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Academia Universalis Poetarum. Una escuela de la vida poética. Por Carmen Bulzan

 

 

Fotografía: Académico Constantin Barbu,  el presidente de la ACADEMIA UNIVERSALIS POETARUM, (centro­­­­), a su izquierda, Académico Teodosie Petrescu, presidente de la Academia Tomitana  y otros poetas del mundo, en la estatua de Mihai Eminescu, Dervent, iunio de 2023.

 

 

 

 

Academia Universalis Poetarum. Una escuela de la vida poética

 

Carmen Bulzan

 

El gran filósofo rumano, Constantin Noica, soñaba con crear una escuela donde no se enseñará nada, sino sólo estados de ánimo. Una escuela para la que había encontrado un lema, en palabras de Léon Bloy: ”No se sabe quién da y quién recibe”.

Este pensamiento me vino a la mente después de lo que sucedió en Tomis, entre el 21 de junio y el 1 de julio de 2023. Me parece que el sueño de Constantin Noica fue encarnado por su propio discípulo, el filósofo-poeta Constantin Barbu, el mentor de la Escuela de hoy, sobre el cual el Maestro escribió en 1981: ”Constantin Barbu – excepcionalmente dotado para obras de erudición e historia literaria”, colocándolo a la cabeza de ”los 22” jóvenes genios de Rumania.

Poetas de los cinco continentes vinieron a Constanza para vivir poéticamente. E incluso si no se enseñó nada, no se impartieron lecciones, esta Escuela de Alta Poesía, la Academia, tiene principios, formulados por el Maestro de ayer, enriquecidos por el mentor de hoy. Me permito colocarlos en una serie de verbos, tal como los percibí, allí, en el lugar del acto, principios que emergen de las manifestaciones que tuvieron lugar:

1.- Sentir libremente, poéticamente, alrededor, independientemente de las formas de manifestación: en la naturaleza, la naturaleza humana. Los paseos itinerantes por Tomis, el viaje en barco por el lago Siutghiol, las peregrinaciones a monasterios, las recitaciones de poemas dedicados a Ovidio, en la estatua en la Plaza Ovidiu en Constanza y en el anfiteatro romano en Ovidiu, los poemas de Mihai Eminescu, recitados y cantados por el coro Armonia en el busto del poeta Mihai Eminescu en el Monasterio de Dervent, o las recitaciones de la propia creación lírica de cada poeta eran manifestaciones al aire libre de un espíritu libre. El sentimiento poético alcanzó altos niveles en el espectáculo de música y poesía Desde Ovidio hasta Eminescu, interpretado por el actor Emil Boroghina de Craiova.

2.- Pensar vívidamente la memoria del poeta exiliado Ovidio, el presente y el futuro del Mar Negro, el pensamiento único captado en manuscritos en el Taller de Escritura Creativa (coordinado por Luis Cruz-Villalobos y Fernando Salazar Torres), como un ejercicio que despertó nuestra imaginación y desafió nuestro pensamiento poético. El resultado fue un poema común y único, como el pensamiento de todos en Uno, porque cada línea individual se convirtió en un todo, un poema colectivo. Así como el mentor de esta Escuela Superior poseía el todo y conocía el valor poético de las partes.

3.- Romper la continuidad a través de búsquedas incesantes de la forma de expresión de las emociones, los estados de ánimo. Inspirada por el Espíritu Santo, la criatura convertida en creadora expresaba en verso libre, elegía, cuarteta, lira, soneto y otras formas líricas, un sentido de empatía con el poeta exiliado. Y si algunos vieron en el exilio una constante de la vida (Jovanka Božiċ, Carlos Velásquez Torres), otros, a partir de un verso latino de Ovidio, trajeron la experiencia del poeta al presente (Guillermo Eduardo Pilίa), o tradujeron en prosa poética la idea de un verso ovidiano (Luis Cruz-Villalobos). Fernando Salazar Torres imaginó un diálogo con Ovidio, en el que nos habla, también del amor, pero desde el Más Allá; Ángela Gentile usa como hablante lirico Ovidio (Soy Ovidio) y Carlos Aguasaco nos dijo claramente: ”¡Todos somos Ovidio!” Romper con el pasado significa salir del pasado, pero con él, para seguir adelante. Milenios de pasado poético descansan sobre milenios de futuro poético a través de la calidad de los poetas-profetas como „testigos que recordaban el futuro” (Léon Bloy).

4.- Hablar poéticamente, no importa en qué idioma, la convivencia (sentir y pensar juntos) restauró el estado antes de la Torre de Babel, porque las diferencias no crearon malentendidos, ya que a través del lenguaje no verbal, el lenguaje corporal (mímicas, gestos), a través del lenguaje de la emoción se transmitió un estado poético que no necesitaba traducción. El lenguaje de la emoción es universal, porque un gesto, una mirada, la tonalidad de la voz están por encima de las palabras. Todo esto creó la atmósfera de un estado de espíritu de comunión, uniendo a las personas, convirtiéndose en ”parientes” en la poesía. Y, sin embargo, un estado especial de expresión poética, disfrutado por todos los poetas presentes, fue cuando después de recitar Bogdan Cuza el poema ”Ce suflet trist ...” de Mihai Eminescu, sentí la necesidad de recitarlo en español („Que alma triste...”). Más allá de comprender el mensaje, los poetas sintieron no sólo la musicalidad de la poesía de Eminescu, sino también de las lenguas hermanas, el rumano y el español, de la misma madre, el latín, pero especialmente entendieron lo que significa la excelencia de la traducción cuando se respetan la rima y el ritmo, de preguntarse ¿en qué idioma se escribió el poema? Sí, la poesía es música, y la sensibilidad musical resuena con la sensibilidad poética. Tal vez por eso la buena poesía no necesita traducción.

5.- Hacer deporte de alma para mantener la condición física en buenas condiciones. Y el ejercicio de escribir poesía puede ser una... gimnasia sentimental (parafraseando el título de una obra teatral del poeta Vasile Voiculescu). Y las formas de deporte fueron elegidas por cada uno: desde contemplar un amanecer o/y un atardecer en las playas del Mar Negro, hasta soñar bajo las estrellas de la Osa Menor...

6.- Experimentar el sentimiento metafísico, un sentimiento tan vívido que cada uno se veía a sí mismo en el otro. Y podría dar numerosos ejemplos, pero uno persiste en mí: el estado de verme en Carlos Aguasaco cuando, en su presentación, recordé en el atril del auditorio, frente a mis estudiantes en un diálogo lleno de brío en el que las ideas lanzadas provocaron otras ideas en una tormenta en el cerebro que envolvió todo mi ser. Y no sólo yo sentí esto, sino también Jovanka Božiċ de Serbia, profesora también como yo, que dijo lo mismo: que se veía a sí misma (de ayer) en el otro (de hoy), como es, un hombre que arde, sin cenizas vanas, junto a sus compañeros en un estado de combustión interna que llena y conserva. El ser de todos se hizo pleno, una satisfacción en la amistad. Incluso cuando llegó la separación y la distancia se estableció entre nosotros, seguimos siendo amigos porque nos hemos encontrado. Esto era quizás lo más importante: que cada uno se ha encontrado con el otro, que se conoció a sí mismo a través del otro.

7.- Vivir en un mundo real. Y este es el mundo de la Poesía que permanece cerrado en el sentido de que abarca todo: tanto la alegría y la melancolía, como la plenitud y el descanso, pero se abre a aquellos que viven libremente y disfrutan de la vida como de un don divino, hacen de la poesía un modus vivendi. La poesía nos rodea, nos fue dada por el Poeta de los poetas que, a través de la Palabra poética, nos dio no solo la sabia Enseñanza, sino también el estado de ánimo para asimilarla y perpetuarla. Todo lo que tenemos que hacer es prestar atención a nuestro entorno y atrapar en el poema, pasando cada uno por el filtro de su emoción, el estado que no es fugaz, sino duradero, perpetuarse en la memoria, pero también a través de la repetición.

En conclusión, la Academia Universalis Poetarum comenzó a convertirse en una Escuela de Alta Poesía, como unidad de espíritu: de sentir el pensamiento y de pensar el sentimiento, de su encarnación a través de la Palabra poética que purifica y eleva.

A través de los dos mitos: el mito de la Palabra poética y el mito del Poeta exiliado, la Academia ya cumple un desiderátum: la reconciliación con el mundo, con los que están exiliados en su propio país, con los que por autosalvación se exilian en la memoria o en la imaginación, en el recuerdo o en el sueño, con los que vienen y se van, como las olas del mar de poesía visitadas desde la orilla, de lo largo o de lo profundo.

La vida poética, como una totalidad de cada Instante, como llegar a ser, ocurrió en acto y como reconocimiento de los vacíos que teníamos hasta ahora y que llenamos ya sea con un verso recuperado de una epístola ovidiana descubierta a través de archivos por el Señor Barbu, o con las nuevas amistades, que parecían extrañarnos, con: Teodosie Petrescu, el predicador de la Palabra Poética; Constantin Barbu, el buscador de la Poesía de la vida pasada a través de los archivos del mundo; Guillermo Eduardo Pilia y Ángela Gentile (Argentina); la hermosa pareja chilena Luis y Soledad Cruz-Villalobos; la familia Dinos Koubatis de Grecia; Massimiliano Massa de Italia; los dos colombianos: Carlos Aguasaco y Carlos Velásquez Torres, que ahora viven en Nueva York; Cheikh Tidiane Gaye de Senegal; Jovanka Božiċ de Serbia; Jale Ismail de Azerbaidjan; los siete mongoles que viven verdaderamente una vida poética; y Carmen Peregrina, poetisa no sólo por el nombre que lo/la lleva, todos poetas en la palabra edificante de los valores humanos perennes, con los que sólo ahora se ha cumplido el ser de la amistad...

Viviendo de forma poética diariamente, uno al lado del otro, completándonos mutuamente a través de lo que la alteridad añadía al estado de ánimo creado, nos sentíamos relacionados en la gran familia de la Poesía y seres realizados en la totalidad de cada Instante, preguntando la diversidad en la homogeneidad de la Eternidad.

Al igual que en la Academia de Platón, la Filosofía era de un tipo alto, en la Academia de Barbu, la Poesía es de un alto nivel académico.

Se necesitó un mentor que llevara un nombre: CONSTANTIN BARBU, y se necesitó también una primera reunión para que la Escuela del desarrollo en el Ser poético se fundara y llevara un nombre: ACADEMIA UNIVERSALIS POETARUM.

VIVAT, CRESCAT, FLOREAT FAMA!

8-9 de agosto de 2023

Carmen Peregrina

Constantin Barbu, nacido en 1954 (Rumania). Graduado de la Facultad de Filología de la Universidad de Craiova (1974-1978), con una beca del Gobierno francés en 1977, en la Universidad de Grenoble. Publicó su primer artículo en la revista rumana Ramuri (1975), luego publicó (1976) en la revista de la Universidad de Craiova el ensayo Luceafărul y Bhagavad-Gita. Este ensayo atrae la atención de Constantin Noica, el más grande filósofo rumano quien escribe: "Constantin Barbu – excepcionalmente dotado para obras de erudición e historia literaria" (1981). Noica lo coloca a la cabeza de ”los 22" jóvenes genios de Rumania. Publica su primer libro, La declaración esencial. Ensayo sobre la memoria del Ser,  la Editorial Scrisul Românesc (1985), prefacio de Marin Sorescu.  Ha publicado más de 40 libros de poemas: La ilusión real, Las elegías de la ausencia, Versiones del vacío, El lenguaje destruido, Libro sobre la soledad, la locura y la muerte. Iluminaciones oscuras Auto-Transcripciones; Desolación en el vacío, La autoversión del verso en el vacío, La novia supercera, Experiencias mentales, El libro soy etc., y más de 35 libros de ensayos, imprimiendo libros originales de Cioran, Noica, Eliade. Sus libros se encuentran en las grandes bibliotecas del mundo, siendo traducidos en: italiano, francés, sueco, inglés, español. Fue editor jefe de la Editorial Scrisul Românesc, 1990-1991, profesor universitario en la Universidad Ovidius, Constanța, 1991-1992, director, subdirector (desde 2011 hasta ahora) del Instituto de Historia y Estudios Cantemirianos, Universidad Cristiana ”Dimitrie Cantemir” de Bucarest. Es el presidente de la Academia Europea "Dimitrie Cantemir". Es miembro de pleno derecho de ACADÉMIE EUROPÉENNE DES SCIENCES, DES ARTS ET LETTRES, París, desde 2020, miembro socio de la ACADEMIA HISPANOAMERICANA DE BUENAS LETRAS de Madrid, desde 2023, y de otras academias del mundo. En 1991 recibió, en Bruselas, de la Fundación Maurice Carême, un premio internacional por el ensayo L'UniVers et le Vers, el Premio de Poesía de AESAL, París, 2020 y el Reconocimiento del Fondo de Cultura Económica de México (2023), para el libro Las diez elegias que acaban con la poesía, libro considerado de interés universal para los poetas de siglo XXI de The Americas Poetry Festival of New York (2023).  Es Doctor Honoris Causa de la Universidad de Kiev.

 

 

 

 

Carmen Bulzan (Drobeta-Turnu Severin, Rumania, n. 1953). Licenciada en Filosofía en la Universidad de Bucarest (1972-1976). Catedrática y doctora en sociología, participo a los seminarios organizados por CIFEDHOP Geneva (Suiza) y ha obtenido becas en los programas: Arion, Comenius, Erasmus, Youth, de la Unión Europea, también en programas de Consejo de Europa en: España, Portugal, Francia, Alemania, Hungaria. Poeta, ensayista, traductora de/al español, portugués, miembro de la Unión de Escritores de Rumanía y miembro de la Unión de Escritores Rio de Janeiro, Brasil. En su obra literaria encuentran: ensayos, diarios (español, catalán, compostelano, jordano), epistolarios, monografías y 15 libros de poesías, entre cuales: Peregrinando (2008), Vademecum (2013), Clipe spaniole / Instantes españoles (2014), Armonii celeste /Armonías celestiales (2018), Gravitația cerului / La gravitación del cielo (2018), Umbra tăinuitei lumini / Sombra de la misteriosa luz (2019) y.o, Su obra poética fue traducida al: español, francés, inglés, serbio, portugués, japonés, árabe, albanés, catalan, euskera y apareció en muchas antologías internacionales de poesía. Ha traducido Miguel de Unamuno (poesía, novela, ensayos) y otros poetas de lengua española y portuguez.

Miembros de varios academias del mundo, entre cuales: L‘Académie Européenne des Sciences, des Arts et des Lettres de Paris, Francia; Academia Hispanoamericana de Buenas Letras, de Madrid, España (miembro correspondiente), de la Academia Leopold Sedar Senghor, Italia y de las Academia Tomitana y Academia Universalis Poetarum, de Rumania.

Premios recibidos: el Diploma de honor de la Asociación „Vorba Noastră” de Viena (Austria, 2003), el Premio de Excelencia, Drobeta-Turnu Severin (Rumania, 2011), el Premio Eminescu de traducción, Bucarest (Rumania, 2011), el Premio Umberto Peregrino y Gran Mérito Cultural, Rio de Janeiro (Brasil, 2016), Medalle d’or en el Festival Internacional de poesía „Mihai Eminescu”, Craiova (Rumanía, 2017, 2019, 2022, 2023), el Premio de la Unión de Escritores de Rumanía para traducción (2018), Diploma de excelență y la Medalia „Gratitud judía” atorgadas por el Centro Cultural Israelo-Rumano, Tel Aviv, 2018, Premio de la traduccion otorgado por la Academia „Mihai Eminescu” (2022, 2023) entre otros.  Para su laborioso trabajo de traducción fue reconocido como „Huésped distinguido” de la Ciudad de Salamanca (2018), España.