mundo que observa. Una voz que es conciente de su cuerpo y de la experiencia del cuerpo, de la serenidad y de la guerra, de lo que se dice y lo que se debe decir. Su poesía revela una intrepidez que interroga incluso su propio lugar como poeta.

El libro también despliega una mirada que continúa con algunos parámetros de la lírica amorosa y desenvuelve una voz poética que liga y religa la experiencia de la relación amorosa y erótica a la muerte. Uno de los aspecto más destacados de su poesía es la imaginación poética que va lanzando verso a verso para crear imágenes y poder desplegar así una sensibilidad particular. Asimismo, muchos poemas en este marco de sensibilidad se asumen como interrogaciones acerca de la naturaleza de la palabra y de la canción.

El inicio de la producción poética de Teasdale es, quizás, más conservador ya que se regirá por formas más tradicionales que comienzan a desarmarse en su libro Helen of Troy  and other Poems [Helena de Troya y otros poemas] de 1915. Creemos que este libro es un punto de inflexión necesario donde la voz de la poeta comienza a perfilar una autonomía y una personalidad destacada. Leamos los primeros versos de “Silencio”:

 

Nos quedamos sin hambre luego de la soledad,

profunda y pura quietud de toda habla o sonido,

suave tranquilidad cernida sobre estanques profundos,

los silencios que en el desierto incuban

por encima de la quietud sin viento de mares vacíos […]

 

Palabras que se enmarcan en una lírica determinada por una experiencia y que empiezan a construir una serie de imágenes, verso a verso, como un paisaje desgarrado que la voz resume en su propia necesidad de quietud y de observación. En otro poema perteneciente a un libro posterior,  Flame and Shadow [Llama y sombra] de 1920, podemos ver que repite, quizá con insistencia, la pregunta o la inquietud por su propia palabra, instancia más que necesaria en ese espacio intermedio que ocupa esta poeta entre el pasado y la modernidad: el título del poema es “In the End” [En el final] y dice la primera estrofa:

 

Todo lo que no puede ser dicho,

todo lo que no se puede hacer,

nos espera hacia el final

en algún lugar detrás del sol.

 

Ya se evidencia lo que no puede ser dicho. Lo que debe permanecer en el límite entre la palabra y el mundo percibido. Lo que no se puede decir acaso ¿puede ser modificado? Las imágenes nuevamene recuperan esa experiencia de la diferencia y responden una iconografía particular que recupera Teasdale en el momento de enumerar la naturaleza o, mejor aún, su imagen de esa naturaleza. Casi todos sus poemas remiten a ese paisaje necesario con el que construye su propia memoria y con el que de manera sutil recompone su propia voz de poeta. Tal como señala en el poema “On the Sussex Downs” [En las colinas de Sussex] donde luego de presentarnos una serie de imágenes y comparaciones establece nuevamente su propia voz: “no era tierra, no era cielo / fui yo misma quien cantó dentro de mí.”

La selección de los poemas de este libro permiten recorrer la voz de esta poeta y leer las mutaciones que va sufriendo para luego observar cómo se fue asentando en un verso cada vez más arriesgado y cada vez más sugerente. Las versiones de Juan Carlos Villavicencio de los poemas de esta antología permanecen bastante cerca del original, recuperando ciertos matices melancólicos que tiene la poesía de esta poeta, ciñéndose al sentido de los poemas más que a la forma, lo que, sin embargo, permite destacar y ser fiel a una poética de la lírica que es innegable en la obra de esta poeta.

Es de destacar la recuperación de esta voz poética y la necesidad de mostrar en este tipo de ediciones la aún presente lírica de una poeta que presenta la imagen y la melancolía como un modo de apropiarse de la naturaleza que la rodea y poder cada vez moldear un sentimiento particular del mundo y de la relación amorosa y silenciosa de la mirada. Como dato interesante, su obra recibió dos premios, el primero, el premio de poesía de la Universidad de Columbia, el otro: Premio de la Sociedad de Poesía de América, ambos por su libro Love Songs publicado en 1917. El 29 de enero de 1933, Sara Teasdale se suicidó con sobredosis de somníferos.

El otro libro que queríamos comentar en este espacio es de un poeta quizá más conocido por la cercanía en el tiempo a nosotros o quizá por haber tenido bastante más difusión en nuestro medio: John Berryman (1914-1972). En este caso, la edición y la traducción pertenecen a un avezado traductor de poesía en lengua inglesa, Armando Roa Vial. Esta antología también -como la anterior-, permite por la elección desplegar la poética particular del poeta y nos permite leer el modo en que su obra se asienta sobre recursos y formas poéticas. El recorrido de estos poemas se extiende entre los años 1948 y 1977. Gana en 1964 el premio Pulitzer de poesía por su libro 77 Dream Songs, uno de sus libros centrales en su producción.

La obra de Berryman nos muestra el entrecruzamiento de registros que van desde la sofisticación a un lenguaje callejero y popular, una forma compleja donde convive con formas más coloquiales. Esta superposición de incursiones en distintos ámbitos hacen de su poesía una especie palimpsesto donde una voz expone su vida diaria, sus experiencias inmediatas y sus inacabables lecturas. En “Parting as Descent” [Despedida como descenso] el pasaje del paisaje urbano de una estación de tren de golpe insinúa un descenso a un infierno particular que tiene resonancias a la Commedia de Dante gracias a la referencia al canto XIX del Inferno en la última estrofa que hace referencia al sufrimiento.

La parte central de este libro está centrada en The Dream Songs de 1969, donde se recoge una serie importante de estos poemas para luego dar paso a Love & Fame [Amor & fama] de 1970. El libro de 1969, quizá el más importante y extenso de su producción, es también uno de los más complejos por esa variedad de registros que comentábamos recién, con un personaje, Henry, que recorre todo el poemario y que funciona por un lado como un eje organizador, pero al mismo tiempo como una línea de fuga. La serie de poemas es como una extensa expansión continua, como un mapa que se despliega cada vez una vez más.

La poética de Berryman se nutre al comienzo de su producción de la lectura de la obra poética de William Butler Yeats. Él mismo lo reconoce en varios reportajes y escritos. Sin dudas, y queremos rescatar esta posición, trata de escapar del enorme peso que representaban T.S. Eliot y Ezra Pound en la poesía de habla inglesa. Pese a ello, Berryman encuentra una voz personal. En The Dream Songs Berryman encuentra su voz por momentos alucinada, otros eufórica para pasar a cierta tristeza y nostalgia para cambiar nuevamente a una desmesura fascinante. Es Berryman una de las voces más sugerente de la poesía norteamericana del siglo pasado. El número 279 de este conjunto dice:

 

“Dejando atrás el país de los muertos

donde habrá de volver & morir

enfila su rostro cansado rumbo al Este,

allí donde el sol apresura el paso al Atlántico Norte

y donde se ha detenido un poco su guerra por subsistir

& donde la guerra por una posición en la sociedad ha cesado”

 

Las versiones de Roa Vial son sinceras y recuperan los tonos de los poemas de Berryman. Por otra parte, son un gran aporte también para el encuentro del lector hispanohablante con este poeta, imprescindible de una literatura que está poblada de versos fundamentales.

Cabe destacar que estas dos publicaciones de Descontexto que comentamos son cuidadas y esmeradas, responden a un diseño editorial que llevan al lector a una relación fluida con la materialidad del libro y, claro está, con los poemas elegidos para cada una de estas antologías.

Lucas Margarit (Buenos Aires, 1966) es Doctor en Letras por la Universidad de Buenos Aires, su tesis de doctorado trató acerca de la poesía de Samuel Beckett. Ha realizado su post-doctorado sobre la traducción y la autotraducción en la poesía de este mismo autor. Es poeta y profesor e investigador en la Universidad de Buenos Aires. Ha colaborado con numerosas publicaciones y dictó cursos, seminarios y conferencias tanto en Argentina como en el exterior. Publicó los siguientes libros de poesía, Círculos y piedrasLazlo y AlvisEl libro de los elementos y Bernat Metge, los de ensayo Samuel Beckett. Las huellas en el vacío, Leer a Shakespeare: notas sobre la ambigüedad. Ha traducido obras de William Shakespeare, Margaret Cavendish, Sir Philip Sidney, Henry Neville, W. H. Auden, Samuel Beckett, entre otros autores. Asimismo, ha publicado y editado con el grupo de investigación que dirige tres tomos de textos utópicos ingleses (dos volúmenes con textos del siglo XVII y un tercer volumen con Utopías del siglo XVIII). En este momento está terminando de editar una compilación de Poéticas Inglesas del Renacimiento y dirige un proyecto de investigación “Ruinas, vestigios, restos: hacia una definición de una estética de la degradación en la literatura y cultura inglesas”. Es director de la revista Beckettiana (UBA) y miembro del comité académico de las revistas, Buenos Aires Poetry, Estudio Teatro (Lima), Escenológicas (Polonia), entre otras. Es miembro de la Samuel Beckett Society y de la Asociación Argentina de Teatro Comparado. Sus poemas han sido traducidos al inglés, al portugués y al italiano. Está preparando dos libros de poemas que pueden ser uno: Brevissimo tratado sobre el asombro y Telesio.

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