Vídeo-poema creado por Colectiva Multánime: “De Urorbe a Estridentópolis”

 

 

 

 

ESTRIDENTISMO Ramón Alva de La Canal, "El Café de Nadie" 1930

 

 

 

 

Colectiva Multánime

 

 

Somos una comunidad de invención, reunida en el orbe virtual, que en plena pandemia global y a cien años de la irrupción del Estridentismo, revisitamos este movimiento de vanguardia mexicano para indagar en nuestra propia actualidad. Trabajamos desde diversos lugares del país y tenemos diferentes oficios, estudios y ámbitos de trabajo artístico: escritores, artistas plásticos, estudiantes y profesores de filosofía y de letras, de ciencias, danza y cine. Colectiva Multánime surge a partir del interés común por el Estridentismo. Un producto de nuestro trabajo de revisión de este movimiento de vanguardia es el poema-video "Desde Urorbe a Estridentópolis", que ha sido creado de manera colectiva.

 

 

 

 

 

 

 

Por Martha Alicia Espinosa Becerra

 

La verdad, no acontece ni sucede nunca fuera de nosotros. La vida es sólo un método sin puertas que se llueve a intervalos. De aquí que insista en la literatura insuperable en que prestigian los teléfonos y diálogos perfumados que se hilvanan al desgaire por hilos conductores. 

Manuel Maples Arce en el primer manifiesto estridentista.

 

 

2021 año del Centenario de la publicación del primer manifiesto estridentista, es justo hacer una revisión de las obras y hechos que acontecieron en la vanguardia mexicana de los años veinte del siglo XX.

Posicionarnos desde nuestro tiempo, continúa siendo una invitación estridentista a hablar desde el presente. Ese presentismo constante que se reafirma en los manifiestos y que 100 años más tarde nos hace observar nuestro espacio, nuestro contexto y hablar desde nuestra visión de la ciudad y el cosmopolitismo de nuestra contemporaneidad.

El comprendernos como paseantes en esta ciudad, que no es la misma para todos, deambular las calles, realizar trayectos, observar cables, edificios y vehículos motorizados, así como la convivencia con todos estos elementos que nos posicionan dentro de la modernidad, y que para nosotros son cotidianos, pero para los estridentistas eran apenas atisbos de una ciudad en construcción y que desde hace 100 años para ellos era ya muy clara, comienza una introspección en torno a lo ocurrido.

Aquí inicia el camino por Revisitar Estridentópolis, una invitación que desde un inicio fue un laboratorio, un espacio para reflexionar y construir a partir de la revisión del pasado de vanguardia.

A nivel de construcción, de experimentación nos hemos encontrado con un constante descubrimiento y la estimulación de nuestra propia capacidad de asombro.

Esta multidisciplina que caracterizó al movimiento y que compartimos como Colectiva Multánime nos ha llevado a explorar desde múltiples caminos los elementos estridentistas hasta conformar lo que hoy presentamos: un poema visual.

 

 

 

 

 

De Urorbe a Estridentópolis

 

Jimena López Cervantes

 

 

Nuestro poema visual surge de la simultaneidad de afectos y recorridos, como un experimento accidental donde cada una de sus partes se integró en una yuxtaposición de sensaciones y ritmos.

Buscando un tejido multánime terminamos construyendo una comunidad creativa donde cada uno aportó sus conocimientos y emociones. Casi por suerte, o por azar, se construyó una atmósfera de sensibilidad que cubre de principio a fin nuestro poema visual.

Trabajando desde la escucha y la simultaneidad aprendimos a transitar una sintaxis distinta, y a la par del recorrido de las obras estridentistas pudimos ver desde nuestro presente la irrupción de una ciudad sensorial.

Las esquinas, los semáforos, los puentes, e incluso las líneas y los planos se dislocaron de sus usos convencionales y se volvieron acontecimientos.

Las horas del día se convirtieron en escenarios completos que personificaban el latido de un deseo, una emoción o una idea. Encontramos resonancias entre la luna metálica y el silencio de las calles, entre los árboles sonoros y los afectos de las máquinas, sintiendo a la vez los esfuerzos eléctricos de los cables que todo lo mueven

Yuxtapusimos colores, líneas, voces, ruidos, piezas musicales, e imágenes en movimiento para crear un espacio virtual recuperado de los trayectos recorridos por cada uno.

Y porque un cuarto no es lo suficientemente extenso para trazar los vértices de una ciudad en movimiento, es que nos  aventuramos a crear nuestra ciudad sensorial, llena de cables y de esfuerzos, de fuerzas afectivas, de velocidades colorísticas y de cuerpos y máquinas deseantes. Desde la virtualidad intuimos nuevos acercamientos y nos atrevimos a inventar.

Es desde aquí que extendemos una cordial invitación para emprender con nosotros, el viaje de Urorbe a Estridentópolis. Muchas gracias.

 

 

 

 

Por Pedro Zaragoza

 

El 12 de octubre de 2020, en algún lugar del ombligo del mundo, el anfitrión inició la plataforma que habría de permitirnos revisitar Estridentópolis de manera virtual. Próximos y lejanos, observamos en la pantalla cuerpos en planos medios o detallados, imágenes anónimas y variadas; simultáneamente, escuchábamos voces claras o entrecortadas, peculiares sonidos caseros, además de leer los mensajes enviados a la interfaz de la aplicación. Músicos, pintores, poetas, filósofas, arquitectos, artistas plásticos, diseñadores… se reunían cada lunes para sumergirse en aguas estridentes y así trabajar en el taller-laboratorio. Entrecruzados, sugerimos procesos que facilitaban lo que se deseaba trabajar y se recomendaban modos de abordar la cuestión a través de pequeñas intervenciones individuales; las cuales dislocaban los procesos propios así como los de trabajo en equipo, pues para muchos, la virtualidad representó un reto que se pudo bordear, gracias a los afectos suscitados a lo largo del taller-laboratorio y la consolidación de nuestra comunidad de invención.

Es de este modo, y durante aproximadamente seis meses de trabajo, que surge la idea de elaborar un video-poema usando como referente el primer movimiento de vanguardia de América. Concentrarnos en su creación, nos llevó poco más de un mes; esto desde distintos planos y distintas geografías; pues hubo quien se dedicaba a grabar en voz fragmentos de poemas, otros grabaron videos, dibujaron, diseñaron o todas las anteriores. Para luego el producto ser enviado al archivo común, después ser editado y montado. Gracias a este proceso, se logró contar con la colaboración de colegas que no asistían al curso-taller, pero que entendieron la propuesta que se trataba de realizar. Nuestro espacio, funcionó como un lugar donde todas las fuerzas individuales se conjuntaron y potenciaron ofreciendo lo que ahora presentamos, nuestro recorrido “De la Urorbe a Estridentópolis”.

 

 

 

 

 

 

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